Triunfo muy sufrido del Manchester United ante un Burnley que apretó hasta el último segundo del encuentro. Martial rompió el empate con un golazo en el minuto 55 para permitir a los suyos permanecer a la estela del Manchester City. Con esta derrota, los Clarets acumulan ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria.

Sin ideas de juego

La sorpresa que estuvo a punto de dar el Burnley en Old Trafford obligó a los de Mourinho a comenzar el encuentro con respeto, tratando de retener la pelota y jugando con calma. No obstante, esta idea se disipó en pocos minutos. Después de un par de acercamientos de los Red Devils sin apenas peligro, los locales dispusieron de la primera gran oportunidad. Jeff Hendrick tuvo en sus botas el primer tanto de la tarde pero una fantástica intervención de David De Gea evitó complicaciones tempraneras para el United. Los de Manchester, conscientes que no pueden perder la segunda plaza, reaccionaron. Primero Pogba, que dispuso de un magnífico centro que no pudo traducir en gol y después Martial, quien remató de cabeza por encima del larguero.

Llegados al ecuador del primer tiempo, los Clarets disfrutaron de sus mejores minutos. A base de centros laterales llegaron las ocasiones y tanto Hendrick, de nuevo, como Ben Mee pudieron abrir la lata. El atasco de los de Manchester a la hora de crear juego era muy evidente, lo que unido a la férrea y sólida zaga del Burnley suponía un quebradero de cabeza para los visitantes. Sin embargo, a tres minutos para el descanso llegó la mejor oportunidad del partido. Ashley Young se abrió paso en el área para finalizar con un disparo que se marchó muy cerca del palo derecho de Pope.

La primera parte concluyó con una mayor posesión de balón de los pupilos de Mourinho pero sin tiros a puerta de los diablos rojos.

Fuente: Manchester United

Cambio de mentalidad

El miedo a perder la segunda plaza debió estar muy presente durante el descanso en el vestuario del United, que volvió al terreno de juego con otra cara. El equipo empezó a combinar de manera mucho más efectiva que en la primera parte. Diez minutos tardaron los Red Devils en tomar ventaja. Anthony Martial decidió romper el empate con un potente disparo que rebotó en el poste izquierdo y se coló en la red, inalcanzable para el arquero del Burnley.

Sin embargo, los Clarets no cesaron en su empeño y continuaron buscando el partido. Dos minutos más tarde del tanto visitante, Gudmundsson estrelló en el larguero una falta directa. Una vez el ataque se había impuesto en el juego de ambo equipos, llegaron los momentos más duros del partido. La temperatura se elevó sobre el verde y tanto Bardsley como el previamente goleador Pogba fueron amonestados por diferentes entradas de mucho peligro.

Fuente: Manchester United

El Burnley no dejó de apretar en ningún momento y fue de nuevo Ashley Barnes quien tuvo en su poder una buena ocasión para el empate pero no acertó a colocar su remate entre los tres palos. Con los locales absolutamente volcados sobre la portería del Manchester United, a punto estuvo Martial de lograr un doblete aunque la intervención de Nick Pope fue extraordinaria.

El descuento fue una auténtica agonía para los de Mourinho, que sufrieron cada uno de los seis minutos que se añadieron. Sam Vokes y N’Kodou, en distintas jugadas, pudieron convertir pero fueron incapaces de batir al meta español, que volvió a dejar su portería a cero.

Así las cosas, el Manchester United mantiene la diferencia de tres puntos sobre el Chelsea y retiene la segunda plaza tras la victoria por 0-4 de los Blues ante el Brighton. Ahora, los Red Devils ya se centran en el partido de FA Cup del próximo viernes frente al Yeovil Town en Huish Park.

Por su parte, el Burnley pierde la séptima plaza en favor del Leicester y cae al octavo puesto, a diez puntos de Europa y trece del descenso, una posición muy cómoda para el sorprendente equipo de Sean Dyche. El siguiente rival de los Clarets será el Newcastle en St. James’ Park por la vigésimoquinta jornada de la Premier League. 

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