Ha llegado el momento. Ha llegado la hora de la verdad. La fase regular de la Major League Soccer regular se acabó y han regresado los PlayOff's. Esta es en la parte más interesante, espectacular y divertida de la competición. No sin una buena dosis de adrenalina, ya que el último puesto de la conferencia este estuvo vacante hasta la última jornada. Competían por él el New England Revolution y el Philadelphia Union, siendo el segundo el que lograría clasificarse. De esta manera el equipo originario de Pensilvania conseguiría pasar de ronda y tener la magnífica y deseada oportunidad de medirse a Toronto, que ya sabía que estaba plantado en la etapa eliminatoria desde hace varias jornadas.

Toronto ha pasado por periodos turbulentos. No ha sido un equipo excesivamente regular, sino que ha parecido una montaña rusa. Poco a poco, la enorme cantidad de nuevos integrantes del grupo se fueron adaptando a las exigencias de su entrenador, con lo que los resultados deseados se empezaron a dar. Pero no se mantuvo durante mucho tiempo, la enfermería no cesaba el recibimiento de lastrados. Finalmente, a base de entrega y esfuerzo, fueron capaces de mantenerse y quedar terceros en su conferencia.

Philadelphia, sin embargo, ha sufrido una liga diferente. Empezó de manera fantástica, colocándose incluso en la primera plaza. Injustificablemente el equipo bajó el ritmo y con ello los malos resultados, como es lógico, no se hicieron esperar. Afortunadamente se les concedió una última oportunidad, en la jornada final, que capturaron al vuelo.

Toronto y Philadelphia comenzaban los PlayOff's

El partido comenzaba con cierto dominio del equipo de Filadelfia. El balón era suyo mientras los locales aguardaban bien ordenados para robar y crear una ocasión de gol lo más rápido posible. Pero al poco tiempo la situación cambió, los canadienses llevaron el encuentro a su terreno, asfixiaban a sus rivales mediante un juego directo que buscaba la portería continuamente. Al final consiguieron resultados, pues en el minuto 15 ya marchaban por delante en el marcador. Una defensa blanda, sumada a una pelea de Jozy Altidore impulsada por la fe, provocó el error y posterior rechace que aprovechó el gran goleador que es Giovinco.

La locura se desataba entre los de Ontario, el griterío, exaltado, encendía bengalas para alentar a sus jugadores. Pronto volvió la calma, Philadelphia no se amedrentó y se fue arriba. Un arrebato que rápidamente fue neutralizado por la sólida defensa que había planteado Greg Vanney y que tan buenos efectos ha producido (son el equipo que menos tantos ha concedido en la conferencia este, 39).

Llegó el descanso. Pese a que la posesión estaba muy repartida entre ambos contendientes, la mayor parte de las ocasiones eran de los locales. La gran línea de cinco futbolistas en el medio campo era una causa fundamental para que se diera tal situación.

Solo tres minutos de segunda parte y ya se cantó otro tanto. Esta vez fue Osorio el que modificó el marcador. Giovinco pateó un saque de esquina al centro del área que Nick Hagglund no consiguió rematar bien. Sin embargo, la fortuna se puso de su lado. Ese desastroso remate con la testa se convirtió en una fabulosa asistencia al área pequeña a la que  Jonathan acudió sin pensárselo un segundo. Sin apenas dificultad pudo empalar una volea que perforó la red contraria y que duplicó la distancia en el marcador para sosiego de la afición local.

Aparecieron las primeras emergencias, Jim Curtin tuvo que hacer rotaciones para cortar el vendaval canadiense. Sacó a Ilsinho por el cansado y desvalido Herbers que no consiguió desbordar ni una sola vez.

En otro córner se dio el tercer gol. Esta vez fue del equipo visitante. Hasta tres rechaces de cabeza se dieron hasta que el dorsal 11 de los de blanco, Alejandro Bedoya, chutó el esférico que prácticamente lo estaba pidiendo. El encuentro cambió, ahora la presión y la velocidad de juego era mucho mayor.

El público estaba deseoso porque el árbitro pitara el final, quería animar, pero la tensión se lo impedía, hasta que llegó el gol. Un contraataque entre los dos delanteros del equipo, la conexión italoamericana hizo de las suyas. Altidore superó a Blake y sentenció la primera jornada. Toronto ya está en la siguiente ronda y viene pisando fuerte.