Arranque aburrido del partido, con un fútbol muy lento de ambos equipos. Ninguno quería arriesgar y ambas selecciones se limitaban a observarse mutuamente, esperando a que uno de los dos rompiera con esta paz tensa que se estaba viendo en el terreno de juego. Posesiones largas en campo propio por parte de Rusia que apenas inquietaba a los eslovacos, perdían el balón. Eslovaquia amagaba una salida rápida con el balón, pero nada se salía del guion que decimos.

Los primeros en romper este statu quo fueron los eslovacos, que empezaron a robar el balón y a salir con rapidez. Hamsik avisaba con disparos desde lejos que no veían portería por muy poco. Los de Slutski reaccionaron y se pusieron las pilas para darle la vuelta al juego. Entonces, tomaron la batuta, teniendo una mayor posesión gracias a su centro del campo, muy poblado hoy. En ataque, Dzyuba salía de su cueva y bajaba para recibir y crear peligro. Shatov también inquietaba a la defensa con algunos regates que le generaban ocasiones de superioridad.

La mejor ocasión del equipo ruso, dominador del juego en este primer tramo del partido, llegó por la banda derecha. Una gran jugada acaba con el balón controlado por Smolnikov, que centra el balón, sin embargo, Dzyuba no logra darle fuerza al balón que es detenido por el guardameta eslovaco sin ningún problema. Por esta banda derecha se canalizó todo el juego ruso, y eslovaco. Disfrutamos de una apasionante pelea entre Smolnikov y Weiss, constantemente robándose el balón y regateándose mutuamente. Pelea que veríamos como ganó Weiss.

Eran los mejores minutos del equipo de Slutski, Smolov gozó de dos ocasiones que no se pueden fallar. Tras varias combinaciones, se plantaba sin presión en el borde del área eslovaca, pero el 10 de los rusos en ambas oportunidades pecó de ansioso y disparó fuera. Ocasiones perdidas que después echarían de menos, ya que podrían haber inaugurado el marcador habiendo golpeado la moral de Eslovaquia, que llegaba bastante herida tras su derrota ante Gales.

En una jugada aislada llegaría el tanto de los eslovacos

Bajo el dominio ruso, en el minuto 32. Hamsik se inventaría un pase a la espalda de la defensa donde Weiss, siempre atento, ganó la espalda al lateral, controló el balón, recortó a los defensas y batió con sangre fría a Akinfeev. A partir de este momento Eslovaquia volvió a creer, y para los rusos supuso un palo fuerte del que no se recuperarían en esta primera parte. Eslovaquia se dispuso a controlar el partido después del gol, y a intentar matar a Rusia con otro tanto.

Eslovaquia movería el balón bajo la mirada de los jugadores rusos, totalmente atónitos ante el gol que acababan de recibir. Eslovaquia se dio cuenta de esto y antes de enfilar vestuarios, dieron otro arreón para intentar matar el partido. Tras un córner que Eslovaquia saca en corto. Hamsik recibe el balón sin ninguna presión. Entonces recorta al defensor y le sale el disparo soñado, que da en la cruceta y entra. Golazo de Hamsik que dejó con la boca abierta a todo el mundo. Hasta el momento, fue el jugador del partido, el más decisivo.

Tras el golazo de Hamsik, ambos equipos enfilaron el túnel de vestuarios. Eslovaquia se veía dentro de esta Eurocopa. Por su parte, los rusos debían de activar un plan B y cambiar muchas cosas para poder meter un gol temprano y engancharse de nuevo al partido. Glushakov y Mamaev entraron al partido tras el descanso, con los que Slutski buscaba más presencia arriba, ya que nada tenía que perder. Había que buscar un gol que diera alas al equipo ruso, al que de nada le valía haber empatado ante Inglaterra, ahora mismo estaba prácticamente fuera de esta Eurocopa.

