Según al Real Academia Española (RAE), un pionero es:

1. m. y f. Persona que inicia la exploración de nuevas tierras.

2. m. y f. Persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana. U. t. c. adj.

El ciclismo español tuvo dos. Uno de ellos fue Federico Martín Bahamontes, primer español en ganar el Tour de Francia en 1959. El otro, injustamente menos conocido debido a la poca atención que se presta a clasicómanos y esprínteres en nuestro país, fue Miguel Poblet, cuyo palmarés fue igual o mejor que el de El Águila de Toledo.

Miguel Poblet i Orriols nació en la ciudad catalana de Montcada i Reixac el 18 de marzo de 1928. Su padre, Enrique Poblet, adquirió una tienda de bicicletas y, a su vez, inició a su hijo en el ciclismo. Miguel demostró desde joven aptitudes para el deporte de las dos ruedas, convirtiéndose en ciclista profesional en la prematura edad de 16 años. Entonces, solamente disputaba carreras regionales, hasta 1955, cuando se abrió más allá de los Pirineos.

Pese a irse a Italia, Poblet volvía a menudo para disputar la Volta. | Fuente: Volta Ciclista a Catalunya
Pese a irse a Italia, Poblet volvía a menudo para disputar la Volta. | Fuente: Volta Ciclista a Catalunya

En 1955, Poblet debutó en el Tour de Francia y ganó la primera etapa, siendo el primer ciclista español en llevar el maillot amarillo del Tour. Pese a perderlo al día siguiente, Poblet volvió a tener su momento de gloria en ganar la última etapa en París.

Sin embargo, fue en 1956 cuando Poblet adquirió el estatus de estrella en el ciclismo profesional. Debutó en el Giro de Italia, donde, pese a abandonar, ganó hasta cuatro etapas, comenzando un idilio con la Corsa Rosa e Italia. Disputó también la Vuelta España y el Tour de Francia y ganó tres y una etapas, respectivamente, convirtiéndose el primer ciclista de la historia en ganar al menos una etapa en las grandes vueltas en un mismo año. Esta gesta solamente ha podido ser repetida en dos ocasiones, de la mano de Pierino Baffi dos años después y la última vez que alguien lo logró fue Alessandro Petacchi en 2003.

En 1957, ya un ídolo en Italia, Poblet fue a más y, junto a otras cuatro victorias de etapa en el Giro, se hizo con la sexta posición en la clasificación final gracias a sus buenas dotes como contrarrelojista y escalador. Poblet, además, se convirtió en el primer español en ganar la Milán-San Remo y la Milán-Turín.

Poblet (izquierda) ganó 4 etapas en el Giro 1957. | Fuente: Giro de Italia
Poblet (izquierda) ganó 4 etapas en el Giro 1957. | Fuente: Giro de Italia

El pinchazo

Este romance entre Poblet y la Corsa Rosa continuó a lo largo de los próximos años. La Flecha Amarilla, como era conocido gracias a su velocidad y al color del maillot de su equipo, el Ignis, consiguió otras doce etapas del Giro de Italia y otros dos sextos puestos en la clasificación final. Esas veinte victorias, le convirtieron en el decimoprimer ciclista con más victorias de etapa en el Giro, junto a grandes ciclistas italianos como Guiseppe Olmo o, de nuevo, Alessandro Petachi.

Sin embargo, aquello pudo haber ido a más. En 1958 ya era toda una estrella del ciclismo profesional, considerado uno de los mejores ciclistas de su generación, además de ser uno de los más completos. Por aquel entonces, Poblet ya había ganado en las tres Grandes Vueltas, tenía una Milán-San Remo y había subido en el podio de la París-Roubaix, siendo, junto a Juan Antonio Flecha, el único español que ha conseguido subirse en el podio del Infierno del Norte.

Después del meritorio sexto puesto logrado en 1957 en el Giro, Poblet tuvo la oportunidad al año siguiente de ser el primer español en subirse al podio de la Corsa Rosa. No obstante, un fatídico pinchazo en una etapa de montaña en los Dolomitas le impidió subirse al podio. En aquella época, un pinchazo suponía la pérdida de valiosos minutos que, como le sucedió a Poblet, eran vitales para conseguir una buena posición general. Poblet terminó de nuevo en sexta posición, a cinco minutos exactos del tercer clasificado, el luxemburgués Charly Gaul y una posición por delante de otro español, el vizcaíno Jesús Loroño.

Un pinchazo le supuso la pérdida del podio | Fuente: PRC
Un pinchazo le supuso la pérdida del podio | Fuente: PRC

Sancho Panza, como también era conocido debido a su baja estatura, supo reponerse de aquel revés y ganó la 16ª etapa y las dos últimas. Además, aquel año logró también una segunda posición en el Giro de Lombardía, además de importantes victorias en Italia, Francia y Bélgica.

La leyenda

En 1959, con ya once etapas del Giro, una Milán-San Remo y muchos otros grandes resultados en su haber, el palmarés del ciclista de Montcada i Reixac siguió creciendo. Siguiendo la estela de lo que había hecho en años anteriores, Poblet ganó su segunda Milán-San Remo y, por tercera vez consecutiva, volvió a ser sexto en el Giro de Italia, logrando otras tres etapas.

Al año siguiente, La Flecha amarilla volvió a llevarse tres etapas en la gran vuelta italiana, dos de ellas contrarrelojes. En una de ellas, de poco más de dos kilómetros, empató a tiempo con el francés Jacques Anquetil, cinco veces vencedor del Tour, quien ganó aquella edición del Giro de Italia.

En 1961, en su última participación en la Corsa Rosa, Poblet venció de nuevo en tres etapas. Ganó las dos primeras etapas, lo que le llevó a enfundarse la maglia rosa durante la primera semana de carrera. Y para despedirse de su carrera preferida, la cual llevaba disputando ininterrumpidamente desde 1956, ganó la última etapa en Milán, otra de sus ciudades fetiche.

Poblet fue uno de los ciclistas más rápidos y existosos de su época | Fuente: Marca
Poblet fue uno de los ciclistas más rápidos y existosos de su época | Fuente: Marca

Aunque su palmarés es increíble, Poblet fue algo más de lo que éste refleja. Miguel Poblet i Orriols fue uno de los primeros ciclistas españoles que tuvo el valor de salir más allá de las fronteras ibéricas y triunfar. Fue un pionero, un explorador del ciclismo. Sin embargo, sus victorias, muy valoradas en otros países como Italia, parecen no serlo en España.

El 22 de mayo se cumplirán 60 años de  su primera victoria en el Giro de Italia. Es hora, pues, de que se empiece a reconocer la valentía que tuvo Poblet y lo que ella supuso, siendo uno de los primeros ciclistas en situar a España dentro del ciclismo mundial.