El juego de Denver Nuggets ha estado basado en el colectivo durante los últimos años, probablemente desde la marcha de Carmelo Anthony en 2011. No ha habido una estrella superlativa que liderara el equipo sino varios jugadores que aportaban todos, sin destacar unos sobre otros.

Ya se puede decir que eso ha cambiado, Nikola Jokic ha decidido que eso cambie. Desde que su entrenador, Moses Malone, le dio la titularidad en detrimento de Nurkic, se ha convertido en el líder de un equipo que cada vez tiene mejor pinta y está asentado en la octava posición de la Conferencia Oeste.

Calidad y juventud

El jugador serbio desde mediados de diciembre está haciendo unos números de escándalo. En los últimos 20 partidos, anota 22 puntos por partido, coge 9.6 rebotes, tira con un 59% de acierto y reparte más de cinco asistencias, el dato de asistencias es el mejor de la NBA para un pivot.

Hay que recordar que es muy joven, la semana que viene cumplirá solo 22 años, coincidiendo con su participación en el partido del viernes del All-Star de New Orleans ya que es jugador de segundo año todavía. Jokic ha sorprendido a todos con su visión de juego y calidad debido a que solo fue elegido en el puesto 41 del Draft de 2015.

Récord en el Madison, igual que los grandes

Los mejores jugadores de la historia siempre han querido hacer excelentes actuaciones en el Madison de New York, ya que es el templo del baloncesto. Por tanto, no hay mejor sitio para hacer su career-high en puntos con 40, el anterior eran 35. Además sumó nueve rebotes y cinco asistencias. Hizo 17 de 23 en tiros de campo, incluidos dos de tres desde la línea de tres puntos y en el +/- obtuvo +19 con él en pista para destrozar a unos Knicks en caída libre.

Nadie sabe dónde está el techo del balcánico pero tiene todo para ser uno de los centers dominantes en los próximos años. De momento este año, está llevando en volandas a Denver hacia los Playoffs.

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