9 años. Menos de una década. Eso es lo que ha tardado Red Bull en entrar de lleno en la historia de la Fórmula 1 y dejar su huella para siempre con monoplazas imbatibles como el RB7 o la última versión de un RB9 a la que nadie pudo plantar cara. 9 años de historia que empezaron en 2005 de la mano de Dietrich Mateschitz, fundador de la marca de bebidas energéticas Red Bull.

El inicio de la historia de Red Bull en la Fórmula 1 data del año 2005, pero hay que irse más atrás en el tiempo y llegar hasta 1997 para ver el auténtico inicio de esta escudería. Los orígenes del equipo se remontan a la escudería creada por Jackie Stewart: Steward Grand Prix, un equipo que comenzó a correr en 1997. En junio de 1999, Ford compró el equipo creado por Steward y corrió bajo el nombre de Jaguar a partir de la temporada 2000 del Mundial de Fórmula 1. A pesar de no estar entre las grandes escuderías, como Ferrari o McLaren, se consideró su inicio como bastante exitoso, con una carrera ganada en 1999 en el Gran Premio de Europa en Alemania. No obstante, los numerosos cambios técnicos y administrativos (incluyeron la contratación de personalidades como Niki Lauda o Bobby Rahal), y el intento fallido de atraer al diseñador Adrian Newey, provocó que no se volvieran a alcanzar los logros conseguidos de la era Stewart.

A raíz de los decepcionantes resultados obtenidos por el equipo Jaguar, Ford anunció su retirada tras la temporada 2004 de Fórmula 1, quedando la escudería huérfana. Fue entonces la oportunidad de oro para Dietrich Mateschitz, el multimillonario propietario de Red Bull, una marca de bebida energética.

TEMPORADA 2005, LOS PRIMEROS PASOS EN LA CATEGORÍA

Un 15 de noviembre de 2004, la marca de bebidas energéticas Red Bull anunciaba que había adquirido la escudería Jaguar por cerca de 110 millones de dólares. Mateschitz pasaba a tener su propio equipo en la máxima categoría automovilística tras haber sido socio de Sauber, cuya relación con el equipo suizo se deterioró cuando el austriaco se negó en la contratación del entonces joven e inexperto Kimi Raikkonen. Tras ello, Dietrich Mateschitz vendió sus acciones en Sauber y se hizo con Jaguar.

Comenzaba así su andadura por la Fórmula 1. Para esa primera temporada, el equipo seguiría utilizando los motores Cosworth que llevaba el Jaguar, tendrían su sede en Milton Keynes (Inglaterra) y el jefe del equipo pasaría a ser Christian Horner. Junto a Horner, a los mandos seguirían Tony Purnell y David Pitchforth y se mantuvieron a otros miembros de Jaguar como Günther Steiner e Ian Pocock. Por otro lado, los primeros pilotos de la escudería fueron el veterano David Coulthard, elegido como primer piloto y como segundo piloto dudaron entre Vitantonio Liuzzi, Scott Speed y Christian Klien, siendo finalmente el austriaco Klien el que se subiría al RB1, como se bautizó el primer monoplaza austriaco. A pesar de esta elección, tanto él como Liuzzi, el favorito de Horner para el puesto, se repartirían el segundo asiento durante parte de la temporada.

El RB1 fue el primer monoplaza de la escudería, pero no fue creado por el equipo. Jaguar a final de la temporada anterior ya tenía preparada parte de su monoplaza para 2005, por lo que tras la compra, el diseño se lo quedó Red Bull. Es decir: el RB1 era exactamente el R5 que Jaguar había preparado para esa temporada, con los mismos motores Cosworth. Lo que ocurrió con este primer monoplaza de Red Bull se podría semejar a lo que ocurriría años más tarde con la retirada de Honda y la posterior compra de Brawn.

