Este torneo comenzó con las correspondientes fases de grupos, que quedarían constituidos de la siguiente manera:

Grupo A

Alemania Federal, Irlanda del Norte, Checoslovaquia, Argentina

Grupo B

Francia, Yugoslavia, Paraguay, Escocia

Grupo C

Suecia, Gales, Hungría, México

Grupo D

Brasil, URSS, Inglaterra, Austria

Esta conformación es el resultado final al haberse enfrentado, en cada grupo, todas las selecciones entre sí; así pues, las dos primeras de cada grupo (en negrita), fueron las que se clasificaron para la siguiente fase del mundial, los temidos cruces, los cuartos de final.

En esta fase, Brasil con un joven Pelé eliminó por la mínima a Gales, en un partido arduo en el que a los brasileños les costó desplegar el juego de calidad que tantas veces han desplegado a lo largo de la historia.

Cartel del mundial celebrado en Suecia en 1958 | Foto UEFA

En el segundo partido, en el que se enfrentaron la selección de Francia y la selección de Irlanda del Norte, los galos sacaron el rodillo pasando literalmente por encima de su rival, con una actuación inmejorable de su delantero Just Fontaine, posterior máximo goleador del campeonato con trece dianas. El siguiente partido a vida o muerte enfrentaría a las selecciones de Alemania y Yugoslavia. Alemania, yendo de menos a más en el partido, logró una sufrida victoria por la mínima, haciéndose un hueco en las semifinales del torneo. El último partido, entre Suecia y la URSS, se decantaría a favor de los suecos, en un partido cómodo para ellos, siendo el resultado final un 2-0. Por lo tanto, ya quedaban conformadas las semifinales. La Brasil de Pelé, se enfrentaría a la Francia de Fontaine. En segundo lugar, Alemania se enfrentaría a la selección de Suecia. En la primera semifinal, Brasil comenzó ganando a los dos minutos del encuentro, gol al que respondió rápidamente Fontaine empatando el encuentro. A raíz de ahí, Brasil desplegó un juego de ensueño en el que anotó cuatro goles más. En los últimos compases del encuentro, Piatoni, jugador francés, maquillaría el resultado. Brasil pasaría a la final ganando por cinco tantos a dos a los siempre temidos Les Blues.

Balón con el que se disputó todo el torneo | Foto UEFA

En la segunda semifinal, Suecia remontaría un resultado adverso, ya que la selección alemana se adelantó con un tanto de Schäfer en el minuto 24 de partido. En el 32' de juego, los suecos empataron la contienda. En los últimos compases, cuando todos veían claro el empate, los suecos, de la mano de Gren y Hamrin, dieron la puntilla a la semifinal, haciéndose un sitio en la ansiada final. Esta, pareció un calco en algunos aspectos al partido en el que Brasil se enfrentó a Francia.

Once ideal del torneo | Foto UEFA

La anfitriona, la selección de Suecia, comenzó adelantándose en el marcador. Pocos minutos después, Brasil, que parecía necesitar ir por debajo en el marcador para despertar y así mostrar todo su potencial, marcó cinco goles seguidos, no dejando ninguna opción a su rival que, lo máximo que pudo hacer, fue maquillar el marcador en los últimos compases de la contienda. Brasil era la campeona del mundo. Era la primera vez que una selección no europea ganaba en territorio ajeno.

Alemania - Francia

El día anterior se disputaría el tercer y cuarto puesto entre dos grandes favoritas a alcanzar la gloria haciéndose con un título que se les escapó en el último partido disputado por ambas. En un partido de muchos goles, Francia marcó en todo momento el ritmo del partido, anotando primero.

Just Fontaine goleador galo | Foto UEFA

A raíz de esto, pocos minutos después Alemania lograría el empate, encontrando de nuevo la cara a la contienda. Pero después, los galos deslumbraron con un buen fútbol marcando cuatro goles consecutivos. Rhan recortaría distancias para los alemanes, pero por poco tiempo. Francia marcaría de nuevo y Alemania volvería a recortar distancias. El partido, a pocos minutos del final se encontraba con un 5-3 para Francia en el marcador, pero Alemania no se rendía y atacaba con fiereza. En los últimos minutos Fontaine, único jugador en marcar cuatro goles en un partido y hacerse con una cifra de trece tantos a lo largo de un solo torneo, marcaría dejando sin opciones e ilusión a Alemania, que veía como su trabajo de lucha se desvanecía por completo. Francia había conseguido ser el tercer clasificado de la Copa Mundial de la FIFA disputada en Suecia en 1958, y logrando una aplastante victoria frente a la que sería su némesis a lo largo de los años hasta la actualidad, ya que Les Blues, no ha sido capaz de volver a ganar a la selección germana en competición oficial.

Pelé ganando su primer mundial | Foto UEFA

Esto, alimenta aún más, si cabe, el morbo de ver a ambas selecciones enfrentándose por un puesto en la final de esta Eurocopa. Para más inri, parece que este torneo es el idóneo para romper las cadenas que encarcelan algunas selecciones, ya que Alemania nunca había logrado la victoria frente a Italia en competición oficial, y hace pocos días, después de un partido duro siendo la prórroga aún más, la tanda de penaltis, dictaminó lo contrario.