Con más corazón que razón

Victoria trabajada del Real Murcia por 2-1 ante la Balompédica Linenese. Tras un arranque increíble, en el que los pimentoneros pudieron anotar dos o más goles, la Balona se aprovechó de un error de Pumar para adelantarse. El tanto desestabilizó a los granas que, eso sí, no dejaron de creer y terminaron tirando de corazón para remontar gracias a los dos tantos de Azkorra. Con esta victoria el Real Murcia se coloca líder del grupo.

Con más corazón que razón
Imagen: Guillermo Carrión (La Verdad)
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Por Marina García

La posición que ocupaba el Real Murcia en la tabla no pareció intimidar a un Linense que, a pesar de encontrarse en los puestos de descenso, llegaba a Nueva Condomina con la clasificación para la siguiente ronda de Copa del Rey. La motivación de los visitantes se palpó desde el minuto 1 de partido, pues la Balompédica supo colocarse mejor en el campo que los pimentoneros. No obstante, a pesar del buen arranque del Linense, el Real Murcia fue ganando terreno, y no tardó en hacerse con el control del partido.

Tirando de razón

Los buenos minutos del Real Murcia tuvieron mucho que ver con la paciencia y el poso que el equipo demostró, mediante jugadas calmadas, en las que se aseguraba cada pase. Además consiguió sacar jugo en los costados, lo que le dio el domino de los laterales del campo. Así se llegó a los mejores minutos del conjunto grana, que encadenó varias jugadas peligrosas que podrían haberle adelantado en el marcador. El Real Murcia apretaba y Carlos Álvarez monopolizaba todos los ataques, siendo protagonista y finalizando la mayoría de éstos, pero falló hasta en tres ocasiones distintas.

Cuando mejor estaba el Real Murcia, un error de bulto de Pumar, que regaló el esférico al rival dentro del área, supuso que Satrústegui picara ante el delantero del Linenese, y cometiera penalti. Canario no perdonó y anotó para los suyos dejando un marcador que, en esos momentos de partido, no reflejaba lo que estaba sucediendo en el campo. Tras el tanto el Murcia siguió dominando el encuentro, pero con menos convicción. El Linense, por su parte, logró ajustar su defensa de los costados, y los granas ya no estaban tan cómodos a la hora de realizar las transiciones, que eran más irregulares, adquiriendo su juego un carácter atropellado.

Imagen: Guillermo Carrión (La Verdad)

Lejos de serenarse, conforme fueron pasando los minutos la irregularidad fue a más, y la defensa grana acabó siendo un coladero en el que la Balona pudo hacer lo que quiso durante varios minutos del partido. Las dudas atrás terminaron desmoronando al Real Murcia, que vio cómo su ineficacia en ambas áreas le impedía dominar el resultado. Los locales estaban perdidos y echaban en falta algo más de liderazgo, el cual sólo llegaba de las botas de Sergio García, quien se echó el peso del juego encima, mientras que otros jugadores importantes como Chavero se mantuvieron totalmente desaparecidos.

El empuje de corazón

La segunda parte empezaba más revolucionada para los pimentoneros, que hicieron frente a los primeros minutos de juego con un nerviosismo que se fue paliando con el paso de los minutos. El dominio del juego corría a cargo del Real Murcia pero, pese a que los capitalinos controlaban el esférico, no conseguían hacer daño a la Balona, que desde su tanto, había mermado los ánimos del equipo local. El Linense, cada vez más encerrado, dejó hacer al Real Murcia, que intentaba generar desde atrás sin demasiado éxito, pues le costaba practicar un juego fluido. Los locales tuvieron que tirar de robos en campo rival y acciones individuales para conseguir generar sensación de peligro en el área rival.

Imagen: Guillermo Carrión (La Verdad)

Con el transcurrir de la segunda, los pimentoneros comenzaron a sentirse más cómodos, y a sacar más provecho del manejo del encuentro. De este modo llegó el gol de Azkorra, que fusiló al portero tras recibir un balón peinado por Germán, centrado desde la zona izquierda a pie cambiado. El gol impulsó el ánimo del Real Murcia que, a pesar de haber logrado el empate, seguía sufriendo para generar peligro. El balón parado fue la fórmula empleada por los de Aira para inquietar al conjunto rival, que empezaba a achacar el cansancio físico que supone haber jugado entre semana.

Pero gracias al empuje los granas se hicieron con el partido, por cuenta de nuevo de Azkorra, quien marcó el gol que les daría la victoria. El tanto, propiciado por un balón reventado por Pumar desde lejos que quedó muerto frente al delantero, acabó siendo fusilado por Azkorra. A partir del gol, los granas supieron manejar a la perfección el tempo del partido, y gracias a su buen hacer enfriando el choque, cortaron de raíz cualquier atisbo de remontada por parte de un agotado Linense.Victoria final por 2-1 de un Real Murcia que se coloca líder de la clasificación, igualado a puntos con el UCAM.