El 6 de marzo de 2005 comenzaba la andadura de Red Bull por los circuitos, empezando en el trazado de Albert Park (Australia), siendo un Gran Premio bastante exitoso para los austriacos. David Coulthard terminaría en una meritoria cuarta posición, por la séptima plaza de Klien, terminando en zona de puntos ambos pilotos en el que fue el debut de Red Bull en la Fórmula 1. La racha de buenos resultados duraría hasta Mónaco, un Gran Premio donde se vería la cara más comercial de la marca de la bebida energética. Con una decoración especial, la escudería patrocinaba la recién estrenada película de George Lucas, Star Wars: episodio III – La venganza de los Sith.

El equipo decidió cumplir con el contrato que tenían previsto con Liuzzi. El italiano correría los grandes premios de San Marino, España, Mónaco y Europa, donde sólo puntuó en su carrera debut, San Marino. En Canadá volvería Klien para no soltar el asiento en lo que quedaba de temporada, consiguiendo entre los tres pilotos un total de 34 puntos, dándole al equipo la séptima plaza en el Mundial de Constructores el año de su debut. Un inicio bastante prometedor en comparación con lo conseguido años anteriores en Jaguar.

Finalizando el año, llegarían más noticias para Red Bull. El dueño de la bebida energética, Dietrich Mateschitz adquirió otra escudería, Minardi, para la cual tentó a su compatriota Gerhard Berger (expiloto de la categoría y director de BMW Motorsport) para que pasase a dirigir la nueva escudería llamada Toro Rosso (Red Bull en italiano). A su vez en noviembre de ese mismo año se anunciaba la contratación para Red Bull del diseñador Adrian Newey, que venía de McLaren.

TEMPORADA 2006, MAL AÑO PERO CON PRIMEROS RESULTADOS

Completada la primera temporada con grandes resultados, Red Bull se encaraba ante una temporada en la que se enfrentaban al desafío de diseñar su primer monoplaza, el RB2, un coche que a la postre no lograría alcanzar las expectativas puestas en él.

Esa temporada Red Bull seguiría con sus dos pilotos de la campaña anterior, David Coulthard y Christian Klien, pero esta vez, el RB2 utilizaría motores Ferrari en vez de los Cosworth. Un monoplaza que sin duda alguna fue mucho peor de lo esperado en Milton Keynes. Malo en clasificación y peor en carrera, sólo consiguieron puntuar en 7 de las 18 carreras a las que estaba previsto que se disputara la temporada.

El comienzo fue bastante decepcionante, consiguiendo sólo dos puntos en las seis primeras carreras. A pesar de este mal inició, en Mónaco llegaría el primer podio de la escudería austriaca, de la mano del escoces David Coulthard, que se vio beneficiado por el abandono de su compañero Klien. Un Gran Premio de Mónaco, en el que una vez más, como la temporada anterior, Red Bull patrocinaba una nueva película, en esta ocasión Superman Returns de Bryan Singer. En la ceremonia del podio se pudo ver a Coulthard subir a por su trofeo con una capa de Superman.

A falta de tres carreras, Red Bull decidía bajar a Christian Klien y poner en su puesto al holandés Robert Doornbos. Este cambio que no resulto muy gratificante para la escudería de Milton Keynes, ya que no consiguió puntuar en ninguno de los tres grandes premios en los que participó, aunque cabe destacar que el holandés metió al RB2 en la Q3 del Gran Premio de China, un hecho bastante meritorio viendo el rendimiento del Red Bull en las clasificaciones de aquel año.

Al final de esa temporada, el equipo cosechó un total de 16 puntos frente a los 34 de la primera temporada, manteniendo a pesar de ello la séptima posición en el mundial de Constructores.

Pese al fracaso de 2006, la escudería había conseguido dos grandes fichajes con visión de futuro. Uno de ellos fue el siempre efectivo Adrian Newey, anterior jefe técnico de McLaren. El otro fue Peter Prodromou, ex jefe de aerodinámica también en McLaren. En cuanto a los motores, tras no salir bien la jugada con Ferrari, en Red Bull decidieron dar el cambio hacia Renault, que había logrado el Campeonato del Mundo los dos años anteriores, proveedor de motores que aún conservan en Milton Keynes.