En la segunda mitad veríamos a una Eslovaquia conservadora

En el comienzo de la segunda mitad vimos el partido dividido. Eslovaquia no se resignaba a vivir en su área durante toda la segunda parte y por eso intentó plantarle cara a Rusia en el arranque de la segunda mitad. Ambos se disputaban la posesión sin crear peligro. El juego se concentró en el centro del campo, ambas selecciones se disputaban el control del partido mientras el cronometro seguía sumando minutos. El tiempo que pasaba era una losa para Rusia, minutos perdidos luchando por tener el control y la posesión.

Rusia metió a gente para jugar arriba, sin embargo, le costó hacer llegar balones al campo contrario. Durante toda la segunda parte, Rusia no planteaba un fútbol tranquilo, contundente para revertir la situación. Con más orgullo y ganas que fútbol, seguían sin rendirse, luchando cada balón soñando con el gol que les hiciera creer hasta el final, que le diera un minuto para luchar hasta el final. Eslovaquia, poco a poco se fue desinflando. El cansancio fue haciendo mella en los jugadores eslovacos y tardaban más en llegar a los balones, que en la primera parte si llegaban.

Eslovaquia en todo momento se mostró tranquila, manteniendo las dudas en Rusia. Dejando hacer a los rusos, manteniendo una labor de vigilancia. Renunció al ataque, a meter más goles creyendo que la renta que tenían era buena, y estaban en lo cierto. Sufriendo, porque en una competición de este calibre ni el ganador está a salvo. Eslovaquia aprendió y no permitió que los de Slutski le dieran la vuelta al marcador. Demostraron una gran solidez defensiva y una gran profesionalidad. En todo momento achicaron las oportunidades rusas. Donde más sufrieron fue en las jugadas a balón parado, ya que su guardameta sufre en este tipo de acciones. A pesar de todo, mantuvieron la mente fría y tampoco se cargaron de tarjetas.

Los rusos no pararon de insistir, sin encontrar una recompensa

Este fue el guion durante la segunda mitad, un equipo, el ruso, a la desesperada intentando marcar un gol, que le abriera una senda donde caminar seguro. Y otro equipo, Eslovaquia, mirando continuamente el reloj mientras despejaba todo el peligro que llegaba a sus fueros. Sufrieron ambos equipos, ambas aficiones permanecían enmudecidas esperando que el partido dictará sentencia. Entonces, en el minuto 80, tras un rechace que cae en manos de los rusos, montan una jugada que acaba en un centro y en el gol de Glushakov tras un remate de cabeza. De inmediato cogieron el balón y se dispusieron a culminar su remontada.

Ánimo renovado el de Rusia, que desde su gol no paró de colgar balones al área buscando a Dzyuba, que peinara y encontrara una segunda jugada donde terminar de remontar. Balón tras balón, córner tras córner. El tiempo fue pasando y al final no llegó el gol de los rusos, que se resignaron a aceptar la derrota. Se fueron del partido durante el final de la primera parte, y eso le costó encajar dos goles que le pusieron el partido muy cuesta arriba. Eslovaquia, por su parte, se ve más cerca del pase a la siguiente fase, a la espera de lo hagan mañana Gales e Inglaterra. Sin duda alguna, hasta ahora se trata del grupo más apasionante.

No tiene que estar contento Slutski, que tras lograr el empate ante Inglaterra en la primera jornada y en los últimos minutos, no termina de encarrilar la situación. Todo dependerá de la última jornada donde se enfrentan a Gales, y donde jugarán con el tercer puesto, que le puede dar el pase también. Por su parte, Eslovaquia se enfrentará a Inglaterra, con lo que tiene difícil pero cuenta con la ventaja adquirida hoy. Grupo impredecible. Sin duda alguna, el jugador que hoy marcó la diferencia fue Hamsik, dando una asistencia y logrando un gol en pocos minutos, inclinó la balanza del lado de los eslovacos.

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Sobre el autor
Antonio Gutiérrez
Periodismo en @infoUMA Fanático del deporte. Aprendiendo de mis errores, Never give up