Venía siendo un secreto a voces y se confirmaba incluso más tarde de lo esperado: André Schürrle ficha por el Fulham inglés.

El volante alemán firma de este modo con los "Pottagers", reforzando el costado izquierdo del ataque de un equipo que viene haciendo grandes incorporaciones como la anunciada hace escasas horas del portero Fabricio procedente del Besiktas turco. 

Por otra parte, se convierte en la incorporación más destacada en el aspecto ofensivo por parte del equipo londinense, debido a que hasta el momento el fichaje que más ilusión había generado era el del costa marfileño Jean Michael Seri de 27 años, pero que aumenta la consistencia del equipo con la llegada de este extremo germano que promete dar fútbol de alta gama. 

Jugador polivalente que abarca toda la zona de ataque, sin ser un extremo puro a la vieja usanza, asegura desborde pero también llegada al área, teniendo buen instinto en los metros finales de jugada para ser un delantero pragmático y que no se excede en su dribbling. 

Ante la falta de hombres de banda por parte del Fulham, han creído conveniente reforzar los flancos tras incorporar a dos jugadores del Niza para las labores más destructivas (por así decirlo), mientras que ahora se centrarán en incorporar creatividad y experiencia arriba, dos de los factores que Schürrle podrá aportarles. 

Pero otro de los puntos a favor que tiene esta incorporación, es que el futbolista que llega procedente del Borussia de Dortmund, cuenta con experiencia previa en Inglaterra, habiendo disputado con el Chelsea una temporada y media, con un bagaje de 44 partidos de Premier League, 11 goles y 2 asistencias, a la vez que participó en la Champions League cuando era jugador "Bleu".

En aquel equipo, llegó a ser importante en su primera temporada en Stamford Bridge, pero en la segunda se vio relegado a segundo plano y decidió marcharse al Wolsburgo en busca de oportunidades.

La mayoría de la trayectoria de Schürrle la ha desarrollado en Alemania y con la propia selección, con quien fue campeón del Mundo en 2014, jugando un papel importante y de revulsivo dentro del combinado nacional, llegando a jugar la final saliendo desde el banquillo y dando la asistencia decisiva a Gotze para ganar aquella final tras una jugada individual acompañada de un pase preciso. Héroe encubierto de aquel Campeonato del Mundo que aún tiene calidad en sus botas y que pondrá al servicio de Jokanovic.

En sus últimas temporadas ha visto como su nivel ha ido decreciendo y su influencia en el conjunto del Signal Iduna Park se ha reducido pese a jugar 33 partidos de Bundesliga en dos años y 11 de competiciones europeas con un balance total de cuatro goles y siete asistencias entre ambas competiciones. 

En Craven Cottage espera recuperar las sensaciones de hace tres años y ser una pieza fundamental en los esquemas de un Fulham que se está sirviendo de fichajes consolidados y que prometen rendir desde ya, confeccionando una plantilla sólida y con jugadores que esperan romper moldes en la Premier como el codiciado Ryan Sessegnon con quien Schürrle compartirá costado zurdo, asegurando velocidad, desborde y capacidad de asociación en esa vertiente de la ofensiva londinense.