TEMPORADA 2007, LA FIABILIDAD COMO TALÓN DE AQUILES

En 2007 Red Bull contrató a Mark Webber, que venía tras dos temporadas desastrosas en Williams. El australiano volvía a Milton Keynes tras su paso por Jaguar en 2003 y 2004 y junto a David Coulthard, formarían la alineación de los toros rojos para esa temporada. Por su parte Klien abandonaba Red Bull tras dos temporadas en la escudería austriaca, el de Hohenems terminó como piloto probador en Honda.

Tuvieron que esperar hasta España para conseguir los primeros puntos de la temporada, gracias a una quinta plaza de Coulthard, gran premio en el que más tarde fueron investigados por un supuesto alerón trasero ilegal. Hecho que no pasó a más y conservaron la quinta plaza del escoces. Más tarde, en el caótico Gran Premio de Europa de 2007, Mark Webber se haría con el primer y único podio del año tras la intensa lucha de Fernando Alonso y Felipe Massa. La suerte no estuvo de su parte en Fuji, durante la disputa del Gran Premio de Japón, donde fue arrollado por un joven Vettel cuando marchaba en segunda posición.

En julio de ese mismo año, durante la disputa del Gran Premio de Gran Bretaña, cabe destacar la decoración que ofrecieron en Red Bull, donde los RB3 lucieron un monoplaza empapelado con las caras de la gente que había donado dinero para la asociación benéfica Wings for Life.

El RB3 fue el primer monoplaza diseñado por Newey para la marca de bebidas energéticas, el coche mejoró notablemente su rendimiento frente a su predecesor. Había creado un monoplaza rápido en clasificación y consistente en carrera, pero con un talón de Aquiles: la fiabilidad. Entre ambos pilotos abandonaron un total de 14 carreras. Problemas en la transmisión, en los frenos, sistema hidráulico, motor y diferencial provocaron este gran número de abandonos, completando solo cuatro grandes premios ambos coches. Hartos de tanto abandono, a mitad de temporada ficharon a Geoff Willis, antiguo aerodinamicista en escuderías como Williams u Honda, para solventar el problema de los abandonos.

Pese a solventar los problemas de fiabilidad para las últimas carreras, el equipo consiguió un total de 24 puntos para terminar el año en quinta posición a tan sólo nueve puntos del cuarto clasificado aquel año, Williams.

TEMPORADA 2008, MAL AÑO Y VICTORIA DEL FILIAL

Para la temporada 2008, el equipo decidió mantener a sus dos pilotos una temporada más, además de contratar al joven suizo Sebastien Buemi como piloto de pruebas. El RB4 fue un monoplaza rápido y fiable, pero algo frágil. En las primeras carreras algunos leves toques con otros monoplazas provocaban la desintegración del Red Bull. La FIA intervino al ver lo inseguros que eran los monoplazas, problema que se acabó solucionando. Más tarde Newey creó la famosa ‘aleta de tiburón’ que acabaron utilizando todas las escuderías excepto McLaren y BMW.

A pesar de este contratiempo, el inicio del campeonato fue bastante bueno para los de la bebida energética, con Webber en zona de puntos en cinco de las seis primeras carreras. Más tarde y tras dos años de vacío, Coulthard conseguía un nuevo podio, el tercero de la historia del equipo, en Canadá, una carrera que ganaría Robert Kubica en el mismo escenario en el que un año atrás sufría uno de los accidentes más terribles de su carrera.

A partir de este momento, la escudería austriaca se relajó y se empezó a centrar en el monoplaza de 2009, temporada en la que se cambiaba el reglamento. Centrados en 2009, en Red Bull se estancaron e incluso fueron superados por su filial, Toro Rosso, quien de la mano de un joven talentoso Sebastian Vettel conseguían en Monza el primer triunfo de la historia de Toro Rosso, estrenando antes que la escudería principal el casillero de las victorias.

