En la primera mitad no pasaron demasiadas cosas. El Arsenal estuvo mejor en los primeros 20 minutos, pero en ningún momento consiguió dominar con claridad. Lacazette tuvo un remate franco en los primeros minutos que desaprovechó y Aubameyang también dispuso de una clara oportunidad tras un gran pase de David Luiz en largo. Después, el Burnley consiguió asentarse en el partido y llegó a incomodar a Bernd Leno en alguna ocasión, pero no llegó a crear peligro verdadero.

Lo más destacable en los primeros 45 minutos es una jugada en la que Martinelli roba el balón en la presión y deja solo a Lacazette, posiblemente habilitado, en un mano a mano ante Pope, pero el juez de línea levantó la bandera antes de tiempo y no permitió finalizar la jugada para que, si acababa en gol, el VAR pudiese revisarla.

Tras el descanso, más de lo mismo. Los gunners perdieron mucha profundidad en ataque por la lesión de Saka, lo cual obligó a Xhaka a actuar de lateral izquierdo, mientras que Sean Dyche no realizó ningún cambio en todo el partido. Durante el transcurso del encuentro, realmente ninguno de los dos equipos se fue con todo a por la victoria, pero ambos pudieron encontrarla en los últimos 15 minutos.

Primero, el Arsenal con un remate de cabeza de Aubameyang  y después los clarets con un remate a bocajarro de Jay Rodríguez que dio en el larguero y consiguió sobrepasar la mitad de la línea de gol. Al Burnley le valía el empate y al parecer a Arteta también, ya que el técnico de San Sebastián no le dio ni un solo minuto ni a Dani Ceballos, ni al fichaje más caro de la historia del club, Nicolas Pépé.

Reparto de puntos pues, en Turf Moor. Ambos equipos siguen empatados en la clasificación y consiguen una unidad, que les sirve para acercarse un poquito más a la salvación a falta de 13 partidos.