Svetislav Pesic está devolviendo al Barça donde nunca debería haberse ido nunca. El entrenador serbio ha conseguido que tres años después el equipo azulgrana vuelve a tener opciones de ganar las dos máximas competiciones: la Liga Endesa y la Euroliga. En la competición doméstica el Barcelona es primero a dos victorias del segundo clasificado, el Real Madrid de Pablo Laso, y en la competición europea, el equipo de Pesic ha igualado la eliminatoria de cuartos de final contra el Efes (1-1) y ha recuperado el factor cancha. La Final Four, una utopía hace pocos meses, puede ser una realidad si el equipo sigue como hasta ahora. La semana que viene se decidirá si el Barça vuelve a estar entre los cuatro primeros de Europa o no.
No hay que olvidar que el Barça ya ha ganado un título esta temporada, la Copa del Rey. Los culés derrotaron al Real Madrid con polémica final por la canasta en el último segundo por un tapón ilegal de Anthony Randolph. La temporada pasada también consiguieron ganar este título, con solo una semana de Pesic al mando del equipo azulgrana. Es por eso, que el serbio se ganó a pulso su renovación por una temporada más, y otra opcional.
La etapa pos-Xavi Pascual fue traumática para el club catalán. Pasando por Georgios Bartzokas y Sito Alonso, el equipo azulgrana no ganó ningún título, y no solo eso, ni siquiera llegó a acercarse a los mismos, ofreciendo una imagen indigna del barcelonismo. El Palau Blaugrana, siempre al lado del equipo, fue vaciándose poco a poco a medida que se sumaban las decepciones. Nacho Rodríguez, el mánager gerenal de la sección, se puso manos a la obra para cambiarle la cara al equipo. Su primera decisión fue traer a Pesic, un antiguo entrenador del Barcelona que ganó una Euroliga en su primera etapa. A pesar de algunas críticas en su inicio, ya nadie discute el acierto de su incorporación, y aun menos, el cambio que ha hecho el equipo gracias a su mano.