David Coulthard anunciaba en Gran Bretaña su retirada a final de temporada en Brasil, fin de semana en el que su monoplaza luciría una decoración especial como motivo de su despedida de la competición. Despedida que no fue como él mismo esperó debido a que en la salida fue embestido primero por Rosberg y a continuación por Nakajima, dando fin a 15 temporadas en la Fórmula 1.

Red Bull finalizó aquel año en séptima posición, por la quinta de la temporada anterior, pero con más puntos, 29 en total, incluso siendo superados en la clasificación de constructores por su escudería filial, Toro Rosso, con 39 puntos.

TEMPORADA 2009, AL ACECHO DE LOS CAMPEONES

Con David Coulthard retirado, Red Bull decidió subir a Sebastian Vettel a la escudería principal, piloto que había sido culpable de la primera Pole y victoria de Toro Rosso la temporada anterior. Con el recién ascendido, la alineación de Red Bull para 2009 se formaba con Vettel y Webber a los mandos del nuevo RB5. Un monoplaza que Vettel apodó como ‘Kate’ en un inicio de conocer todos la afición que compartía el piloto alemán en ponerle nombres de chicas a su monoplaza, un nombre que a la postre durante esa temporada acabaría llamando ‘Kate's dirty sister’. Su compañero, Mark Webber, no comenzaba la temporada de la mejor manera. En noviembre de 2008 era arrollado por un todoterreno durante el transcurso de un acto benéfico, sufriendo una factura en una pierna, perdiéndose parte de la pretemporada.

Pronto se vio que el RB5 era un coche que guardaba un gran potencial, una obra de arte creada por Adrian Newey que consiguió superar a los imbatibles Brawn GP y a los otros equipos que utilizaban el polémico doble difusor. Hecho que fue toda una sorpresa en Milton Keynes, ya que ellos mismos afirmaban que esperaban luchar por el ‘Top 10’ cuando para su asombro acabarían luchando por el campeonato.

Tras un inicio arrollador de Brawn GP y Button, donde ganaron seis de las siete primeras pruebas, Vettel irrumpió en la tercera carrera del año, el Gran Premio de China, para hacerse con la primera Pole, y al día siguiente, primera victoria del equipo Red Bull Racing en la historia de la Fórmula 1. El podio aquel día lo completaría Mark Webber, cosechando un gran resultado para los austriacos. Aquel día en la ceremonia del podio de China sonó el himno británico, lo que generó la protesta de Red Bull, que pese a tener su sede en Inglaterra, compite como escudería de Austria.

Red Bull de nuevo cortaría la racha de Button en Inglaterra, donde conseguirían una nueva victoria de la mano de Vettel. Gran Premio que fue el punto de inflexión de la temporada para los de la bebida energética que pasarían a usar un morro más ancho. Un Gran Premio más tarde en Alemania, Webber conseguiría la que sería su primera victoria en la categoría reina del automovilismo. Newey fue capaz de diseñar un coche, sin doble difusor, que funcionó a las mil maravillas en todos los circuitos.

Los austriacos se proclamaron subcampeones del Mundo de Constructores, mientras que Vettel haría lo mismo en el de pilotos, con un total de cuatro victorias y tres podios más. Su compañero Mark Webber completaría la temporada en cuarta posición con dos victorias y seis podios. Sólo una serie de abandonos privaron a Sebastian Vettel de hacerse con el campeonato ese año.

TEMPORADA 2010, EL INICIO DE UNA ERA

Tras terminar la temporada de 2009 como el mejor equipo, reconocidos además como el campeón moral, sin ayudas ni dobles difusores, los austriacos se convirtieron por méritos propios en favoritos de cara al mundial de 2010, donde volverían a contar con sus dos pilotos titulares, Sebastian Vettel y Mark Webber.

La previsión de favoritos comenzó a cumplirse muy pronto. Red Bull seguía la línea de la temporada anterior y había conseguido, gracias a Adrian Newey, un monoplaza rapidísimo, bautizado como RB6, un monoplaza que Vettel apodó como ‘Randy Mandy’. Pero el Red Bull volvía a mostrar sus carencias en materia de fiabilidad. De hecho, tras hacerse en la primera carrera del año con una Pole muy autoritaria, un problema en el escape dejó en bandeja la primera victoria de la temporada a un Fernando Alonso que estrenaba su palmarés con Ferrari.

