El dragón blanco se alza sobre la leyenda

El Real Madrid se proclama campeón de la Supercopa de Europa por segunda vez en su historia. Grandes sensaciones del conjunto blanco, que nada tienen que ver con las ofrecidas en pretemporada. Los dos goles de Cristiano Ronaldo sirvieron para coronar a los madridistas tras un buen partido ante un Sevilla con más intención que ideas y acierto. El camino hacia el 'sextete' arranca con buen pie.

El dragón blanco se alza sobre la leyenda
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Por Jessica Galera

Cuenta una de las leyendas de la mitología galesa que el dragón rojo, conocido como Draig Goch, luchaba contra el blanco, que había llegado hasta allí con la intención de invadir sus tierras. Los gritos en la batalla eran tan feroces que todo en torno a ella se tornaba estéril. Desesperado, el rey Lludd de Gran Bretaña, pidió consejo a su hermano, Llefelys, un sabio establecido en Francia que le dio la solución: cabar un gran hoyo en el centro de aquellas tierras y llenarlo de un líquido embriagante que, al beberlo, hiciera a los dragones caer en un profundo sueño. Lograda esta meta, el rey los encerró en los sótanos del castillo hasta que años más tarde, el rey Vortigern, harto de escuchar sonidos en las profundidades su fortaleza y de encontrar paredes que se derrumbaban ante temblores desconocidos, dio con ellos y les liberó. Los dragones rojo y blanco y continuaron con su lucha hasta que el primero logró alzarse vencedor y vio su gesta honrada al convertirse en parte de la bandera de Gales.

El dragón rojo de Gales - dragón blanco | Foto: cuervogales

El Real Madrid, un dragón indomable en las gestas que le dan la ocasión de alzarse en cimas más elevadas que ningún otro

El Real Madrid llegaba a tierras galesas de la mano de uno de sus hijos pródigos, Gareth Bale pero en absoluto dispuesto a capitular ante la tradición. Y es que las grandes leyendas se forjan a base de desafíos, de modificar la historia a base de escribir la propia. Europa cerraba la temporada 2013/14 y Europa la abriría para Real Madrid y Sevilla. El viejo continente ha sido, a lo largo del tiempo, forja de grandes mitos y osadas intenciones. Hoy, Cardiff conglomeraba un poco de ambos, acrecentando, en este caso el prestigio del Real Madrid, un dragón indomable en las gestas que le dan la oportunidad de alzarle a cimas más elevadas que a ningún otro. Porque Europa es su leyenda. Y ahí estuvo hoy el Sevilla, aceptando el reto de tumbar al campeón con la licencia que le concedía ser otro campeón. Los hombres de Unai Emery llevaron al tapete de Cardiff todo aquello que la gesta exigía: garra, coraje y entrega.

Alineación del Maadrid | Foto: AFP.

Insuficiente todo ello ante la nave vikinga, dispuesta, tras doce años de agonizante espera, a reiniciar su temida travesía por los 'mares' del mundo futbolístico en una perenne conquista que le devuelva su identidad, la misma que Don Alfredo Di Stéfano -amuleto para los blancos desde el Cielo, tras su fallecimiento- y compañía, esculpiesen a golpe de talento, ambición y fútbol. El reto del sextete, cuanto menos, tiene el primer paso dado. Hoy el dragón blanco se impuso sobre cualquier otro.

Arranque con poco dinamismo

Excesivo respeto y prudencia en los minutos iniciales

El duelo arrancaba con la correspondiente ceremonia conmemorativa, encargada de recordar con su vistosidad, la importancia de un duelo al que, por tratarse de un solo partido, quizás muchos no le conceden la importancia que merece. Más allá de todo ello y a pesar de la belleza de la misma, el verdadero interés estaba en ver lo que sucedía sobre el rectángulo de juego, ya con el balón en marcha. Y lo que sucedía era que el Madrid, repleto de estrellas, pecaba de algunas imprecisiones en los primeros minutos de juego; imprecisiones que el Sevilla trataba de aprovechar con su presión avanzada y esa ligereza en los pies que concede que el peso de la presión recaiga sobre el rival.

