Llegar a ser el recién ascendido a cualquier liga del mundo es un rol de gran dificultad para cualquier equipo. En especial, esta tarea se torna más dura cuando a la liga a la que se llega es una competencia de primer nivel.
Por supuesto, el ascenso del Hannover 96 el año pasado a la primera división del balompié alemán planteó una situación de extrema complejidad para la escuadra y el entrenador. El trabajo no es únicamente para jugadores y cuerpo técnico, el papel que tienen los directivos en la conformación de un plantel competitivo también es vital.
Ya con ‘el diario del lunes’, se puede decir que todas las partes de la ecuación hicieron un trabajo impecable, pues el resultado fue más que positivo. Con el apoyo constante de la afición, el conjunto de Baja Sajonia logró salvarse del descenso y ubicarse con tranquilidad en la decimotercera casilla de la tabla.
El objetivo del club de cara a esta nueva temporada es mantener y, en la medida de lo posible, mejorar lo conseguido.
El estratega Breitenreiter consiguió mantener la base del equipo que ascendió y añadió unas pocas piezas que terminaron siendo importantes para el plantel. A lo largo del curso pasado, el Hannover demostró cierta polivalencia en su estructura táctica, algo que al combinarlo con una presión insistente y mantenida, le dio al equipo el plus necesario.
Finalmente, la salvación de manera tranquila es un premio merecido y que fue difícil de conseguir para los sajones. No obstante, como se podrá imaginar, el objetivo del club de cara a esta nueva temporada es mantener y, en la medida de lo posible, mejorar lo conseguido. Aunque al observar los mercados de los equipos a su alrededor y el suyo propio es muy difícil augurar otra temporada sorpresiva para el Hannover, el reto para el entrenador y la plantilla es mantener la unidad y el trabajo para sobrevivir.
Análisis de la plantilla
El equipo de Baja Sajonia ha tenido las complicaciones típicas de equipos que luchan por no descender para poder armar una plantilla competitiva. Tanto las limitaciones económicas como diferentes equipos pescando en sus filas, son atenuantes importantes para construir el equipo. Sin embargo, el Hannover 96 parece haber hecho un trabajo aceptable en el diseño y en la adquisición de fichajes.
La zaga defensiva fue una de las zonas más golpeadas del equipo con la marcha de Salif Sané y Florian Hübner.
En primer lugar, la posición de portero está cubierta por Tschauner, Esser y el nuevo fichaje Weinkauf. Se espera que el portero titular sea Tschauner, un arquero de 32 años que ataja desde el 2015 en el equipo. Para cubrirlo y competir por el puesto están Esser, el ex jugador del Darmstadt de 30 años, y Weinkauf. Precisamente este último es uno de los nuevos en plantilla, llegado como agente libre desde el Bayern Múnich II.
La zaga defensiva fue una de las zonas más golpeadas del equipo con la marcha de Salif Sané y Florian Hübner. Los fichajes realizados se presuponen como adiciones positivas y de nivel, aunque tienen unos zapatos muy difíciles de llenar. Llegaron Kevin Wimmer desde el fútbol inglés y el croata Josip Elez para reforzar el centro de la retaguardia. Adicionalmente, en el centro de la defensa estarán el capitán Anton y el brasileño Felipe.
La defensa es completada por laterales de buen pie y con mucho despliegue físico. Por el costado derecho resaltan Korb y Sorg, mientras que por el costado izquierdo están Albornoz y Ostrzolek. A priori, la defensa parece ser la línea más fuerte y con mayor cobertura del equipo de Breitenreiter.
El mediocampo del equipo estará defendido por Schwegler y Bakalorz. Estos tendrán fuerte competencia brindada por el nuevo fichaje Walace y jugadores como Fossum, Pirb o Bähre. Además, para brindar talento a los costados del equipo llegaron los japoneses Asano y Haraguchi, dos jugadores de gran talento. Se complementaran con los juveniles Maina y Bazee y el togolés Bebou.
Finalmente, en punta se mantiene Füllkrug a pesar de los rumores de salida y llega el americano Wood. Así mismo, regresa de préstamo el senegalés Gueye, un joven que vuelve a sumarle altura y potencia física a su equipo.
André Breitenreiter, el gestor
El trabajo fuerte y constante suele dar sus frutos. Así entienden el fútbol en el Hannover 96 y, por lo tanto, han decidido renovar el vínculo laboral de su entrenador con la institución. Y es que no es de extrañar esta acción, pues los registros de Breitenreiter con el equipo sajón son bastante positivos.
