No podía aguantar mucho más Embiid en este vals en el que se hallaba inmerso, preso en el centro de una pista de baile donde nadie parecía querer bailar con él, con Ben Simmons secuestrado en una habitación. Daryl Morey, demasiado mayor ya para bajar hasta la pista de baile, se encargó de regalarle el mejor compañero de baile, un James Harden que desde hacía un tiempo estaba flirteando con el camerunés.

En el baloncesto, ya se sabe, en muchas ocasiones 1+1 no tienen por qué ser dos, y crear una pareja como Embiid y Harden, tan beneficiosa en la teoría para ambos, no tenía por qué salir bien. Hay ocasiones en las que sí, y los Sixers parecen haber acertado de pleno, pues lejos de lo que pudiera parecer, pívot y escolta han conectado a las mil maravillas, conformando desde el primer momento lo que ya se puede considerar como una de las parejas más peligrosas de la NBA.

El principal problema con Ben Simmons era su tiro, y no tanto porque no pudiera ser efectivo desde larga distancia, sino porque al necesitar entrar en la zona para hacer daño, chocaba en demasiadas ocasiones con todo un gigante como es Embiid, con el dueño y señor de la zona por antonomasia, creando un sistema ofensivo que llegaba a ser incluso anticompetitivo.

Pick and roll

Es una de las jugadas más viejas y más usadas del baloncesto, pero pocas opciones mejores tiene Doc Rivers si junta en la cancha a uno de los pívots más dominante con uno de los bases que más asistencias ha repartido así a lo largo de su carrera. El ex de Nets debe estar encantado, pues pase el balón como lo pase, difícilmente no va a encontrar destinatario.

Los dos primeros partidos del nuevo fichaje no solo invitan al optimismo, sino que permiten soñar con un anillo que lleva años gestándose en Philadelphia, con mucha paciencia y sobre todo, mucha confianza en “The Process”. Debutó con 27 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias, pero no solo eso, sino que rentabilizó muy bien sus ocasiones y eligió muy bien sus tiros.

Mucho mejor fue el segundo encuentro ante New York Knicks, donde entre Embiid y Harden sumaron un brutal 66+19+19, cumpliendo el primer triple doble del escolta, que ya sonríe en su nuevo hogar. Los Sixers son los terceros clasificados ya en la Conferencia Este, y comienzan a mirar cada vez con más avaricia ese primer puesto que ostentan los Heat, y que les podría dar muchas ventajas de cara a los playoffs.

Los reyes de los tiros libres

Es bien conocido por todos que James Harden es un experto de los tiros libres, no tanto por su tremenda eficacia desde la línea personal, que también, sino por la pericia a la hora de provocar que los rivales no tengan más remedio que hacerle la falta para impedirle que progrese, como lleva haciendo tantas temporadas desde que llegar a la NBA.

Pero no queda ahí la cosa, y es que en Sixers está nada más y nada menos que el hombre que tira más tiros libres por minuto. La ostentación no es poca cosa, pero es que no es solo de la temporada el promedio que lleva el nombre de Embiid, sino que se refiere a toda la historia. Joel Embiid es el jugador que más tiros libres lanza por minuto de la historia. Y no tiene malos porcentajes el camerunés, pues en la propia victoria en Nueva York, logró un más que sobresaliente 23/27, que se suma a un 10/10 de Harden y les convierte sin ninguna oposición en la pareja de moda de la NBA.