La esperanza siempre se renueva. Aún en las circunstancias más devastadoras, una tenue luz puede aclarar el camino. Y si esa luz llega en forma de elección n°1 del draft, el futuro pareciera ser paradisíaco. Ben Simmons fue elegido por Philadelphia 76ers, el peor equipo de la temporada pasada. El paupérrimo rendimiento de la franquicia, que sólo ganó 10 partidos (perdió 72) al menos le sirvió para hacerse del australiano, llamado a ser el (enésimo) nuevo LeBron James.  

A la figura del Rookie estelar, se le adosaban otras de jovenes carreras, como Nerlens Noel, Joel Embiid y Jahlil Okafor. Los dos primeros fueron escogidos por los Sixers en los drafts de 2013 y 2014, respectivamente. Por lesiones, ambos se ausentaron en sus temporadas de presentación completas, y Embiid aún no ha debutado en Regular Season con la músculosa blanca y azul. Okafor fue el segundo puesto del pick en el año pasado. Ha jugado solo 29 partidos por problemas físicos. Así, con sus figuras nuevas y otras sin estrenar, pero con tiempo en el plantel y ya recuperadas, los campeones en 1983 se consolidaban para esta temporada como una potencia a la cual observar. Sin embargo, la historia reciente volvió a repetirse. Simmons sufrió una fractura en su pie, debido a un exceso de entrenamiento y aumento de masa muscular. Los médicos más positivos lo ven afuera de las canchas por tres meses. Y en Philadelphia se preguntan para qué está el equipo.

La zona de la pintura es la fortaleza de los dirigidos por  Brett Brown. Cuenta con dos pívots que se descubren dominantes desde su portento físico, como Noels y Embiid. Un ala-pívot como Okafor, capaz de desbaratar a cualquier defensor de la NBA con la destreza de sus movimientos. Los encargados de generar juego para las torres serán el español Sergio Rodríguez, quien vuelve a la liga tras su paso por el Real Madrid, y Brandon Paul, base de 25 años de buen rendimiento en la NBA Summer Season que aventaja al exjugador de Portland Trail Blazers

El salto hacia el estadio en el que se sitúan las franquicias con posibilidades concretas de disputarse el anillo es posible únicamente con la presencia de Simmons. El alero, dispuesto a hacer historia, será el factor determinante si los Sixers logran pelear por el título. Algo es seguro: están para mucho más que un 10-72.