San José Earthquakes no tuvo contemplación con Vancouver Whitecaps en esta nueva fecha de la Major League Soccer. El conjunto dirigido por Dominic Kinnear se puso firme en el campo y demostró que esta temporada no será igual que la anterior. Es que el objetivo primordial, futbolísticamente hablando, será la sostenibilidad de la idea principal: mejorar el fútbol. Sin embargo, los pupilos de Kinnear deberán entender que en el fútbol un proceso es importante y no se deberán atolondrar con romper el molde en la Major League Soccer. Se sabe que cada temporada en la MLS será diferente debido al fuerte impulso digital, sobre todo en redes sociales, marketing y publicidad digital. Tal es así que llegaron jugadores de Argentina y de Europa (dos polos futbolísticos de referencia en el deporte mundial) para potenciar el producto del fútbol estadounidense.

Primer tiempo

El estadio de Avaya lucía colmado y con amplias expectativas de que los Earthquakes dieran cátedra de fútbol. Erik Hurtado y Nicolás Mezquida fueron los generadores de la primera emoción del partido. Hurtado marcó el primer gol de los Whitecaps y, posteriormente, Mezquida estampó el segundo gol. Hasta ese momento, el partido estaba a favor de los Vancouver Whitecaps y todo indicaba que el encuentro seguiría ese mismo hilo futbolístico. Sin embargo, la expulsión de David iba a marcar un punto de inflexión en el planteo táctica y, por ende, en la estrategia presentada por Dominic Kinnear.

Segundo tiempo

De repente y producto de una jugada de otro partido, Chris Wondolowski hizo temblar a todo el plantel de Vancouver Whitecaps, provocando el descuento a favor de San José Earthquakes. El golpe anímico (que implica una suerte de energía positiva desde el punto de vista psicológico y mental en cada uno de los jugadores) comenzó a erigirse como el puntal de la reacción. El complemento, hasta ese momento, fue la oportunidad o, mejor dicho, la reivindicación futbolística de San José Earthquakes. los segundos y los minutos que corrían sólo reflejaban pesimismo en el banco local, hasta que apareció el otro protagonista de la novela estadounidense: Nick Lima. El experimentado jugador clavó el empate y el partido tomó otro estadio y arrojó otra matiz en las gradas.

El empate dejaba conforme a ambos técnicos y los hinchas iban a ir a sus casas conformes con el empate, porque implicaba un negocio para ambos si se tiene en cuenta la tabla de posiciones de la Major League Soccer.  Pero en una situación límite y de amplia mejora futbolística, la figura excluyente de la cancha se hizo presente y convirtió el 3 a 2 a favor de los Earthquakes.

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