El estratega de 42 años llegó al Hannover en el mes de marzo de 2017 y en pocos meses de trabajo consiguió completar la gesta en la que se encontraba el equipo. El club regresó a la primera división tras salir subcampeón de la 2. Bundesliga. La siguiente temporada, como ya se referenció, mantuvo a su equipo en la categoría con un torneo bueno y tranquilo.
El nuevo contrato vincula a André Breitenreiter hasta el año 2021 con el Hannover. Esto, le da la posibilidad a la afición de seguir viendo a un personaje que pasó como jugador por las categorías inferiores del club.
Breitenreiter ha dotado a su equipo de un espíritu de lucha y sacrifico constante, además de darles herramientas para tener versatilidad a nivel táctico. En el casi año y medio que lleva en los banquillos del Hannover, el entrenador ha confiado en la juventud — la mayor parte del plantel del curso pasado era menor de 30 años—, lo cual ha potenciado a jugadores como Füllkrug, Karaman o Maina.
Jugadores a tener en cuenta
Niclas Füllkrug, la sorpresa goleadora
Con una carrera predominantemente realizada en la segunda división alemana, Füllkrug ha conseguido firmar una temporada de ensueño en la Bundesliga. A sus 25 años de edad, el delantero centro vive el momento más álgido de su carrera tras haber anotado 16 goles en el curso pasado. Los 14 tantos marcados en liga sirvieron para hacer de su equipo el segundo conjunto con más goles a favor de la mitad inferior de la clasificación, por detrás del Mönchengladbach.
Probablemente su nuevo socio sea el estadounidense Bobby Wood
El metro con 89 centímetros de estatura y la fuerza para proteger el esférico son las características más icónicas del delantero alemán. Además, a su repertorio le añade un apropiado control de balón, una definición certera y un potente remate, lo que lo convierte en un atacante peligroso para cualquier defensa.
Sus goles en la temporada pasada sirvieron, también, para ubicarlo en el tercer lugar de la tabla de goleo del torneo. Solamente Lewandowski y Petersen lo superaron en anotaciones.
La nueva temporada será la oportunidad de consolidarse para el nacido en Hannover. Aunque deberá adaptarse a un nuevo compañero, pues su pareja de ataque, Martin Harnik, dejó el club. Probablemente su nuevo socio sea el estadounidense Bobby Wood, reciente fichaje del equipo.
Pirmin Schwegler y la piedra angular
Una de las piezas más importantes en el esquema de Breitenreiter es el mediocentro y ha encontrado en Schwegler a un intérprete fantástico. Solamente cuatro jugadores de campo tuvieron más minutos para el equipo en Bundesliga, algo que habla de la relevancia del rol que cumplió el centrocampista.
Nacido en Suiza hace 30 años, Schwegler ha hecho parte de equipos alemanes desde el 2005 cuando fichó por el Leverkusen. Ahora en Hannover parece estar reviviendo su carrera después de haberse visto superado por su competencia en el Hoffenheim de Nagelsmann.
Con su actual entrenador, el mediocampista cuenta con protagonismo defensivo, pero también con licencias en ofensiva. De hecho, la temporada pasada registró seis asistencias para su equipo, siendo el máximo asistente del club junto con Felix Claus.
Seguramente la llegada de Walace desde el Hamburgo y la continuidad de Bakalorz signifiquen que Schwegler tendrá tanto recambio como socios de calidad para dirigir la medular. Así, el Hannover deberá buscar el equilibrio justo en su línea media, aunque con Schwegler esa tarea es algo más sencilla de lo que sería sin él.
Waldemar Anton recibe el llamado
No suele haber mayor cariño en equipos de fútbol que el cariño que siente un aficionado hacia un jugador surgido de la cantera y que triunfa en el primer equipo. Probablemente este sea el caso de Waldemar Anton, un defensa nacido en Uzbekistán, pero con pasaporte alemán, que dio el salto al primer equipo en 2015 y que ahora es el capitán del mismo.
De a poco, el defensor de 22 años se ha ido haciendo un hueco en la plantilla del Hannover. Un marcador con buen pie, gran juego aéreo y con un destacable sentido de la ubicación. Así, Anton es el llamado a ocupar el lugar dejado por uno de los pilares del equipo, el senegalés Salif Sané.
No obstante, el defensa tiene competencia en su puesto. Al equipo llegaron Wimmer y Elez, dos defensores centrales de calidad que le pelearan el puesto al canterano uzbeko.
XI titular tipo
