Partido decisivo el que tendrá lugar el sábado en tierras tinerfeñas entre estos dos equipos. Un partido que será absolutamente decisivo por ver quién puede más en la lucha por colarse en los puestos de playoff.

El equipo local llega con catorce triunfos en el saco, a tan solo uno del Fuenlabrada, que ocupa la novena plaza en un empate con UCAM Murcia.

Pese a que tras este partido quedarán cinco jornadas por disputarse, el encuentro es totalmente vital para los de Néstor García, ya que de los cinco partidos restantes, dos son ante Barcelona y Valencia, teóricamente superiores.

La clasificación para el playoff pasa por realizar un gran partido a domicilio en Tenerife y esperar el pinchazo de alguno de los rivales directos como UCAM Murcia, Morabanc Andorra o Herbalife Gran Canaria.

Si se diera una nueva derrota del Fuenlabrada, la situación dejaría muy tocado al equipo madrileño y con pocas posibilidades de lograr la clasificación. Los rivales restantes son en su mayoría complicados, ya sea por su categoría de equipo grande o por estar jugándose la salvación.

Por otro lado, es una de las últimas opciones para el cuadro local, que necesita ya una victoria para meterse de nuevo en la pelea. Una derrota en casa ante un rival directo dejaría casi sin opciones al Tenerife, a dos triunfos del corte.

De cualquier manera, el equipo que pierda este duelo quedará muy tocado y sus opciones se verán mermadas seriamente, convirtiendo el enfrentamiento en una auténtica final.

Recuperar la esencia de juego

En los últimos encuentros, se ha achacado a Montakit Fuenlabrada la pérdida de su esencia baloncestística que tantos triunfos les ha dado y tan alto les ha hecho llegar. La floja defensa y el bajo ritmo son algunos de los síntomas de este bajón, que ha provocado que el equipo sucumbiera ante rivales que no estaban realizando una gran campaña como Betis o Burgos, además jugando como local. O por cansancio físico o bajón anímico, el equipo no termina de dar con la tecla para resurgir y recuperar la vitalidad que les acompañó en la primera mitad de la temporada.

Uno de los factores que se comenta como posible motivo de este decrecimiento es que la responsabilidad de llevar el partido a un terreno favorable o ganarlo ha recaído en unos pocos jugadores, mientras que otros han mantenido un nivel muy por debajo de lo esperado.

El británico, Olaseni, no ha terminado de encajar en el equipo y sus aportaciones en ataque han sido muy reducidas generalmente. El peso de la responsabilidad ha ido a parar en muchas ocasiones en jugadores como Popovic, que no siempre pueden mantener un nivel de MVP y ganar el partido a base de triples. Por todo ello, Néstor García tendrá que probar algo nuevo para recomponer al equipo e intentar el asalto final a los playoff.

Todo o nada

Iberostar Tenerife también nota la presión del duelo. Los locales están obligados a ganar si no quieren descolgarse y el partido se postula como un cara o cruz entre dos rivales directos. La temporada del equipo canario no estaba siendo mala en un principio.

La trayectoria se asemeja bastante a la del Fuenlabrada, en una primera mitad potente y una segunda en curva descendente. En una temporada que se barruntaba importante allá por verano, parece que la tensión y la presión van a ser más elevadas de lo que se esperaba y que la clasificación para el playoff no va a ser un reto tan sencillo como se podía esperar, también en vista del buen año anterior.

Con la permanencia asegurada, el aliciente máximo es entrar entre los ocho primeros de la tabla e intentar hacer un buen papel ante los mejores