El jugador lituano de los Indiana Pacers, Domantas Sabonis, ha optado por dejar la concentración de su equipo en Orlando, para buscar la opinión de un especialista que le ayude a superar los dolores en el pie izquierdo debido a una fascistis plantar que arrastra desde principios de campaña. La noticia, que fue adelantada por el periodista Adrian Wojnarowski, ha sentado como un jarro de agua fría dentro de los Pacers, ya que su reaparición en lo que resta de esta temporada no está ni mucho menos asegurada.
El pivot de 24 años, había cuajado una excelente temporada hasta el parón por la pandemia del COVID-19, promediando 18.5 puntos y 12.4 rebotes en 62 partidos. Estos números le valieron para firmar una extensión con los Indiana Pacers por 77 millones y 4 años, y para ser por primera vez All-Star de la NBA merecidamente.
Fundamental en el esquema de McMillan
Desde que llegó a la franquicia ha ido cogiendo peso dentro de la plantilla, hasta convertirse en uno de los intocables de Nate McMillan. Junto con Myles Turner, ha formado una pareja temible dentro de la pintura, y también fuera de ella, dominando el rebote, pero sin dejar de ser dos importantes amenazas desde el triple y se han antojado fundamentales para que el equipo marche en la quinta posición de la conferencia este. El hijo del mítico jugador Arvydas Sabonis tiene un gran futuro por delante gracias a su calidad y juventud tras cuatro temporadas en la mejor liga de baloncesto del mundo.
No es la única mala noticia para los Pacers, ya que otra de sus grandes estrellas, Victor Oladipo, no tiene segura su participación en Orlando para lo que resta de campaña. El base sigue recuperándose de su grave lesión y todavía no ha decidido si forzará para ayudar a su equipo a llegar lo mas lejos posible en los playoffs.