En el primer sábado de NBA se jugaron nada más y nada menos que 11 partidos. Uno de los menos llamativos a priori fue el que enfrentó a los Magic de Orlando y a los Nets de Brooklyn. Fue un partido muy igualado en el que los cambios de ventajas en el marcador eran frecuentes.

En medio de la locura anotadora de ambos equipos surgió una figura que se alzó sobre las demás: Nikola Vucevic. El montenegrino cuajó un partido que recordará seguro durante toda su vida. Lanzó 22 veces a canasta de las cuales anotó 17 para convertir un total de 41 puntos. Lo mejor de todo es que el pívot lanzó 8 veces desde la línea de tres, convirtiendo ¡6 triples! Un jugador que, con sus características físicas y posicionales, tuvo un 75% de acierto en triples. Consiguió su máximo anotador y capturar además 12 rebotes, menos sorprendentes dentro de la costumbre que tiene Nikola. Datos muy sorprendentes ya que en toda la temporada pasada anotó 23 triples de los 75 que intentó, un 30'5% que en el primer partido contra los Miami Heat se quedó en nada al fallar todos sus intentos.

Todo el mundo conocía las facultades ofensivas del pívot de Orlando. Buen movimiento de pies, juego variado de fintas, ganchos muy largos, tiro tras salir de una pantalla, buen juego en el poste alto y sobre todo en el poste bajo, etc. Pero jamás, como es obvio, tuvo una noche tan exitosa en el triple. Con ello entró en la historia de los Magic al incorporarse al club de jugadores que han conseguido un 40-10 en puntos y rebotes junto a leyendas como Tracy McGrady, Shaq O'Neal y Dwight Howard. El futuro dirá si el líder de la franquicia empuja a compañeros como Simmons, Terrence Rose o Aaron Gordon a la senda de las buenas actuaciones.