No estuvo caracterizado por un fuerte ritmo el duelo en su inicio con un Madrid algo estático y al que le costaba avanzar. Eso sí, apenas hicieron falta tres minutos para que la pólvora del conjunto blanco pidiera el foco de atención, con poco peligro, sin embargo. Lo haría Cristiano Ronaldo con un disparo cruzado y excesivamente flojo que atajaría sin problemas Beto.

Lance del partido |Foto: Getty Images

El Sevilla, que tampoco exhibía prisa, mostraba algo más de verticalidad aunque tampoco lograba aproximarse con peligro hasta la meta de Casillas ni a sus inmediaciones, si quiera. El respeto y la necesidad de no cometer errores primaban, coartando ligeramente el juego de construcción. Por momentos, el choque adquiría tintes de rondo en un exceso de prudencia por parte de ambos contendientes, potenciando el juego de toque. Lo único que sobresaltaba el desarrollo de este juego en los primeros compases del partido fue la reclamación de Gareth Bale por una posible falta cometida en el interior del área sevillista, que no entendió así el árbitro.

El Madrid aprieta

Cardiff reclamaba el protagonismo de su hijo pródigo y Gareth Bale trató de no fallarles; el galés se sacaba un disparo que, aparentemente no comportaba problemas para la portería sevillista pero que, poco a poco se fue envenenando y derivó en el primer saque de esquina para los blancos. Estos trataban de dar un paso al frente y profundizar en sus avances, ocasionando esta tesitura una falta sobre Cristiano Ronaldo que el propio jugador portugués lanzaría, enviando el balón fuera por muy poco. De nuevo reclamaron los 'merengues' un posible penalti por manos en el área que no señaló el árbitro. No habían podido obtener provecho los 'merengues' de esa jugada y tampoco lo hicieron del posterior remate de Bale, que de nuevo aparecía. Por momentos, el conjunto madrileño se vino arriba, acorralando a los sevillistas en su área tras una serie de ocasiones que no movieron el marcador.

Lance del partido |Foto: Getty Images.

Bale gozó de buenas oportunidades

Los andaluces trataron de no descomponerse y generar jugadas de ataque y combinación con profundidad ante las que supo reaccionar bien la defensa vikinga. Poco a poco, el choque se animaba y los dos equipos estiraban líneas, acrecentando su osadía. Esta pudo verse claramente reflejado en la cabalgada de Cristiano por la izquierda, enviándole el cuero a James para que este pusiera un centro letal al que llegó Bale, topando con Denis en la que era, probablemente, una de las mejores ocasiones del partido, sino la mejor hasta ese momento. La artillería blanca empezaba a desplegar su arsenal potenciando su dominio y erigiéndose en dueño y señor del partido, aunque hasta ese momento, sin frutos en el luminoso del Cardiff City Stadium.

Cristiano Ronaldo inaugura el marcador

Respondió el Sevilla a la mejoría progresiva del Real Madrid con una buena acción ofensiva que Vitolo trató de culminar, disparando en el interior del área grande aunque muy esquinado. Casillas acabó enviando el cuero a córner. Y a córner fue también el balón tras la buena cabalgada de Fabio Coentrao por la zurda, cuyo centro acertó a desviar la zaga sevillista. Rondaba el área hispalense el Madrid y lo hizo Cristiano Ronaldo en una ocasión clarísima de gol que el luso no acertó a estampar en la malla rival, gracias a la buena intervención de Beto, erigiéndose en muralla entre su compatriota y la red de su portería. El cuero acabaría en córner.

Celebración del gol de Cristiano | Foto: Getty Images.

