Últimamente, cada vez que hablo con un conocido siempre me pregunta lo mismo. ¿Qué le pasa al Valencia Basket? Y claro, me toca responder e intentar explicarle la situación compleja que atraviesa el cuadro de la capital del Turia. 

La realidad es que el equipo que dirige Txus Vidorreta no pasa por un buen momento. Acumula cuatro derrotas consecutivas (tres de Euroliga y una de Liga) y no conoce la victoria desde el pasado 12 de noviembre, cuando derrotó a domicilio al Bilbao por 77-81. La gente puede entender que pierdas en Barcelona, puesto que siempre es una pista complicada. Pero a una afición exigente como es la de Valencia le entra el malestar cuando te remontan, en dos ocasiones, 15 puntos en el último cuarto.

Arranque espectacular

En realidad, la temporada no arrancó nada mal para los valencianos. Es cierto que las expectativas que tenía todo el mundo puestas eran altísimas. La Euroliga te exige tener una plantilla en condiciones para poder "competir" en ella. Valencia cumplió con ellas y realizó grandes fichajes como Green, PleissDoornekamp, entre otros. Los problemas vinieron una vez finalizado el Eurobasket, cuando Antoine Diot regresaba lesionado del torneo. A su vez, también se lesionaba en pretemporada el norteamericano Latavious Williams, quién todavía no ha debutado.

Llegó la Supercopa Endesa y Valencia Basket la conquistó. El 'Supercampeón' estaba de moda y ahora empezaba la Euroliga. Volvieron a crecer los enanos: se lesionaron San Emeterio y Joan Sastre. El equipo ganaba partidos hasta que surgió la "increíble" necesidad de fichar. Se fichó a Damjan Rudez, jugador que llegaba de la NBA con unas altas expectativas y al que Vidorreta ha dado poco protagonismo. Nadie sabe porqué.

"La Euroliga no es la Eurocup"

Es una frase que no es muy difícil de escuchar si paseas por los alrededores de Hermanos Maristas. Valencia viene de una racha de temporadas en las que disputaba la Eurocup. Una competición que no se le daba nada mal, puesto que en los últimos años siempre llegaba a fases finales o incluso la ganaba. Sin embargo, si en algo coincidía todo el mundo es que esta competición se le había quedado pequeña y Valencia merecía disputar la máxima competición europea de clubes de baloncesto. Así lo hizo, ganó la Liga Endesa y consiguió la licencia para disputar la Euroliga.

La entidad valenciana se reforzó con unos fichajes de lujo para hacer frente a este desafío. Todo pintaba bien hasta que, como en todas las temporadas, empezaban a lesionarse jugadores. Jugadores importantes a los que tienes que buscar un recambio sea como sea. Porque sí, un equipo de Euroliga no puede viajar a Turquía o a donde sea con cuatro o cinco jugadores lesionados. En este torneo se hacen viajes largos para jugar contra los mejores y, si no estás en buenas condiciones, es difícil hacerles frente. En Euroliga, por muy buen equipo que tengas, no te puedes relajar en el último cuarto con Milano o Bamberg para perder un partido que ganabas de 15 puntos. 

Foto: Turkish Airlines Euroleague
Foto: Turkish Airlines Euroleague

'Greendependencia'

Es la palabra de moda en Valencia. Por registros personales, Erick Green es el jugador más destacado, en lo que va de temporada, en el equipo 'taronja'. Coge la batuta del equipo y anota una media de más de 20 puntos por partido. Valencia agradece cuando el norteamericano está en pista. La Fonteta disfruta con él y él con la Fonteta. Es todo un quebradero de cabeza para el rival. Obviamente, como todo jugador, tiene sus límites. Cuando él desaparece, Valencia también. El conjunto depende de él y ese, quizá, es el verdadero problema de la situación de Valencia Basket. Hay que buscar un sustituto para Green.

"Vidorreta no es Pedro Martínez"

Ese fue el argumento que me expuso un buen amigo. Para él, el vasco es el principal responsable de lo que le pasa a Valencia. Sin duda, cuando las cosas no van bien, lo fácil es echarle la culpa al entrenador. Para los aficionados de Valencia Basket, la marcha de Pedro Martínez fue un gran mazazo. Todo el mundo pedía su renovación tras conquistar la Liga Endesa en junio. Sin embargo, Valencia ya estaba comprometido con Vidorreta para que fuera el entrenador de la plantilla 2017/18. Y, como es normal, la presión que iba a tener el nuevo técnico iba a ser altísima.

Lo primero que tuvo que hacer frente es a la pretemporada, que fue muy extraña a causa del Eurobasket. Luego, llegó la Supercopa Endesa  y el equipo la ganó por primera vez. La gente empezaba a confiar en Vidorreta y parecía olvidarse de Pedro Martínez. La realidad es que lo que hizo el catalán va a ser difícil de olvidar. No obstante, Vidorreta merece un voto de confianza. Solo hay que mirar la clasificación de la ACB: Valencia Basket es tercero. 

La Fonteta | Foto: Valencia Basket
La Fonteta | Foto: Valencia Basket

"Quemar la falla antes de hora"

En Valencia la gente es así. Siempre se empieza a opinar negativamente nada más empezar la temporada y no debería ser así. Esto es muy largo y puede ocurrir cualquier cosa porque es baloncesto. El año pasado se tuvieron que perder dos finales (Copa del Rey y Eurocup) para ganar una. Nadie daba nada por Valencia y al final el equipo demostró de lo que era capaz arrebatando la Liga Endesa al Real Madrid, que era el favorito. Hay que confiar en los jugadores porque, al final, si en algo se caracteriza este equipo es que ha logrado mantener un bloque histórico, incluso recuperando a Sam Van Rossom.

Es el momento de que la afición esté más unida que nunca y de ir todos a una. Porque si algo tiene Valencia, es una de las aficiones más fieles de España. La Fonteta tiene que ser un infierno para el rival en cada partido de aquí al final de temporada. Los jugadores locales necesitan sentir el calor de los suyos para lograr la victoria. Hay que apoyar al entrenador aunque, a veces, no se esté de acuerdo con sus decisiones. Y, sobre todo, muy importante: que no se opine en negativo todavía. Hay que esperar a que llegue mayo, al menos. Como dijo un buen sabio valenciano: "No quememos la falla antes de hora".