Especialmente tras la llegada de Pep Guardiola a la Premier League son muchas las voces que se alzan en las islas a favor del juego asociativo, conocido en España como tiki-taka. Es bien sabido que la cultura de fútbol inglés ramifica más hacia el juego intenso, aéreo, las transiciones y la velocidad. Pero, actualmente, qué triunfa en Inglaterra: ¿tiki-taka o el fútbol de toda la vida?

El tiki-taka puede triunfar allá donde vaya (Unai Valverde - @Valver_10)

Los logros del famoso estilo de juego perfeccionado, tal vez creado por el maestro Pep Guardiola, son evidentes a la par que impresionantes. Y es así como se ha abierto paso el técnico catalán: aplicando su estilo en todos los equipos que ha estado, pero siempre adaptándolo a las distintas características de las ligas; y es así también como ha hecho que el tiki-taka sea tan importante como impresionante allá donde él vaya. Está claro que ese estilo lo podrá tratar de implantar mucha gente, pero siempre irá unido a su persona, porque siempre estará presente el recuerdo de un juego extraterrestre que dominó el fútbol mundial. Y su último proyecto o proyecto actual es la ‘tikitakitación’ de la liga más distinta y cerrada del mundo, la Premier League inglesa.

Es evidente que el estilo de juego dominante en la liga inglesa, o en Inglaterra en general, es el balonazo largo a delanteros altos y corpulentos, y pelear el esférico en campo contrario siempre atentos a las caídas, o bien el de cerrarse atrás y salir a la contra como balas. Pero sea como fuere, no es el estilo de toque. Sin embargo, el juego de toque ya está demostrando que puede imponerse y que se impondrá al juego directo actual. Y es que el famoso tiki-taka es el estilo idóneo si se quiere plantear un partido para dominarlo y ganarlo, sin especular. Permite jugar a lo que el equipo propone, y que el rival se tenga que adaptar. Es la vía más razonable para ganar un partido y, de paso, para que la afición disfrute con ello. El equipo que juega a tocar desde atrás, domina, tiene el balón, decide cuándo y cómo atacar. Y eso otorga poder, confianza y hace crecer la química entre los miembros del equipo, y así lo demuestra el actual City de Guardiola.

Pep Guardiola da indicaciones. Foto: Zimbio
Pep Guardiola da indicaciones. Foto: Zimbio

Mientras tanto, el que juega directo no puede dominar un partido, y por eso tiene que salir a especular. Depende enormemente de la suerte, de los rechaces, de los balones parados o de la inspiración individual de sus jugadores ofensivos. Y es esto precisamente lo que dificulta de mayor manera que el juego de toque funcione en Inglaterra, las escasas ideas ofensivas del resto de equipos, que se "El que juega directo no puede dominar un partido, y por eso tiene que salir a especular"convierten en peligrosos si no se aplica bien la idea de juego de toque, que no es más que desarbolar al equipo contrario mediante el juego combinativo rápido y colectivo, adelantando mucho a los laterales, pero siempre protegiendo la portería con los jugadores que juegan por el medio. Pero, de la manera que lo está adaptando Pep, trabajando los balones aéreos para defenderse de los rivales y teniendo clara la presión tras pérdida, el toque se está poco a poco imponiendo, y los siguientes tendrán el camino hecho gracias a Pep. Y es así de simple, Guardiola gana porque juega bien, y juega bien porque tiene una idea: la de jugar bien. En lado opuesto están el United de Mourinho o el Liverpool de Klopp. Sus equipos ganan o cuando sus delanteros y portero están inspirados, o bien cuando tienen suerte en sus ataques. Y cuando esa ‘suerte’ ofensiva se acaba, pasan cosas como la de Huddersfield 2-1 Manchester United.

El juego directo está y estará en el ADN inglés (Francisco Bono - @iscobono)

Las últimas temporadas de la Premier League han dejado algo muy claro: el fútbol directo es el que manda. El Chelsea de Antonio Conte y el sorprendente Leicester City de Claudio Ranieri se encargaron de demostrar y remarcar que el pragmatismo es la mejor manera de alcanzar el trofeo más preciado del territorio inglés.

Desde la creación misma del fútbol, los ingleses han tenido una idea muy clara de cómo deben jugar sus equipos y bajo que estilo de juego, generando un ADN muy propio. Jonathan Wilson, en su libro La pirámide invertida: historia de la táctica del fútbol”, deja más que claro que los británicos siempre han inclinado por el fútbol directo.

"Los ingleses estaban convencidos de que cualquier cosa que no fuera cargar directamente sobre el objetivo era sospechosamente sutil y carente de hombría"

“Los ingleses estaban convencidos de que cualquier cosa que no fuera cargar directamente sobre el objetivo era sospechosamente sutil y carente de hombría”, comenta Wilson en un extracto de su obra literaria. A pesar de que han pasado ya décadas de la creación del deporte que más pasiones levanta en todo el mundo, el ADN del fútbol ‘pirata’ no ha cambiado. Para no irnos tan atrás en el tiempo, podemos ver que desde la creación de la Premier League, allá por 1992, la mayoría de los equipos campeones han tenido al pragmatismo como acompañante.

Si Alex Ferguson dominó bajo el estilo inglés | Foto: Premier League.
Si Alex Ferguson dominó bajo el estilo inglés | Foto: Premier League.

Los Manchester de Alex Ferguson son el claro ejemplo de que para ser exitoso y reinar en Inglaterra, el estilo debe ser el juego directo ¿o acaso alguno se anima a decir que los equipos de Ferguson deambulaban con el balón de lado a lado? A los equipos de Sir Alex lo acompañan conjuntos como los Chelsea de Mourinho, Ancelotti y Conte, el extraordinario e histórico Leicester City de Ranieri y el Blackburn Rovers campeón de la temporada 94/95.

Del otro lado de la vereda sólo podemos colocar al Arsenal de Wenger que lleva 13 temporadas sin poder levantar el trofeo de liga. Aunque, nobleza obliga. El equipo del francés fue el único en festejar el título de Premier como invicto. También se podría agregar al Manchester City, pero haciendo un análisis exhaustivo se vería que los citizens festejaron de la mano de un estilo ambiguo, un mix entre el tiki-taka y el pragmatismo.

Sin duda alguna, y más allá de que las estadísticas marquen una supremacía de campeones con estilo "Mourinhesco", el fútbol inglés sigue y seguirá sin negociar la dinámica, lo pasional y lo técnico de su juego. El ADN británico es uno sólo. Muchos intentarán cambiarlo bajo el manto revolucionario, pero la pasión no se puede cambiar y la pasión futbolística en Inglaterra es una sola: el juego directo