No fue hasta el tercer gran premio, en Malasia, cuando consiguieron la primera victoria de la temporada. Dos semanas más tarde en China llegaron las dudas al seno de la bebida energética, nueva Pole, pero resultados nefastos en carrera (sexto Vettel y octavo Webber). Para el alivio de los austriacos, Mark Webber se haría con las victorias en las dos siguientes carreras. La superioridad impuesta por Red Bull era aplastante, sobre todo en la jornada del sábado, donde a una vuelta el Red Bull era imparable.

En Turquía llegaría un momento clave en la temporada. Sebastian Vettel y Mark Webber chocaron en carrera, provocando el abandono del alemán y abriendo consigo la caja de pandora en Estambul. En Red Bull no podían creer lo que habían visto y el alemán al abandonar su coche realizó gestos insinuando la locura de su compañero. Red Bull recibió numerosas críticas, explicando que no tenían un piloto número uno aclarado.

Más tarde Vettel se quitó la espina clavada en Turquía ganando el Gran Premio de Europa, justamente antes de una nueva victoria de Webber en Gran Bretaña. Una victoria que volvió a abrir el debate del piloto número uno del equipo. En la jornada del sábado, la escudería le daba el alerón nuevo de Webber al alemán tras este haber roto el suyo en los Libres. El domingo, Webber se haría con la carrera, celebrando la victoria con el siguiente mensaje por radio: “Buen trabajo chicos, no está mal para ser el piloto número dos ¿no?”.

Mark Webber se situaba líder del mundial por aquel entonces, cosechando además una victoria en Hungría. Vettel por su parte comenzó a conseguir grandes resultados que le mantenían en la lucha por el campeonato. Más tarde, a falta de cuatro carreras, antes del Gran Premio de Japón Webber sufría un accidente de bicicleta. Sin embargo, pese a este contratiempo, haría doblete en la victoria de su compañero en tierras niponas.

La mala suerte acompañó a Red Bull dos semanas más tarde en Corea, el abandono de ambos pilotos en el trazado coreano daba vía libre a Fernando Alonso hacía el título, a falta de sólo dos carreras. No se decidían en Red Bull por el trato a favor de uno de sus pilotos, lo que les pudo costar el campeonato, como le pasó a McLaren en 2007. Llegaba Brasil, penúltima prueba del mundial y conseguían un nuevo doblete a favor de Vettel, pese a que el australiano estaba segundo en el mundial.

Se proclamaban ese Gran Premio en Campeones del Mundo de Constructores por primera vez en su corta historia. Habían creado un monoplaza superior al resto, pero el campeonato aún no había terminado. Abu Dabi fue el escenario para el desenlace. Un toque de Webber contra un muro provocó una temprana parada, para a su vez, servir de enganche a Fernando Alonso y Ferrari, que entraron a cubrir posición con Webber, una estrategia errónea a la postre, ya que el español no pudo con Petrov en toda la carrera, dejando en bandeja el título a un joven Sebastian Vettel que lideraba con soltura la última carrera. Convirtiéndose en el Campeón más joven de la historia de la Fórmula 1. Tanto Sebastian Vettel como Christian Horner salían victoriosos tras una temporada completa llena de críticas en la que estuvieron cerca de perder el título de pilotos.

TEMPORADA 2011, RED BULL RIZÓ EL RIZO

Red Bull había alcanzado la cima en la Fórmula 1, había conseguido ambos títulos, tanto de pilotos como de constructores, por lo que una temporada más se presentaban como favoritos al ganar ambos campeonatos. Tanto Sebastian Vettel como Mark Webber seguirían un año más como pilotos de la escudería austriaca.

