Un duelo que en octubre se tildaría de desigual se convierte en agosto en uno en el que cualquiera puede salir vencedor. Así es la Champions que nos hemos encontrado en esta inusual situación, donde a un único partido el cartel de favorito pierde todo su valor. Díganselo a Manchester City o Juventus, que aún se preguntan como el Olympique de Lyon pudo eliminarles, o incluso al FC Barcelona, que quedó brutalmente arrasado por el Bayern. La Final a 8 de Lisboa ha dejado por el camino a cuatro poderosos equipos como Atalanta, Atlético de Madrid, FC Barcelona y Manchester City. En territorio portugués sólo se mantienen en pie dos naciones, la francesa con el PSG y el Lyon, y la alemana, representada por el Bayern y el Leipzig. La tierra que buscará al campeón el próximo domingo 23 de agosto aguarda la llegada de una guerra franco-alemana que arrancará el martes y se alargará hasta aquel día, donde únicamente un vencedor podrá alcanzar la gloria y proclamarme como el nuevo Rey de Europa.

FOTO: Bayern Múnich
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Con las armas sobre el terreno, se evidencia el mayor poderío armamentístico de los bávaros, que llegan en un inmejorable estado de forma al tramo final de la competición. Un equipo joven, con estrellas del firmamento más afianzadas como Lewandowski, Müller, Thiago o Neuer junto a otras en explosión como Davies, Gnabry, Kimmich o Pavard. En el otro lado del campo está el Olympique de Lyon, un rival con una aparente desventaja sobre el papel, en lo que a arsenal se refiere, pero con la premisa de haberse cargado a dos de los grandes ejércitos del torneo. A los galos nunca hay que darlos por muertos en esta Liga de Campeones. Su supervivencia se traduce en un férreo ejercicio de resistencia al que previsiblemente se vuelvan a encomendar en el choque frente a los germanos.

A escasas horas de que ruede el balón en el estadio José Alvalade, la incógnita respecto al rival que acompañará a PSG en la final continúa latente. En una competición donde David vence a Goliat en más ocasiones de las que nos tiene acostumbrados, el Bayern no debe subestimar al bloque comandado por Rudy García si quiere disputar siete años después otra final de la UEFA Champions League. Por su parte, el Lyon apelará de nuevo a la épica narrativa del campeonato para poder jugar la que sería su primera final.

Prepárense, porque la guerra franco germana está a punto de comenzar.

¿Para qué soñar pudiendo vivir?

Este sería el gran lema que definiría la Champions League del Olympique de Lyon desde los octavos de final. Los lioneses no se encontraron con la suerte en los sorteos de la fase final de la competición, al tener que enfrentarse primero a Juventus, y posteriormente a Manchester City. Las probabilidades de sobrevivir eran mínimas, pero los hombres de Rudy García han dado dos golpes sobre la mesa que han hecho desmononarse el panorama futbolístico europeo. En primer lugar, al llevarles hacia las semifinales, y en segundo lugar, al conllevar la eliminación de sus rivales la destitución de Mauricio Sarri en la Juventus, mientras que el Manchester City volvió a caer en cuartos, fase que no ha superado desde la llegada de Pep Guardiola al banquillo.

Los jugadores del Lyon celebrando el pase frente al City / FOTO: OL
Los jugadores del Lyon celebrando el pase frente al City / FOTO: OL

A pesar de terminar séptimos en la Ligue 1, aún con diez jornadas por disputarse y con un largo parón de por medio, el equipo no ha evidenciado un mal estado físico. Al contrario, el poderío de los galos en este aspecto ha sido determinante para llegar hasta las semifinales del torneo. El épico ejercicio de resistencia al que se encomendaron en la segunda parte frente a Manchester City y Juventus también demuestra la fortaleza defensiva del cuadro lionés.

