La UE Llagostera consigue una vida extra frente al RCD Mallorca

Partidazo de la UE Llagostera que consigue vencer al RCD Mallorca por 3-0 y seguir soñando una semana más con la permanencia. El equipo balear sale muy tocado de éste partido y entra en zona de descenso. Juanjo Expósito marcó dos goles y Pitu Comadevall hizo magia, una vez más, con un golazo sólo al alcance de los jugadores más grandes. El Municipal de Palamós registró la mejor entrada de la temporada con 3028 espectadores.

La UE Llagostera consigue una vida extra frente al RCD Mallorca
El Llagostera golea al Mallorca y sueña con la salvación. (Foto Laliga.es)
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Por Jose Antonio Tenrero Martin

El Community Manager de la UE Llagostera, Edgar Alsina, viene acostumbrando a la hinchada del equipo gerundense a disfrutar cada 15 días de unos carteles futboleros que a buen seguro pasarán a los anales de la historia del fútbol profesional. Fotos épicas de escenas de películas, imágenes ingeniosas sobre eventos que coinciden con los partidos o simplemente mensajes para atraer al mayor número de hinchas a Palamós.

Ésta semana, el cartel del artista diseñador de sueños, se basaba en la portada de un famoso videojuego conocido por todos: Grand Theft Auto. En dicho videojuego, el protagonista arrasa con todo lo que quiere y se le cruza a su paso sin ningún miramiento y con total libertad. Y así jugó su partido el Llagostera, sin misericordia. Insert coin.

Comenzó la partida la UE Llagostera con un curioso intercambio de golpes, leve pero emocionante, con su oponente. Como buscando en los mandos de la PlayStation el truco para manejar los controles cuando se juega la primera partida. A veces se equivocaba de botón. Por eso, el RCD Mallorca sembraba inquietud en el público que batió récord de asistencia. Incluso obligó a René a lucirse en una clara oportunidad tras una gran acción del mejor hombre del Mallorca: Lago Junior.

Pero el conjunto catalán fue probando poco a poco todas las combinaciones de "combo" posibles y a la media hora de partido, consiguió hacerse por fin con el control del marcador. Balón a la espalda de la defensa mallorquina que Chumbi controla y falla en el mano a mano con el guardameta, pero Juanjo Expósito, muy atento al rechazo, fusila sin piedad y marca el primer gol del partido.

Con los controles ya dominados, Pitu Comadevall, otra vez enorme, hacía y deshacía a su antojo por el centro del campo. Pase va, pase viene, ahora largo, ahora corto, un regate, un control, una exibición. Y al llegar el descanso, el Mallorca respiró pensando en ordenar sus ideas en el vestuario. Era el momento de Vázquez, el entrenador gallego del conjunto balear.

El Mallorca con calidad pero sin ideas

El segundo periodo comenzó con el Mallorca mejor situado en el terreno de juego. Intentos constantes de combinación y triangulación con gotas de mucha calidad pero con Lago Junior ya casi sin combustible. Sólo Colunga ponía un poco de misterio en el ataque vermellón. Pero el equipo local, tenía entre ceja y ceja el ganar. Y ganar también el "goal average". Lo querían todo.

El tesón y la fe inquebrantable del Llagostera, tuvieron su recompensa a los 58 minutos. Lo que se vivió en el Municipal de Palamós en ese minuto, sólo se puede ver en un espectáculo de Dynamo el mago o en el Camp Nou cuando juega Messi. En una falta bastante lejana y más bien escorada a la izquierda, varios jugadores del Mallorca se disponían a formar una tímida barrera sin enterarse que Pitu, talento en esencia pura, no pidió al colegiado tal barrera. Con el portero descolocado y bajo el asombro de todos, Pitu lanzó a portería con un efecto y una colocación sorprendentes que llevaron el esférico directamente a limpiar las telarañas de la escuadra izquierda de Wellenreuther. Seguramente, el gol de la temporada.

Y la locura se instaló en Palamós. El Llagostera se olvidó de la presión de los puntos y junto a su afición, disfrutó del resto del partido. Otro gol de Juanjo para redondear el resultado y nuevas ocasiones que de ser materializadas hubiesen hecho del resultado, ya abultado, un escándalo. Game Over.

Así terminó la experiencia. Un videojuego, un cartel, dos equipos con la misma meta, tres puntos que dan la vida al Llagostera y una comunión perfecta entre los pupilos de Oriol Alsina y su afición. No se puede pedir más.