Para la temporada 2011, Red Bull presentó la nueva joya de Newey, el RB7, a la que Seb dominó como ‘Kinky Kylie’. El 2011 fue hasta la fecha, la temporada más exitosa de la escudería austriaca, revalidaron ambos campeonatos con una indiscutible superioridad. Los datos hablan por sí solos, en términos de Poles, cosecharon un total de 18 de las 19 posibles, 15 por parte de Sebastian Vettel, mientras que su compañero Webber se llevó las tres restantes. En la jornada de domingo no dominaron tanto, pero se llevaron entre ambos pilotos 12 de las 19 victorias (11 Vettel y una Webber).

El RB7 se mostró intratable durante todo el año sin dar opción a ninguno de sus rivales, sobre todo la jornada de los sábados, donde la única Pole que no fue a parar al box austriaco se la llevó el inglés Lewis Hamilton y su McLaren MP4-26 en el trazado de Corea. De resto los de la bebida energética se llevaron los dos campeonatos con más de 100 puntos de diferencia sobre su primer perseguidor. Vettel se ganó aquel campeonato en el Gran Premio de Japón, con cuatro carreras aún por disputarse.

TEMPORADA 2012, FIN A LOS ESCAPES SOPLADOS

Con los mismos pilotos y dos campeonatos a sus espaldas, Red Bull volvería a ser el referente una temporada más. Esta vez el RB8, o ‘Abbey’ para Sebastian Vettel, daría un bajón en su rendimiento en comparación con el RB7 de la temporada pasada. La principal causa se pudo ver en la prohibición de los escapes soplados, la principal arma de los austriacos.

Tras dominar los sábados de 2011 con total superioridad, en la primera clasificación del año Red Bull mostró sus carencias al conseguir únicamente un quinto y sexto puesto respectivamente por parte de Vettel y Webber. Terminando al día siguiente la carrera en segunda y cuarta posición.

La temporada no comenzaba como los de la bebida energética esperaban, una victoria de Vettel en Bahréin y dos de Webber en Mónaco y Gran Bretaña (carrera en la que además los Red Bull volvieron a lucir nueva decoración empapelado con las caras de la gente que habían donado dinero para la asociación benéfica Wings for Life, como ya harían en 2007) hacían presagiar lo peor en Milton Keynes. Fernando Alonso aventajaba al piloto alemán con prácticamente dos carreras de ventaja y veían como se les escapaba el campeonato de pilotos.

Pero Newey se las ingenió para evolucionar el coche hasta conseguir los resultados esperados, una evolución que les catapultaría hasta el tricampeonato. Vettel encadeno victorias desde Singapur hasta la India, consiguiendo un total de cuatro que le acercaban al primer clasificado por aquel entonces, Fernando Alonso con su F2012.

Red Bull conseguía en la penúltima carrera del año, Austin, la tercera corona de constructores, mientras Vettel había superado a Alonso en la clasificación de pilotos a falta aún de la última prueba. En Brasil se concluiría el campeonato, dando para el ganador el tricampeonato más joven de la historia de la Fórmula 1. Vettel partía con ventaja aquella carrera, pero se vio involucrado en un accidente con Bruno Senna que le relegaba a la última posición. Una buena actuación y la ayuda de una alocada carrera bajo la lluvia le sirvió para ascender hasta la sexta posición y hacerse así con su tercer campeonato consecutivo.

Una vez más lo habían conseguido, tres dobletes consecutivos que provocarían que en 2013 todas las miradas fueran puestas en ellos. Seguirían un año más con Vettel y Webber como pilotos.

Red Bull a través de su canal de YouTube proporcionó un vídeo en el que resumía su historia de 2005 a 2012:

TEMPORADA 2013, BROCHE DE ORO AL FIN DE LA ERA V8

Tras tres campeonatos en los que el equipo Red Bull Racing en general y Sebastian Vettel en particular habían conseguido todos los objetivos, el personal del paddock se preguntaba si los chicos de la bebida energética aún tenían hambre y motivación para conseguirlo de nuevo.