Cristiano marcó el último gol oficial en la 2013/14 y el primero en la 2014/15

Las sensaciones hablaban de un inminente gol madridista pero este debía materializarse para espantar de forma definitiva los fantasmas que, durante la pretemporada, acusaron la falta del msimo. Los blancos imprimían ya una mayor velocidad a su fútbol ofensivo sin ser capaces de encontrar ese último impacto que lograse batir a Beto y desequilibrar la balanza del 0-0. Y esta se rompió: Cristiano, James, Bale, Cristiano (cambiados de banda estos dos últimos). Esa fue la combinación de auténtico tiralíneas que el Madrid utilizó en la búsqueda de su primer gol. El luso cambiaba de banda en el medio campo y el colombiano se la enviaba al galés para que este se sacase un fantástico centro ante el que no falló Cristiano. Él marcó el último gol de la temporada 2013/14 para el Real Madrid y él marcó el primero de la 2014/15.

El Sevilla intenta recomponerse

Carriço gozó de una gran ocasión que desperdició

El balance de la primera media hora de partido no podía ser mejor para los madridistas, que habían sabido generar peligro tras un arranque dubitativo y que además, se ponían por delante en el marcador. La condición física podía convertirse en su gran hándicap, habida cuenta de que el Sevilla era un rival más rodado y de que muchas de sus piezas claves llevaban pocos días de entrenamiento pero las percepciones distaban de complicarse. Sin embargo esto pudo haberse visto cumplido si Carriço no hubiera fallado, prácticamente a bocajarro un remate tras una serie de imprecisiones en defensa que no pudo aprovechar el portugués.

Lance del juego |Foto: AFP / Getty Images.

Los sevillistas trataron de no desdibujarse ni acusar en demasía el gol encajado pero el Madrid tampoco renunciaba a la búsqueda de un tanto que le concediera algo más de tranquilidad. Quizás por el peso del gol encajado, la posesión del Sevilla mostraba una mayor estaticidad con respecto a los minutos iniciales del partido, al tiempo que quedaban patentes también algunas imprecisiones del conjunto de Unai Emery en los metros finales, donde nadie acertaba a rematar. Sí acertó a hacerlo Bale, al recibir de Toni Kroos pero el disparo del galés acababa en un nuevo córner para los blancos.

Denis tuvo la última ocasión de la primera parte, botando una falta cerca de la portería

La recta final de la primera parte no mostró un panorama distinto a lo que había venido viéndose durante la misma. Por momentos, el Sevilla quedaba encerrado en su área, merced de los centros y bombardeos del Real Madrid que, conglomerando ahí el juego salvaba la aidverisdad de haber de dar recorrido a sus jugadores en tareas defensivas o de destrucción, pudiendo centrar esfuerzos en la elaboración del juego ofensivo. No obstante, los hispalenses lograban generar esporádicas llegadas de las que trataban de obtener provecho, como la falta que Denis botaba, a la altura de un aunque córner más cercano a la portería, sin peligro finalmente para la meta de Casillas. Los blancos consumieron el último suspiro del primer tiempo en una posesión que culminaría finalmente con falta de Fabio Coentrao sobre un jugador sevillista que ya ni siquiera llegó a sacarse.

Cristiano concede tranquilidad con su segundo gol

Los minutos iniciales tras el sdecanso no mostraron un cambio significativo en ningún sentido. El Sevilla, no obstante, sí evidenció intenciones de fortalecer su presencia en el área rival pero los blancos no estaban por la labor de permitirlo, especialmente el hombre-ambición: Cristiano Ronaldo se sacaba un trallazo tras una buena jugada por la banda izquierda para batir por segunda vez a Beto y acrecentar distancias en el marcador.

Cristiano, durante el partido | Foto: Getty Images.

La estocada fue dolorosa para el Sevilla, que sin embargo, intentó mantener el orden sobre el campo y no abandonarse a la superioridad rival. No obstante, la ausencia de apuros en los que los hispalenses lograban poner a los blancos caracterizaba buena parte de su juego, mientras que los de Ancelotti no parecían acusar en exceso la falta de ritmo propia de estas alturas de temporada.

