La extensión de Diego Pablo Simeone en el campo estará este miércoles de celebración. Gabriel Fernández, Gabi, cumplirá en el BayArena su partido número 250 defendiendo el escudo del Atlético de Madrid, cifra reservada a los mejores: tan solo 39 futbolistas en más de un siglo de historia lo han conseguido.
Alcanzar tamaño dígito no ha sido nada fácil para Gabi. El madrileño, como otros tantos compañeros surgidos de la cantera colchonera, dio sus últimos pasos de su formación a domicilio, cedido en Getafe. Tras ello volvió a enfundarse la rojiblanca sin éxito: no convenció y se le buscó un traspaso. Zaragoza fue, con 24 años recién cumplidos, el lugar donde buscar el éxito tras no alcanzarlo en el club de su vida.
A su vuelta en 2011 parecía ser otro futbolista nuevo
En tierras mañas, donde estuvo cuatro prolíficas campañas, se hizo héroe. Y ello provocó que el Atleti ejercitase la opción de recompra que se había guardado en el verano de 2011. Tres millones de euros valieron para certificar su vuelta a casa, uno de los mayores aciertos de la dirección deportiva en los últimos tiempos, y eso que el listón está alto.
Desde el mismo momento en que volvió al Manzanares demostró ser un futbolista totalmente diferente al que se había ido casi un lustro antes. A su eterno despliegue físico, Gabi había aunado experiencia y poso para jugar en una posición tan vital como la de mediocentro. Siempre bien dotado técnicamente, se destapó encima como llegador y goleador -once goles en su última temporada en el Zaragoza- y enseguida cogió galones en el Atleti: un año tardó en ser nombrado capitán después de ser cuarto en la nominación nada más regresar.
Tras ir creciendo más conforme lo hacían su equipo y su entrenador y amigo Simeone, firmó en la 2013/2014 la mejor temporada de su vida, destacándose como uno de los centrocampistas de mayor rendimiento tanto en la Liga BBVA como a nivel europeo. En la presente campaña, y aunque con algún altibajo, no se ha desmarcado de la línea. Titular indiscutible y extensión del míster en el campo, sumará en Leverkusen una cifra para el recuerdo... por poco tiempo. A sus 31 años, Gabi amenaza con seguir rompiendo registros.