Red Bull presentaba al público un vídeo de la creación de su nueva joya, el RB9 o como lo llamó Vettel ‘Hungry Heidi’, a través de un video en su canal de YouTube. Un monoplaza que a priori tras lo visto en pretemporada parecía no ser capaz de seguir el ritmo de sus rivales. Al comienzo de la temporada en Australia así fue, a pesar de dominar la clasificación el sábado, el domingo en carrera, una excesiva degradación de los neumáticos provocaban un bajón de rendimiento los domingos para el RB9 de Adrian Newey.

Una semana más tarde llegaría uno de los momentos más tensos de la temporada en Red Bull, Sebastian Vettel hacía caso omiso a las órdenes dictadas por su equipo de mantener posición con su compañero Webber, que lideraba la carrera. Hecho que provocó la victoria del alemán y uno de los enfrentamientos más bonitos de la temporada.

A pesar de la victoria en tierras malayas y la posterior en Bahréin, el Red Bull no parecía encontrar el ritmo en carrera a causa de la degradación de los Pirelli. Hasta que el caos se apoderó del gran circo en Gran Bretaña donde hasta cinco pilotos reventaron sus neumáticos, provocando una gran inseguridad, por la que Pirelli decidió volver a usar las estructuras de la temporada 2012.

Desde este momento, gracias al cambio de los Pirelli y una gran mejora del monoplaza de la mano de Adrian Newey, Vettel encadenaría victorias desde el Gran Premio de Bélgica hasta la última bandera a cuadros de Brasil, consiguiendo un total de 9 rompiendo el record anterior de 7 victorias consecutivas de su compatriota Michael Schumacher.

De esta forma Sebastian Vettel a falta de cuatro carreras, durante la celebración del Gran Premio de la India ganaría su cuarta corona consecutiva, la cual celebró realizando unos ‘donuts’ en la línea de meta del Circuito Internacional de Buddhs, Red Bull al igual que su piloto ese fin de semana se proclamó en tetracampeón del mundo de constructores.

El 27 de junio de 2013, Webber anunciaba su retirada de la F1 al término de esa temporada, pasando a formar parte del equipo Porsche para las 24 horas de Le Mans. Asiento libre en la escudería de la bebida energética que se quedaría su compatriota, Daniel Ricciardo, ascendiendo de Toro Rosso como ya hizo años atrás Sebastian Vettel.

Tras los cambios reglamentarios introducidos en la Temporada 2009, el equipo Red Bull Racing ha sido el absoluto dominador, consiguiendo a lo largo de este lustro cuatro campeonatos de pilotos para Sebastian Vettel y de Constructores. La próxima temporada cambia de nuevo el Reglamento Técnico y son muchas las dudas acerca de cuál será el equipo que consiga acertar, aunque desde la fábrica de Red Bull Racing en Milton Keynes están concentrados en el diseño y desarrollo del futuro RB10, el próximo monoplaza que el diseñador Adrian Newey está preparando, y del que se espera que siga marcando la pauta el próximo año.

Uno de los elementos diferenciadores de la próxima temporada serán los nuevos propulsores V6 Turbo, y ahí Red Bull cree tenerlo todo bien atado con Renault, que ha sido gran artífice de los cuatro campeonatos y que tiene experiencia previa con los motores Turbo. Otro aspecto a tener en cuenta será la fiabilidad, que será sin duda la mayor preocupación del equipo austríaco durante las primeras pruebas de la temporada 2014.

Otra de las novedades la encontraremos en el apartado de pilotos, Daniel Ricciardo, que las dos últimas temporadas defendió los colores del filial Toro Rosso viene precedido con una buena reputación, sobre todo en clasificación, donde el joven aussie se ha mostrado muy fuerte. El equipo necesitará de todo el talento de Ricciardo para volver a conseguir el Campeonato de Constructores, mientras que se le exigirá estar continuamente en las posiciones delanteras. Para el Campeonato de pilotos, un año más Sebastian Vettel partirá como el gran favorito para alzarse con el que sería su quinto entorchado. Todo dependerá del nuevo RB10.

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