Durante varias temporadas, se ha visto como la franquicia de Tennessee, teniendo un roster bastante discreto, entraba año tras año en Playoffs ante el asombro de muchos, e incluso metiendo en más de un apuro a muchos equipos que eran superiores sobre el papel. La garra y la entrega de Memphis Grizzlies le ha permitido durante este tiempo compensar esa falta de calidad. Sin embargo, este plan empezaba a dar signos de agotamiento y agonía y parece que en esta temporada se confirman esos síntomas.

El modelo y la estrategia de la franquicia estaban aguantando demasiado y aunque aún servía para entrar el playoffs, comenzaron a surgir las voces que sugerían que la franquicia debía plantearse una reconstrucción, ya que de poca servía volver a entrar en playoffs si el equipo no tenía ninguna posibilidad de atraer a los agentes libres más potentes que hicieran que el proyecto pudiera progresar. Memphis es un mercado muy pequeño y se antojaba imposible que se pudiera incluir a algún jugador más del nivel de Marc Gasol y Mike Conley. Y es que en verano se cumplieron esos pronósticos e incluso fueron todavía más negativos, ya que no solo no llegaron mejores jugadores, sino que los mejores aliados de Gasol y Conley se fueron. Ahora, más que nunca, la reconstrucción debería ser la prioridad ante un panorama muy triste. Y si comienza de verdad dicha reconstrucción, el 2018 puede ser el año en el que Marc Gasol abandone los Grizzlies.

Marc Gasol nunca había estado tan descontento en Memphis. | Foto: nba.com

La pasada temporada se cerró con un meritorio 7º puesto en la conferencia oeste, con un récord de 43 victorias y 39 derrotas. Este registro volvió a estar por encima de las expectativas de un equipo que iba con lo justito para ser competitivo y aun así era capaz de derrotar en temporada regular a los mejores equipos de la NBA. Memphis nunca era un trámite sencillo, siempre era un hueso duro de roer y así lo demostró dándole mucha guerra a los San Antonio Spurs, que necesitaron llegar al sexto partido de la primera ronda de Playoffs para deshacerse del equipo de Tennessee, cuando lo habitual es que el segundo de una conferencia arrase con cierta soltura a un séptimo. Se acabó otra temporada en Memphis en la que se había vuelto a obrar un milagro, pero con la sensación de que pocos más se iban a poder hacer. Cada año, la gesta era todavía más complicada.

Un verano para el olvido

Si Robert Pera, dueño de los Memphis Grizzlies, quería mejorar al equipo y hacerlo más competitivo de cara al siguiente curso, se puede decir que consiguió todo lo contrario. Es difícil imaginar un verano más catastrófico para Memphis, ya que las durísimas bajas que sufrió no fueron compensadas por las inapetentes incorporaciones. Abandonaron el barco tres hombres que habían sido claves en los últimos años, como Tony Allen, Vince Carter y Zach Randolph. El escolta había sido un símbolo de la franquicia, mientras que el pívot había compartido con Marc, en la pintura, las noches más gloriosas de la historia de la franquicia. Y Vince Carter, a pesar de su edad, acabó siendo el alero titular que tiraba del carro cuando se le necesitaba. Junto al dúo Marc-Conley, estos cinco jugadores en total eran la espina dorsal del equipo, y de un verano para otro, tres de ellos se van. Drama absoluto.

En cuanto a las incorporaciones, lo más destacado fue la llegada de Tyreke Evans, Ben McLemore y Mario Chalmers. Que estos tres nombres sean lo más destacado de tu verano ya ejemplifica la delicada situación. Dillion Brooks y Deyonta Davis han sido otros fichajes que están jugando bastantes minutos, con un rendimiento muy justito.

Antes del comienzo de la temporada, en los pronósticos de medios especializados, casi todo el mundo auguraba que esta sería la temporada en la que definitivamente, Memphis Grizzlies no iba a conseguir entrar en Playoffs. La garra y el esfuerzo ya no serían suficientes para compensar un equipo muy débil y falto de talento por todas partes.

Mike Conley, el único socio fiable de Marc.| Foto: nba.com

Al principio de la liga regular, Marc Gasol y sus compañeros consiguieron silenciar esas opiniones y parecía que, por enésima vez, el equipo iba a conseguir la proeza de entrar en Playoffs, ya que arrancaron con un récord de 5-1 y siendo el mejor equipo del oeste. Sin embargo, este comienzo fue un espejismo del verdadero camino de los Grizzlies. El equipo empezó a perder un partido detrás de otro, a lo que se sumó la lesión de Mike Conley, con lo que Marc Gasol ya estaba, oficialmente, rodeado de una ‘banda’ de jugadores que no tienen nivel para competir en esta liga. Andrew Harrison, Ben McLemore, Chandler Parsons, Jarell Martin o Brandan Wright, entre otros, son los compañeros con los que Marc Gasol tiene que lidiar. Un roster lleno de jugadores desechados por otras franquicias ya sea por su incompetencia o sus problemas con las lesiones. Un panorama que roza lo dantesco.

Situación insostenible y futuro incierto

El equipo ya tocó fondo cuando, el 26 de noviembre, perdió en casa contra Brooklyn Nets y Marc Gasol no jugó ni un solo minuto del último cuarto, a lo que el pívot respondió con unas durísimas críticas hacía el que era, en ese momento, el entrenador.

Este partido, la horrorosa tendencia del equipo y esas declaraciones de Marc Gasol provocaron que se decidiera despedir a David Fizdale, el entrenador desde hace año y medio. Sin embargo, esta polémica decisión no ha servido de mucho, ya que poco se puede sacar de este equipo, poco margen de mejora tiene. Memphis Grizzlies ya es, sin duda, uno de los peores equipos de la NBA y la reconstrucción es más obligatoria que nunca. De hecho, ya han comenzado los rumores sobre un posible traspaso del pívot español y son más fuertes que nunca. Por lo tanto, es más que probable que 2017 sea el último año en el que Marc Gasol termine como Grizzly. Habrá que ver qué pasa en verano que será clave.

Jugador del año: Marc Gasol

Claramente, el pívot español ha sido el jugador más importante de la franquicia, ya que en febrero consiguió entrar en su tercer All Star Game y fue el líder absoluto de Memphis. Además, también es el jugador del año por ser el que más titulares ha dado, más rumores ha generado, más incierto es su futuro… Todo gira en torno a Marc Gasol, además de que ahora, parece que está más descontento que nunca con el rumbo que ha tomado el equipo y que parece que ahora, su amor incondicional por la ciudad de Memphis no es suficiente para mantenerlo en el equipo. Cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que Marc puede ser la moneda de cambio para que Grizzlies consiga algunos picks de draft y que así, el español pueda llegar en un equipo con mayores aspiraciones.

Los dirigentes de Memphis Grizzlies deben darse cuenta, de una vez por todas, que el proyecto del ‘Grit n Grind’ ya ha tocado fondo. Ya no merece la pena seguir apostando por esto, y que, de hecho, deberían haberse rendido alguna temporada antes. La reconstrucción es inminente y cuánto antes se comience, mejor para el futuro a largo plazo de la franquicia. El traspaso de Marc Gasol supondría que Memphis se convirtiera, posiblemente, en el peor equipo de la NBA, pero es un sacrificio a pagar para poder optar a un futuro decente.