Era una tarde especial, de esas para el recuerdo. Un día que todos los aficionados de un equipo han imaginado alguna vez, pero que nadie cree que vivirá para presenciarlo. Un estadio mítico, casi centenario; un terreno de juego por el que han pasado cientos de estrellas, de jugadores importantes, para el club y para el fútbol. Miles de partidos, de sensaciones, de penas y alegrías. El primer recuerdo de muchas personas. Historias de amor, de amistad, de lazos afectivos. Ese abuelo, ese padre, ese hermano que ya no están, y con quien se solía compartir unos colores y aquellas tardes de balompié.

Punto final a cien años de fútbol

San Mamés, el histórico campo del Athletic Club de Bilbao –uno de los tres decanos de la Primera División española, pues ha disputado todas las ediciones hasta la fecha– se despedía para siempre. Parecía que a sus casi cien años de edad no hubiese pasado el tiempo para él, pero los leones necesitaban unas instalaciones más adecuadas a los tiempos actuales, con una capacidad mucho mayor. Tras la impresionante cifra de 1728 encuentros en competición oficial, de cientos de éxitos y derrotas, de innumerables tardes de electrizante y sublime fútbol, de emoción, ‘La Catedral’ se despedía.

Habían venido a gritar allí un último “¡Aúpa Athletic!”

La lotería quiso que el último invitado en competición liguera fuese el Levante UD, quien afrontó con orgullo el honor de cerrar un siglo de historia y dejó claro que no se limitaría a ser una mera comparsa en la fiesta de los ‘leones’. El ambiente era inmejorable. San Mamés lleno hasta la bandera con unos ávidos aficionados que ya hacía días que habían hecho colgar el cartel de “no hay entradas” en las taquillas del viejo recinto. Todos ellos habían venido a gritar allí un último “¡Aúpa Athletic!”, a dar un último aliento de ánimo al conjunto rojiblanco en la casa que ese día dejarían vacía.

No era un partido más

En realidad, ambos bloques se jugaban poco. Estaban matemáticamente salvados y con pocas opciones de alcanzar el noveno puesto que ese año daba derecho a disputar la UEFA Europa League –Málaga CF y Rayo Vallecano, sexto y octavo respectivamente, perdieron su plaza por sanción, debido a las deudas que acarreaban las dos entidades–. Sin embargo, el Athletic Club quería despedir a lo grande de su estadio, mientras que el Levante tenía mucho que demostrar: siete jornadas seguidas sin vencer y con el ‘caso Barkero’ todavía coleando eran un lastre demasiado pesado para la escuadra dirigida por Juan Ignacio Martínez. Algo que había que quitarse ya de encima.

FOTO: Oskar Martínez

Así, a las 20:00 h. de aquel domingo 26 de mayo de 2013, el cántabro José Antonio Teixeira Vitienes hizo sonar su silbato, cuya señal dio comienzo al final de ‘La Catedral’. Fue un partido vibrante, no sólo por lo correoso que se volvió un crecidísimo Levante, ni por el toma y daca entre el cuadro rojiblanco y los azulgranas, con múltiples jugadas de peligro y electrizantes contraataques. La afición estaba entregadísima. Sabía que lo que no hiciera allí ese día, ya no lo haría jamás. El estadio fue una caldera. Fue el partido que a todos los futbolistas les hubiese gustado jugar.

El empate a cero inicial se mantuvo durante los 90 minutos reglamentarios. No obstante, jugadores como De Marcos, San José, Aduriz, Iturraspe, Llorente, Gurpegui o Muniain destacaron por parte de los ‘leones’. Rubén García, Pedro Ríos, Pape Diop, Iborra y Acquafresca hicieron lo propio para los de Orriols. Pero si hubo dos nombres que sonaron con fuerza ese día fue el de los porteros: Gorka Iraizoz y Keylor Navas. Los cancerberos se lucieron en varias jugadas. El costarricense del Levante, que sustituía a Munúa tras ser éste apartado por las acusaciones de amaño en el encuentro ante el RC Deportivo de La Coruña, ya apuntaba maneras.

Aunque la última noche de San Mamés tuvo un nombre propio: Juanlu. El malagueño cuajó un excepcional partido, y lo remató en el tiempo de descuento, justo cuando el público vizcaíno daba por bueno el empate para despedir su hogar, justo cuando todo el mundo pensaba que se iba a ir a casa sin haber presenciado el último gol en ‘La Catedral’. Una magnífica contra de los de Juan Ignacio Martínez –su mejor arma– dejó vendido al guardameta local ante el disparo que empalmó el andaluz a pase cruzado de Valdo.

El especialista en goles históricos

Juanlu, que ya había sido autor de algún otro gol de hemeroteca, como el primero del Levante en competición europea, amargaba la fiesta de los bilbaínos. El malagueño podía presumir también de haber anotado el último gol que se marcó en San Mamés en un choque de Primera División, y además de ser el artífice de la única victoria cosechada por la entidad ‘granota’ en este enclave. El tiempo restante no dio para más y el choque terminó con el 0-1 logrado por el atacante levantinista, y con él cien años de historia del fútbol nacional. La entidad valenciana se convertía en la última en arrancar una victoria en la casa de los 'leones' al finalizar el partido 1729 de este recinto.

La afición sabía que lo que no hiciera allí ese día, ya no lo haría jamás. El estadio fue una caldera

Tras esto, el homenaje al templo del fútbol vasco. La representación de la entidad de Orriols desplazada hasta el lugar, que en los instantes previos al enfrentamiento había participado ya en los actos y había tenido la cortesía de entregar como presente una camiseta conmemorativa de la efeméride, fue testigo de honor de la ceremonia. Los muchachos de la cantera de Lezama saltaron al verde y se dispusieron en formación en el centro del campo junto a la primera plantilla mientras sonaba el himno del club. Lágrimas de emoción en la grada y sobre el césped inundaron miles de pantallas. Moría un mito y nacía una leyenda. Aquella jornada, muchos de los que siempre habían soñado jugar allí lloraban por no poder volverlo a hacer nunca más.

FOTO: Juan Flor - AS

El filial también se despidió de 'La Catedral'

Pero aún se jugó un partido más en el mítico recinto tras esto. Fue sólo una semana después. La casualidad quiso que los filiales de estas dos mismas entidades se enfrentasen en la fase de ascenso a la Liga Adelante. El 1-2 cosechado por los ‘cachorros’ en la Ciudad Deportiva de Buñol dejaba abierta la eliminatoria, aunque ligeramente decantada a favor del que ahora sería conjunto local en un marco incomparable. Por dos veces se adelantó el Bilbao Athletic, y también en dos ocasiones Roger Martí, del Levante UD B, devolvió las tablas al marcador.

Juanlu anotó el último gol de San Mamés y dio la primera victoria al Levante en el feudo vizcaíno

Durante los últimos minutos el segundo equipo ‘granota’ tuvo opciones de anotar y vencer así la eliminatoria, pero el 2-2 quedó fijo en el marcador. ‘La Catedral’ no llegó a ver una última victoria tampoco en este encuentro, pero sí un éxito. Aunque el último gol de San Mamés en competición oficial siguió siendo de un levantinista, y el conjunto azulgrana el último en ganar en el antiguo feudo de los 'leones'.

Ahora, el Levante de Mendilibar tiene un nuevo reto a sólo unos metros del lugar donde se produjo la gesta de Juanlu: ser el primer visitante en vencer en liga –y en competición oficial– en el nuevo estadio, una vez terminada su construcción al 100%.