El pívot americano Garrett Stutz será la gran referencia del conjunto verdinegro en la pintura en esta nueva temporada. Si algo echaba en falta la afición verdinegra desde hace años, era tener un pívot alto, corpulento e intimidante, y este verano ha llegado uno con esas facetas. En los pocos partidos de pretemporada ya ha demostrado que tiene anotación y que todo lo que puede machacar lo machaca, sin ningún tipo de problemas.
Stutz se formó en la Universidad de Michita State (2008-12), allí coincidió con el exverdinegro Clevin Hannah. Tras sus años universitarios, el jugador probó suerte fuera de América y se marchó al Anyang coreano, aunque finalizó la temporada en los Red Claws de la NBA D-League. Su llegada a Europa se produjo en el 2013, año en el que fichó por el Slupsk polaco (promedió 12'6 puntos y 7'1 rebotes), tras su buen año en Polonia, la temporada siguiente fichó por el Nymburk, el campeón de la República Checa. Y tras su paso por tierras checas (en dónde fue campeón de liga), firmó por el Minsk de la poderosa VTB League, allí promedió 13'9 puntos, 7 rebotes y 16 de valoración, además de hacer dobles dígitos en 18 de los 25 partidos que jugó.
Aportará el poderío físico que le hacía falta al club, mide 2'13 metros y pesa 115 kg. Un pívot con mucha corpulencia que dará anotación en ataque e intimidación en defensa, lo que hacía falta desde hace alguna temporada y que el año pasada se perdió definitivamente con la marcha de Sitapha Savané, que aunque no fuera muy alto aportaba intimidación y también puntos, justo lo que espera la afición de Stutz.
El nuevo pívot verdinegro promedió en la liga del este 13'9 puntos y 16 de valoración. Anthony Randolph, nuevo jugador del Real Madrid y ex del Lokomotiv Kuban, promedió en esta misma liga la pasada temporada 16'90 de valoración.