De las 15 ocasiones en las que VIllarreal y Valencia se han enfrentado en El Madrigal en Primera, la de este año ya parte con un honor especial: de ninguna otra se puede decir que fue el último partido del año. Es evidente que el del jueves es un partido especial. Si echamos la vista a los números, la balanza se inclina hacia el lado local: en quince partidos ante el equipo de la capital del Turia, el Villarreal ha sido capaz de proteger los tres puntos en su feudo hasta en ocho ocasiones; el Valencia, por su parte, fue capaz de arrancar el empate cuatro veces y sólo ha habido asalto ché en Vila-Real en tres ocasiones. Las estadísticas no están del lado de los visitantes, como tampoco las lesiones.
Los últimos caballeros en hacer suyo un terreno que no lo era, y que aún visten la camiseta blanca del Valencia, son Feghouli y Mustafi. Ambos llegan a este partido con unas posibilidades de participación ínfimas. El primero, Sofiane Feghouli, hoy con problemas en la planta del pie, fue capaz de perdigonear en una ocasión la meta del conjunto 'groguet' en la temporada 2011/12, por entonces defendida por Diego López. Aquel tanto no contribuyó a que el Valencia realizara, digamos, un asalto completo al estadio amarillo, pero sí le servió para llevarse un valioso punto de aquel inexpugnable campo que ese año no lo fue tanto. Aquel empate y la derrota que los valencianistas les infringieron a los amarillos en la segunda vuelta terminarían poniendo la puntilla a un Villarreal ya de por sí malherido, que terminó perdiendo la categoría en lo que ha supuesto la mayor erosión de las relaciones entre ambos conjuntos en los últimos años.
Después de que aquel Submarino recuperara su orgullo y la categoría, Vila-Real volvió a recibir un derbi que los de amarillo sí pudieron cobrarse como revancha con un abultado 4-1. Sin, embargo, la pasada campaña, un año después de que el conjunto 'groguet' pudiera completar su venganza, el Valencia volvía a atacar directamente al corazón del conjunto de La Plana con una derrota amplia en la que Mustafi, con dos tantos, se erigió en heroe y conquistador de la velada. El alemán es hoy baja por una distensión muscular en el bíceps femoral.
En el reverso de la moneda, y después de toda la reestructuración de plantilla que supusieron tanto el descenso, hace ya cuatro campañas, como el último mercado estival, en el que el Villarreal hizo hasta diez modificaciones en su plantilla, en el equipo de La Plana sólo Trigueros sabe lo que es poner la lanza en el pecho valencianista. El mediocentro machego fue el otro protagonista, la cara menos amable, del aciago 1-3 de la pasada campaña, aquel en el que Mustafi anotaba dos tantos y Trigueros sumaba otros tantos: uno como héroe y otro como villano, en propia puerta.