Basándose en un 3-5-2, Rudi García opta por dejar el balón a sus rivales y aglutinar a muchos futbolistas por el centro. La presencia de Caqueret, Guimaraes y Aouar en medio campo es fundamental para las labores de creación, contención, e incluso llegada al área rival, faceta que queda en manos de Aouar. Aunque las bandas parezcan ser el aspecto más vulnerable, la velocidad y cualidades defensivas tanto de Maxwel Cornet como de Dubois, así como las coberturas tanto de Denayer como de Marçal, permiten al equipo no hacer aguas en este sentido. En cuanto a la faceta ofensiva, los franceses se sirven de las escasas ocasiones con las que cuentan para hacer daño a sus rivales. La efectividad de Depay, Ekambi o Moussa Dembélé, así como sus movimientos por el ancho y largo del terreno de juego, o la presión que ejercen sobre los centrales, son el gran aliciente en ataque del Lyon.

Cornet celebrando el 0-1 frente al City / FOTO: OL
Cornet celebrando el 0-1 frente al City / FOTO: OL

En la previa compareció Rudi García frente a los medios, asegurando que "son capaces de todo en una competición que aspiran a ganar". A pesar del aparente favoritismo, ve con opciones a sus futbolistas para llegar a la final: "No somos una gran montaña para superar, pero a veces basta una pequeña piedra en el zapato para que no se pueda subir. Esperamos ser esa pequeña piedra". Además, valoró muy positivamente la labor del equipo en esta Liga de Campeones: "Los equipos que nos juegan quizás están empezando a pensar que no somos un equipo tan pequeño. Las dos hazañas que hemos conseguido deberían darnos más confianza y hacernos darnos cuenta de que podemos hacer grandes cosas. "

Contra todo pronóstico, el Lyon se ha colado en unas semifinales en las que a pesar del rival que tienen en frente, todo puede suceder. A un único partido las fuerzas tienden a igualarse, y si un bloque tan sólido como el francés ha sido capaz de detener las ofensivas de italianos y británicos, ¿por qué no puede repetir la gesta con los alemanes? Esto es la Liga de Campeones, y los galos han demostrado que los sueños están para vivirlos.

¿Quién puede derrotarlos?

Esa es la gran pregunta. Nadie parece capacitado para, ni siquiera, plantarle cara al Bayern de Múnich. Testigos de ello son el Tottenham, que recibió un doloroso 2-7 en casa, el Chelsea con un 7-1 global, o el FC Barcelona, que fue humillado por los bávaros en cuartos con un 2-8.  Los alemanes eran un avión antes del parón, pero después se han convertido en una nave supersónica. Su poderío físico, así como su dominio del juego y de todas las facetas que lo engloban les han llevado a encadenar 27 encuentros sin conocer la derrota, de los cuales solo en uno de ellos empató (contra el Leipzig 0-0). Con la octava Bundesliga consecutiva y la Copa alemana en las vitrinas, el sueño de repetir el triplete de 2013 está cada vez más cerca.

Robert Lewandowski es el gran goleador del campeonato / FOTO: Bayern
Robert Lewandowski es el gran goleador del campeonato / FOTO: Bayern

Los bávaros han barrido a cada uno de los rivales que les ha puesto por delante en esta Liga de Campeones, anotando 39 goles y firmando un pleno de victorias que cerca está de convertirse en histórico. Los goles se les caen de los bolsillos, por culpa, en gran parte, de Robert Lewandowski. El delantero polaco acumula 14 tantos en la competición, a cuatro del récord de Cristiano Ronaldo. El pichichi está en su mano, pero la gran figura del equipo buscará por encima de todo comandar a los suyos hacia otra final europea. Otra de las figuras, a pesar de su edad, es Thomas Müller. El mítico centrocampista alemán ha encontrado con Flick su segunda juventud, convirtiéndose de nuevo en un jugador determinante en tres cuartos, dirigiendo la presión y generando espacios a la espalda de la zaga para los extremos. 

