La noticia de la marcha de Gordon Hayward a los Boston Celtics este verano cayó como un jarro de agua fría para los Utah Jazz. Justo cuando el equipo por fin estaba recogiendo los frutos de una buena reconstrucción liderada precisamente por el alero, este elegía abandonar la única franquicia en la que había jugado en su carrera. Se asumió con naturalidad la marcha del alero y se acudió a la agencia libre para intentar tapar los agujeros que deja la baja de Hayward. Las llegadas de Thabo Sefolosha, Ekpe Udoh y Jonas Jerebko, unidas al traspaso por Ricky Rubio son un argumento que garantiza que los Utah Jazz seguirán peleando por estar en los Playoffs. Sin embargo, el factor que marcará lo lejos que pueden llegar los mormones, es el crecimiento baloncestístico que puedan experimentar dos de sus jugadores: Rudy Gobert y Rodney Hood que se encuentra negociando una extensión de contrato con la franquicia. 

Nuevo estatus, nuevo contrato

Rodney Hood entra en su cuarta temporada en la NBA. El escolta de 24 años lo hace sabiendo que va a ser más importante que nunca para su equipo. Este nuevo rol, no se corresponde en absoluto con el salario que le toca percibir esta temporada (2'38 millones de dólares), por lo que es más que posible que los Jazz le ofrezcan prolongar su vínculo consiguiendo un contrato más lucrativo. De no llegar franquicia y jugador a un acuerdo, Hood se convertiría en agente libre restringido en verano y según su temporada, su caché podría verse tremendamente elevado.

Para los Jazz la extensión de Hood y su crecimiento son algo primordialLos Jazz y el escolta tienen hasta el 16 de octubre para llegar a un acuerdo, puesto que tanto él como su compañero Dante Exum, son elegibles para una extensión de su contrato aún sujeto a la escala salarial rookie. Según fuentes del periódico Salt Lake Tribune ambas partes han mantenido ya conversaciones y creen que el escolta puede ser ese anotador de perímetro que necesitan por lo que se volverán a reunir en pocas semanas.

Los Jazz se muestran especialmente interesados en renovar al jugador porque además de tenerle confianza a sus habilidades, saben que son un mercado pequeño y que no pueden permitirse perder a jugadores con potencial como el propio Rodney Hood.

Hood ante un año clave

No puede decirse que Rodney Hood no haya demostrado ser un jugador muy válido para la NBA. Sin embargo, en Utah Jazz esperan que este año supere eso y que se convierta en el principal foco ofensivo de su equipo. En su última temporada, el ex jugador de la universidad de Duke logró unas estadísticas de 12'7 puntos, 3'4 rebotes y 1'6 asistencias con unos porcentajes de acierto de 40'8% en tiros de campo y 37'1% en triples.

Rodney Hood tiene todos los atributos necesarios para convertirse en un gran anotador

El General Manager de los Jazz, Dennis Lindsey ya avisó de que Rodney Hood podría asumir ese vacio ofensivo que dejaron las salidas de Gordon Hayward y George Hill (los dos jugadores que más lanzamientos a canasta promediaron de la franquicia). Además la llegada de Ricky Rubio, uno de los mejores facilitadores de la liga, puede proporcionar a Hood buenas opciones de tiro. El escolta que también es un consumado defensor, goza de un buen catálogo de armas para convertirse en un genial anotador: atletismo, buena mecánica de tiro, sabe moverse sin balón, crea su propio tiro... Si consigue evitar las lesiones, es muy probable que consiga acercarse o superar el promedio de veinte puntos por noche. Lo que si es seguro es que la temporada 2017-2018 va a ser clave para el futuro de la carrera de Rodney Hood.