Llegado desde la Premier League, más concretamente de la escuadra que gobierna Goodison Park, aterriza Gylfi Sigurdsson, procendente del Everton inglés, con el objetivo de llevar a su combinado nacional lo más lejos posible en esta cita mundialista, que tendrá lugar a partir del próximo 14 de junio en Rusia. Una competición catalogada cómo "la fiesta del fútbol por excelencia", y a la que el volante del club anglosajón no quiere faltar por nada del mundo.

Y para ello, Sigurdsson se encuentra trabajando al máximo para acortar los plazos de recuperación de su lesión, y es que el mediocentro islandés ha sido convocado por Heimir Hallgrimsson a pesar de no estar al cien por cien de cara a la primera semana de torneo, debido a la lesión de rodilla que sufrió allá por el mes de marzo con su equipo en competición doméstica. "Tengo el objetivo de estar listo cuando nos encontremos en Rusia", afirmaba el centrocampista a los medios locales, a los que comentó que todavía no se encontraba con la confianza necesaria para completar un entrenamiento.

A sus 28 años, ya es uno de los buques insignia de Islandia, y esto denotará una baja sensible en el primer partido frente a la albiceleste, selección ante la que no podrá estar disponible en la primera jornada debido a la lesión mencionada anteriormente, sufrida el pasado 10 de marzo que le va a tener alejado de los terrenos de juego al menos por tres meses. Sigurdsson se perderá los amistosos frente a Ghana y a Noruega los próximos 7 y 2 de junio respectivamente. Éste último enfrentamiento tendrá como escenario principal la capital del país, Reykiavik. Todo el país está muy ilusionado y en la gran pequeña isla sueñan con repetir una actuación similar a la cosechada en la pasada Eurocopa de Francia de 2016.