Este u Oeste. Baloncesto lento y táctico frente a showtime y continuos contraataques sobre el parqué. La batalla por ver qué costa de los Estados Unidos tiene mayor potencial baloncestístico es tan antigua como la propia NBA. Si el año pasado la Conferencia Oeste aplastó a la conferencia Este, esta temporada hay un giro drástico en el guión. O, al menos, eso es lo que opina Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks.

En la previa de la victoria de su equipo sobre los Houston Rockets, Mark Cuban aseguró que ha habido un cambio en el equilibrio de poder en la NBA: "La Conferencia Este es la mejor a día de hoy. Y eso es algo positivo".

Sin embargo, esta afirmación puede resultar chocante viendo lo que ocurrió en la pasada postemporada. Con los Golden State Warriors manteniendo su núcleo, con LaMarcus Aldridge quedándose en el Oeste con su marcha a San Antonio, Marc Gasol continuando en Memphis o Ty Lawson fichando por Rockets, la Conferencia Oeste sigue manteniendo todo su potencial. Sin embargo, los resultados de este inicio de temporada muestran una tendencia contraria.

Ambas conferencias tienen siete equipos con un récord superior al 50% y dos equipos que no han ganado aún dos partidos. Por su parte, el Oeste tiene en posesión aún a los tres mejores equipos de la Liga en términos de rating neto (diferencial de puntos en el global de los partido) - Golden State, San Antonio y Oklahoma - pero sólo tiene cinco en el top 10 y siete entre los 14 mejores en dicha estadística.

Si bien en el Este ha habido equipos - Milwaukee Bucks y Washington Wizards - que no han empezado como se esperaba, su inicio no ha estado tan por debajo de las expectativas como el protagonizado por Memphis Grizzlies, Houston Rockets y New Orleans Pelicans; franquicias que empezaron este curso con el objetivo de asentarse en la élite del Oeste y dominar la NBA en la presente temporada.

Habrá que esperar, sin embargo, al transcurso de un mayor número de partidos para ver si esta tendencia se prolonga en el tiempo o si, por el contrario, los grandes equipos del Oeste reaccionan y vuelven a tomar el mando de la Liga.