El conjunto parisino no ha protagonizado este verano ninguna incorporación cifrada en numerosos ceros acompañados de un nuevo récord. El impacto económico de la pandemia parece haber llegado también a Qatar, país propietario de la entidad, especialmente tras la cancelación de la Ligue 1. El campeonato francés fue el único de las grandes ligas europeas que no se reanudó tras el confinamiento, lo que acarreó la pérdida de enormes cantidades de ingresos por entradas y derechos televisivos, dos de los baluartes financieros que sostienen a los grandes clubes. El fantasma del fair play financiero también amenaza constantemente las cuentas del equipo. Quizá eso pueda explicar la salida a coste cero de Thiago Silva (35) y Edinson Cavani (33), dos pesos pesados del vestuario que fueron liberados para equilibrar cuentas y liberar una importante carga salarial. El club se negó a prolongarles el contrato ante los 1.5 millones brutos que percibía el capitán mensualmente, y los 1.3 netos del charrúa. Su edad fue otro factor que motivó al PSG  a tomar esta decisión.

Dejando a un lado el apartado económico, quizá el combinado francés considere que el equipo no necesita acudir al mercado con la acuciante presión con la que asistía años anteriores. Varios puestos requerían ser doblados, como el lateral derecho, mediocentro o delantero centro. A excepción del pago de los apalabrados fichajes de Mauro Icardi y Sergio Rico, solo han llegado futbolistas cedidos o con un bajo coste para cubrir las posiciones mencionadas.

¿No necesitaba gastar más? ¿No puede gastar? o, ¿ha sido pensando en el futuro? Mbappé y Neymar terminan contrato en 2022. No es un secreto que ambos han mostrado en más de una ocasión sus dudas sobre el proyecto y su pretensión de salir en el futuro. Los franceses entienden que la vía para convencerlos reside en una renovación multimillonaria con los suficientes ceros como para que sea irrechazable. Se avecina un verano movido en los Campos Elíseos, pero ese es otro tema que abordaremos en el futuro.

Las nuevas caras

Más allá de abonar la cantidad correspondiente a la opción de compra obligatoria sobre Mauro Icardi, 50 millones, y Sergio Rico, 6, el club apenas se ha rascado el bolsillo. La salida de Meunier al Borussia de Dortmund fue paliada con la incorporación del experimentado lateral italiano Florenzi (29). El futbolista llegó cedido para esta temporada, previo pago de un millón de euros, aunque el PSG se ha guardado una opción de compra.

Hasta el cierre de mercado el pasado lunes 5 de octubre, el PSG no movió ficha. El primero en aterrizar fue Moise Kean (20), que no entraba en los planes de Carlo Ancelotti. El delantero italiano se incorpora a la disciplina parisina en calidad de cedido, sin opción de compra, para completar el frente de ataque. Su posición fetiche es la de delantero centro, por lo que su rol se prevé que sea similar al de Choupo-Moting la pasada temporada, dando descanso a Icardi y actuando como revulsivo en los minutos finales. 

Moise Kean posando con la camiseta del PSG / FOTO: PSG
Moise Kean posando con la camiseta del PSG / FOTO: PSG

 

La segunda incorporación fue la de Danilo Pereira (29). El portugués llega cedido a cambio de cuatro millones de euros, aunque con una opción de compra obligatoria de 16 kilos. El mediocentro defensivo desembarca en Francia para intentar cubrir el vacío que dejó la retirada de Thiago Motta en 2016. Marquinhos a modo de parche, Paredes o Gueye no han logrado consolidarse en el puesto ni brindar la suficiente solidez defensiva al equipo. La marcha de Thiago Silva supone el traslado del central brasileño a su hábitat natural, por lo que la llegada de un pivote de este corte se antojaba fundamental. 

 

El último fichaje pilló por sorpresa a todos. Llegó sobre la bocina, a última hora, momento en el que FC Barcelona y PSG pactaron el traspaso de Rafinha Alcántara (27). El centrocampista brasileño no contaba para Ronald Koeman, pero tras ser ofrecido a diversos clubes, la cláusula de rescisión (16 millones) y la ficha del jugador eran inasumibles. Ante la urgencia por rebajar la masa salarial, el Barça bajó radicalmente sus pretensiones económicas, dejándole marchar por 3 millones en variables más el 35% de una futura venta. Antes de que se marcharía gratis el próximo verano, la entidad azulgrana optó por satisfacer el deseo del futbolista de recalar en el PSG. Rafinha se ha comprometido con los parisinos para las próximas tres temporadas. Su polivalencia en el mediocampo y la delantera, unida a su ingenio y brillante técnica para liderar y organizar el juego del equipo, convierten al carioca en una pieza muy valiosa para Thomas Tuchel. 

Tras las salidas de Meunier, Thiago Silva, Cavani, Choupo-Moting y Nianzou, el PSG salió al mercado en busca de oportunidades que ha terminado encontrando. A excepción de la de Florenzi, el resto se postula, al menos sobre el papel, como hipotéticos suplentes. Sin embargo, en sus botas está el convencer al técnico alemán de que pueden ser útiles para el gigante parisino. El PSG se blinda y refuerza el colectivo para tratar de hacer realidad el sueño de toda una ciudad, levantar la primera UEFA Champions League. El pasado mes de agosto rozaron la gesta con la yema de los dedos, y esta campaña tened seguro que lo volverán a intentar.