Son las segundas semifinales seguidas de Serbia en un Mundial. En el de Turquía 2010, los balcánicos perdieron por un solo punto ante la anfitriona y fueron apeados de la lucha por el oro. En este Mundial de España, los de Sasha Djordjevic llegaron con un equipo prácticamente nuevo, pero con ganas de dar la campanada, algo que sin duda ya han hecho.

Irregular primera fase

La selección serbia ha hecho un primer tramo de competición algo irregular. Con dos victorias ante las dos cenicientas del grupo A, Egipto e Irán, y tres derrotas ante España, Brasil y Francia, cerró la fase de grupos en cuarta posición. Las sensaciones que dejó fueron un tanto frías, teniendo momentos de juego brillantes, y otros en los que tuvo desconexiones importantes, que le hicieron perder los tres encuentros ante selecciones importantes.

La primera variante que mostró Sasha Djordjevic con respecto a anteriores torneos, fue la inclusión del base de Unicaja, Markovic, en el quinteto titular por Milos Teodosic, al que comenzó utilizando como sexto hombre, para ser el revulsivo desde el banquillo. El experimiento le salió a las mil maravillas en el primer partido, Serbia pasó por encima de Egipto y Teodosic anotó 15 puntos.

Nemanja Bjelica, que estaba llamado a ser uno de los líderes de la selección serbia, empezó el torneo saliendo desde el banco, teniendo un rol parecido al de Milos Teodosic, pero Djordjevic tardó poco en darse cuenta que su presencia en el quinteto titular era necesaria. El del Fenerbahce fue el mejor contra Irán y contra España, con 18 y 21 puntos.

La inclusión de Radulijca en el quinteto inicial fue otra de las sorpresas de Djordjevic en el inicio del torneo. El ex de los Bucks soprendió a muchos con su arsenal ofensivo, aportando puntos y soluciones a Serbia. Nenad Krstic, el pívot titular de la selección durante los últimos torneos, tuvo que esperar su oportunidad en el banquillo debido al buen rendimiento de su compañero. En el encuentro ante Francia, Radulijca obtuvo su mejor anotación, con 21 puntos. Fue el jugador más decisivo de su equipo, tanto para bien, como para mal, ya que no estuvo acertado en sus últimas defensas y Diaw le terminó superando para darle la victoria a los galos.

Djordjevic apenas repitió quinteto inicial en la primera fase. La irregularidad mostrada por su equipo quizás haya sido, en parte, porque su seleccionador no terminó de dar con la tecla. La cuarta posición le hizo cruzarse con la invicta Grecia en octavos, un rival a priori superior y favorito para pasar a los cuartos.

Golpe encima de la mesa y paliza a Grecia

Serbia llegó a los octavos de tapada. Grecia venía jugando un gran baloncesto y contaba todos sus partidos por victoria, era sin duda la favorita. Djordjevic decidió cambiar de nuevo su quinteto e incluyó por fin a Milos Teodosic, al que colocó de escolta, junto a Markovic, para jugar con dos bases e intentar dominar el tempo del partido ante la dupla griega Calathes-Zisis.

Nikola Kalinic fue el inesperado protagonista del inicio del choque. El alero, que estaba haciendo un Mundial bastante corriente, se destapó y con ocho puntos en los primeros minutos, lideró a su selección durante el primer cuarto. Un tremendo mate suyo en la cara de Bourousis, levantó al público serbio de sus asientos y subió la moral a su selección.

Nenad Krstic fue otro de los protagonistas de la primera parte. El jugador del Anadolu no había hecho hasta ese momento un partido redondo, pero su buen hacer en el poste, le hizo ser clave ante Bourousis, que sufrió bastante con él.

El segundo cuarto fue más de Grecia, que controló mejor el tempo del partido de la mano de sus dos bases. A falta de un minuto, los helenos se llegaron a poner por delante (41-41), pero un parcial de 5-0 en ese último minuto, hizo que Serbia se fuese cuatro arriba al descanso, 46-42, y a soñar con los cuartos.

En el tercer cuarto, Radulijca y Krstic dominaron la zona y la ventaja serbia creció, hasta llegar a los nueve al final del tercer parcial. Los balcánicos mandaban y dejaban a Grecia en una posición muy complicada de cara.

En el último cuarto, se erigió la figura de Bogdan Bogdanovic. El joven talento serbio machacó a Grecia a base de triples y puso a su selección 20 puntos arriba, cuando todavía quedaban casi 5 minutos de juego. Ese fue el estoque final para los helenos, que no se levantaron y terminaron perdiendo por 90-72.

El plan de Djordjevic había salido a las mil maravillas, Calathes y Zisis fueron los mejores griegos, pero la inclusión de Teodosic en el quinteto, igualó fuerzas e hizo que el control del partido no fuee tan de Grecia como en todos sus anteriores partidos. Además, el dúo Krstic-Radulijca, que hasta ese momento apenas había coincidido, hizo estragos en la defensa de Grecia, que no encontró la manera de pararlos.

Exhibición ante Brasil y a semifinales

Ante la selección brasileña, Serbia tampoco era la favorita, pero como con Grecia, volvió a demostrar ser un equipo muy compensado, con una idea clara y con una rotación perfectamente planificada.

El encuentro comenzó igualado, pero Serbia, de la mano de un gran Teodosic tomó ventaja desde el primer minuto. En la primera parte, Brasil se puso por delante dos veces, ambas en el segundo cuarto, pero Serbia reaccionó y se fue al descanso cinco arriba, 37-32.

El paso por los vestuarios le sentó de maravilla a los serbios, que salieron muy enchufados, queriendo resolver el partido cuenato antes. Un parcial de 6-0 primero y otro de 9-0 después, ponía a Serbia 14 arriba, 50-46. Teodosic le puso la puntilla a Brasil, con un triple sobre la bocina, que puso a Serbia 20 arriba. En el último cuarto siguió la fiesta de la selección balcánica, que se llegó a poner 29 arriba. El partido estaba cerrado y Serbia ya se veía en las semifinales. El resultado final fue de 84-56.

Djordjevic volvía a ganarle la partida a su homónimo en el banquillo rival. Si contra Grecia la defensa había sido espectacular, ante Brasil todavía fue mejor. Teodosic volvió a ser ese jugador decisivo que a veces es. El técnico serbio ha recuperado a su estrella, ha confiado en Radulijca y ha sabido confeccionar un gran conjunto, joven y con una maquinaria perfectamente engrasada.

Grecia era la favorita y perdió por casi 20 puntos, Brasil también lo era y la diferencia casi llega a los 30. Tras la eliminación de España, el rival en semifinales será Francia. Ahora, los favoritos parecen ser los serbios, que tendrán que jugar con esa presión. Por lo visto en octavos y cuartos, no parece que eso les vaya a afectar.