Müller en el partido frente al Chelsea / FOTO: Bayern
Müller en el partido frente al Chelsea / FOTO: Bayern

La abrupta superioridad del vendaval germano se explica en varios aspectos tácticos que ha introducido con éxito Hans-Dieter Flick a través del 4-2-3-1. Más allá de la aptitud física de todos y cada uno de los futbolistas, la intensidad en la presión a la salida de balón es fundamental, como se presenció frente al FC Barcelona. De los ocho tantos, la mayoría llegó en acciones de este tipo, donde el Bayern robaba el balón cerca del área y generaba rápidamente la acción ofensiva. Asimismo, el entendimiento colectivo del plantel y la presencia permanente de los laterales en campo contrario son la guinda del pastel. Volcarse en ataque de tal forma también acarrea sus consecuencias, ya que el equipo deja muchos espacios atrás a la espalda de los defensas. 

El Bayern no ha tenido rival esta Champions / FOTO: UEFA
El Bayern no ha tenido rival esta Champions / FOTO: UEFA

En la previa del encuentro Gnabry y Hansi-Flick hablaron por parte del Bayern, destacando el papel del equipo frente al FC Barcelona, así como su ambición para lograr más  y seguir adelante. El futbolista alemán ha querido desprenderse del cartel de favorito a pesar de lo visto en octavos y en cuartos, mientras que el técnico ha confirmado la presencia de Pavard en el banquillo, por lo que el once puede ser idéntico al visto en cuartos. Se mostró muy optimista y confiado en sus futbolistas, además, analizó a su próximo rival: "Somos conscientes de su calidad; defienden muy bien y son muy compactos con muchos jugadores detrás del balón y corren mucho. Siempre tienen mucha calidad en el ataque".

El PSG espera acompañante de baile en la final, y todas las miradas están puestas en los germanos tras su excelente actuación esta temporada. Los panzers bávaros están listos para bombardear a los lioneses, y con la moral por las nubes, ¿quién puede derrotarlos?, ¿será capaz el Lyon de hacerles algún rasguño? Se antoja como un auténtico Everest, porque de momento, nadie ha tosido al Bayern de Múnich.

Una década después

10 años han tenido que pasar para que Bayern y Olympique de Lyon se vuelvan a encontrar en la Liga de Campones. Además, el destino ha querido que sea en el mismo punto, aunque con situaciones muy dispares. Una eliminatoria a doble partido en la que el Bayern pasó por encima de los galos permitía al conjunto de Louis van Gaal alcanzar la final que iba a disputarse en Madrid, en la que caerían frente al Inter de Milán de José Mourinho. Aquella eliminatoria entre muniqueses y lionenses se saldó con un 4-0 en el marcador global tras el 1-0 de la ida en el Allianz Arena, y el posterior 0-3 en el Stade de Gerland.

A pesar de ser goleado, el Lyon firmó en aquella campaña su mejor resultado en la competición contintental, hecho que ha igualado esta temporada al alcanzar las semifinales. El Bayern buscará que la conclusión de la eliminatoria sea lo más idéntica posible a la vivida hace 10 temporadas, donde repiten Müller y Alaba, únicos futbolistas de las dos plantillas que aún continúan jugando en su respectivo equipo.

Posibles alineaciones

Rudy García, previsiblemente, repetirá la misma alineación que utilizó frente al Manchester City, aunque tras el doblete firmado por Moussa Dembélé, el futbolista francés puede entrar en el once en detrimento de Toko Ekambi. Lo que es más que probable es que utilice como esquema el 3-5-2 para tratar de contener las constantes embestidas bávaras.

Lyon: Lopes; Cornet, Marçal, Denayer, Marcelo, Dubois; Caqueret, Guimaraes, Aouar; Depay y Ekambi.

La alineación del Bayern presenta alguna duda más que rondará por la cabeza de Hansi-Flick hasta el último momento. Pavard puede entrar en el lateral derecho, lo que arrastraría a Kimmich al pivote y a Thiago al banquillo. Además, Coman puede suplir a Ivan Perišić como extremo izquierdo. A pesar de contar con esos factores encima de la mesa, el hecho de que Pavard esté recién recuperado dificulta su presencia en la alineación. El resto será la columna vertebral del equipo.

Bayern Múnich: Neuer; Davies, Alaba, Boateng, Kimmich; Thiago, Goretzka; Perisic, Müller, Gnabry; y Lewandowski.