Diego Pablo Simeone abre el camino a la nueva campaña 2016/17. Desde que confirmara su continuación al frente del Atlético de Madrid, solamente ha dedicado su tiempo a la preparación del inicio de Liga, dejando aparte los cabos sueltos del pasado más reciente. Movistar+ emitirá la noche del jueves 18 de agosto (en Espacio Reservado) una entrevista personal a Simeone donde responde a todas las dudas que se plantearon en un principio.
El máximo artífice del éxito atlético no tiene pelos en la lengua, como acostumbra. El espíritu deportivo de Simeone siempre está vinculado al esfuerzo y al volverse a levantar contra las adversidades, como así han experimentado los atletistas en la realidad.
"La gente tiene miedo a llamarlo fracaso, pero es la realidad que sentí"
El argentino explica el verdadero significado del fracaso, una palabra que ha estado en boca de todos los aficionados al fútbol que han comentado la pasada final de Champions en Milán. “Cuando opté por la palabra fracaso, creo que es la más clarita de todas, la gente tiene miedo de decirlo. Fracaso es un sinónimo de no llegar al objetivo, la palabra es muy fuerte, posiblemente sea fuerte pero es la realidad que yo sentí”. Una manera contundente de apartar condicionantes en el deporte, pese a todo el trabajo realizado la pasada temporada.
Simeone argumenta que el fracaso no quiere decir que no se trabajara, simplemente que se perdió. Todo el esfuerzo queda en vano desde el prisma de la victoria pero no desde el sacrificio de todo un grupo por conseguir una meta. “Llegué a un momento tan importante, por segunda vez, con un esfuerzo enorme de gente del club, de los dirigentes, de los futbolistas, de los hinchas, de mucho trabajo. Y no poder ganarla nuevamente fue un fracaso, pero fue un fracaso por no haber llegado al objetivo”.
"Haberme ido no hubiese sido irme en paz, porque no lo siento"
La derrota se asume, pero no se olvida. El entrenador de 46 años no emplea el método de pasar página ante una caída, forma parte del juego. “En ese momento, obviamente el golpe fue duro. Perder por segunda vez una final de Champions no se fue, es mentira. Yo creo que cuando uno habla y dice ya pasó, a mí no me pasó. Quedará para toda la vida, el haber perdido esas dos finales, nada compensará otra final ganada, esa se perdió”.
Diego Pablo admite que necesitó su período para asimilar volver a quedarse a las puertas de ganar la Champions y lo que debía hacer ante esa situación. “Yo cuando dije pensar, era de qué manera afrontar lo que obviamente me seguía involucrando al Atlético de Madrid. Haberme ido no hubiese sido irme en paz, porque no lo siento”. Las palabras del míster de Buenos Aires dejan entrever su vínculo, no solo deportivo, sino también pasional con el club colchonero.
"Tuve que pensar sobre la energía con la que me presentaría ante los muchachos después de cuatro años y medio dándome la vida"
El otro tema a debatir en el ámbito rojiblanco fue la salida o no salida del técnico argentino este mercado estival. “Si me preguntas si se me pasó por la cabeza irme, te diré que no. Porque yo nunca dije eso, yo dije que tenía que pensar. Pensar puede ser un montón de situaciones, como la energia con la cual me tengo que presentar delante de los muchachos que hace cuatro años y medio me están dando la vida y volverles a insertar dentro de una situación de volver a competir cuando perdimos dos finales de Champions, que no es fácil”. Declaraciones de amor fraternal hacia los jugadores que siempre han dado el cien por cien ante sus órdenes y que pese a haber caído dos veces en la final más soñada, siguen subidos al proyecto de Simeone en el Atlético.
La mejor manera de afrontar los nuevos retos, regresando del pasado curso con la miel en los labios, es insistir y no desistir. Los grupos que entraron en la historia del fútbol no fue por casualidad, sino porque buscaron una y otra vez tener la posibilidad de conseguir el título. "Siempre miro a los grandes equipos. Para mí, dentro de los grandes equipos, Alemania es una referencia porque ha logrado ganar copas del mundo siempre insistiendo, siempre estando ahí. Y el único camino que me enseñaron desde chico para poder llegar al objetivo donde uno quiere es insistir. Está claro que, en la vida no le dan batallas fáciles a los mejores guerreros, y yo me considero un guerrero".