El Madrid, cómodo sobre el campo

El juego combinativo del Madrid desprendía constanteósensacion de peligro; el más nimio toque amenazaba con convertirse en un pase de la muerte, ya que además, los blancos jugaban durante buena parte del encuentro en territorio rival. El Sevilla luchaba contra el cansancio, el rival y su propio desánimo para mantenerse en el partido pero tampoco la suerte acompañó a los andaluces.

Lance del partido |Foto: Getty Images.

La comodidad madridista se hacía evidente en un fútbol que desprendía peligro tanto en acciones de ataque directo como en contragolpes, haciendo gala de multitud de recursos. La solidez defensiva hacía el resto y lo compacto en el centro del campo ponía la guinda al buen juego 'merengue'. Otra guinda intentó ponerla Bale con el lanzamiento de un libre directo, excesivamente lejano, que terminó impactando contra la barrera sevillista.

Los blancos se gustan; los hispalenses no se encuentran

Las ocasiones en filas blancas seguían acumulándose y Benzema se asumba a la lista de intentonas con un disparo lejano que despejó Beto en el mismo momento en el que Coentrao caía en posición antireglamentaria cuando acudía en la búsqueda del balón. Un balón que ni Bale en primera instancia, ni James poco después lograban alojar en el interior de la portería sevillista a pesar de seguir sumando ocasiones en el saldo madridista.

Lance del partido | Foto: Getty Images.

Pese al avance de los minutos y el cansancio que caía con cada movimiento de la aguja del reloj sobre las espaldas de los jugadores, el Madrid trenzaba fantásticas jugadas combinativas que partían desde su propia portería y culminaban en la del Sevilla. Benzema le puso la guinda a a una de ellas con poca fortuna y rematando por encima del travesaño de Beto.

El partido, en punto neutro

Los banquillos habían empezado a oxigenar a ambos equipos: en el Madrid, con la intención de dar descanso a jugadores poco rodados y en el Sevilla, con la idea añadida a eso, de encontrar la reacción y la frescura de los recambios. Pero el marcador había llevado al choque a un punto neutro, en el que los blancos trataban de dosificar y los sevillistas aceptaban cierto atisbo de resignación en sí mismos.

Lances del partido |Foto: AFP / Getty Images.

En medio del territorio del cansancio, sin embargo, emergían los chispazos de Cristiano Ronaldo, insaciable como siempre ante la aceptación de lo conseguido pero sus llegadas al área no encontraban esa culminación deseada. Quien sí encontró su destino fue el espontáneo que, aprovechando que el juego estaba parado por una acción cometida sobre Cristiano Ronaldo, saltó al campo para saludar a su ídolo.

Sobresaltos finales del Sevilla

El choque amenazaba con prolongarse en esos minutos estériles de los partidos decididos pero el Sevilla quemaba sus últimos cartuchos, levantando al respetable de sus asientos y acorralando al Madrid en su área con una serie de córners consecutivos que cerrarían el partido. Krychowiak, en un primer término y Diogo en una doble ocasión daban el susto a los blancos, aunque el tiempo era ya aliado de estos.

El Madrid se proclama campeón de la Supercopa de Europa

Esa fue la historia en la recta final del choque antes de que el árbitro señalase el final del partido, proclamando al Madrid como campeón de la Supercopa de Europa, primer título oficial del año para un equipo con buenas sensaciones.

1-0: Cristiano Ronaldo (minuto 29)

2-0: Cristiano Ronaldo (min. 49)

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Sobre el autor
Jessica Galera
Mis dos grandes pasiones son la literatura y el fútbol. Me encanta, especialmente, el género literario de la fantasia, todo aquello que no entiende de límites y que transmite la idea de que cualquier cosa es posible. Y esta idea la hago extrapolable al fútbol. Me encanta cualquier jugador que hace de este deporte fantasía. Soy autora del libro 'La Última Alianza' , Managing Editor en VAVEL.com y redactora de la sección del Real Madrid.