Isaiah Thomas se despide de la temporada de NBA. El jugador, que desde inicios de febrero pertenece a Los Angeles Lakers, no ha conseguido recuperarse de su lesión sufrida hace casi un año en playoffs y deberá pasar por el quirófano en los próximos días.

De cabeza y cuesta abajo

Los problemas de Thomas empezaron la temporada pasada, cuando cayó lesionado en un partido contra los Minnesota Timberwolves. En principio no parecía muy grave. Las grandes actuaciones de los Celtics les permitieron entrar en los playoffs. Cuando estaban disputando las semifinales de Conferencia ante los Washington Wizards la lesión de Isaiah se agravó, tanto que en el primer partido de las Finales del Este Boston decidió cerrarlo para el resto de la serie.

Durante el verano pasado el jugador tuvo dos opciones: someterse a una cirugía en ese momento o dejar que su propio cuerpo se rehabilitara, y optó por lo segundo. Las malas noticias no cesaron, y el 23 de agosto de 2017 Thomas fue traspasado, junto a Ante Zizic, Jae Crowder y varias rondas del Draft a los Cavaliers a cambio de Kyrie Irving.

Su problema con la lesión no le iba a permitir debutar con el equipo hasta el 2 de enero de 2018 contra los Blazers, consiguiendo 17 puntos y tres asistencias en 19 minutos. Pero su inconformidad era bastante notable, y prácticamente un mes después, el 8 de febrero, Isaiah volvería a ser traspasado, esta vez a los Lakers.

Actualmente, el base de 29 años sigue sin encontrar la comodidad que poseía en Boston. Después de disputar 17 partidos, y lejos del nivel que mostró en su último año con los Celtics, Isaiah Thomas ha decidido poner fin a la temporada para recuperarse totalmente de su lesión y volver al máximo la temporada que viene, con el futuro en el aire.

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Sobre el autor
Jorge Pérez
Periodista. Suelo hablar y escribir sobre el tenis.