El Real Betis visita este viernes Ipurúa, un recinto que no ha traido demasiadas satisfacciones. Los antecedentes son engañosos. Los verdiblancos solo han vencido una vez en terreno vasco pero nunca han caído ante los del norte. La 'trampa' está en que solo han jugado en ocasiones contadas con los dedos de las manos, aunque el mérito está ahí. Los verdiblancos, ahora entrenados por Víctor Sánchez, tienen más de 30 años de historia que su rival pero eso se demuestra en el verde. Y este Eibar ha crecido mucho.

Toca coger la máquina del tiempo. 5 de noviembre de 1989. Han pasado casi 30 años del último -y único- triunfo del Real Betis en el coqueto feudo de Ipurúa. Lo hizo de la mano de un sevillano: Juan Corbacho. Aquel domingo, los andaluces vencerían por 1-3 en un partido francamente completo. Los tantos visitantes fueron logrados por Chano, 'Puma' Rodríguez y Mel. Por su parte, ya al final, sería Olien quien maquillara el marcador para evitar al menos la goleada. Era la Jornada 10 de Segunda División. En la vuelta, un empate en Heliópolis sacarían los armeros.

Cuando ambos equipos trataban de dejarse tutear, el Real Betis firmaría el 0-1 de la mano de Chano. Fue en el minuto 13, en el primer saque de esquina botado por los de Juan Corbacho. El rechace de la zaga del Eibar iba a ser aprovechado por el mediocentro verdiblanco. Mejor incluso se le pondría el choque a los béticos ya que en el 26' 'Puma' Rodríguez anotaría el 0-2 con un gran disparo desde media distancia. El conjunto andaluz se marchaba con una gran renta al túnel de los vestuarios pero quedaba tiempo aún.

Los armeros salieron tras el paso por vestuarios con otra actitud. Sabían que un gol los podría meter de lleno en el envite, de ahí que aumentaron su presión en la zona ofensiva para tratar de poner en apuros a la férrea defensa del Real Betis. Los visitantes tenían la misión de contener este gran marcador. Apostaron por el toque, por hacer posesiones largas para que el tiempo pasara lo más deprisa posible. Todo con gran brillantez en su juego.

El míster local, Alfonso Barasuain, se empeñaba en meterse en el choque pero no tuvo la fortuna necesaria en la toma de decisiones finales. Olien e Ibáñez, dos delanteros, salían al terreno de juego con la idea de la remontada. Las ocasiones llegaban pero el meta Pumpido estaba teniendo una gran actuación. Un balón al palo reflejaba que no era el día del Eibar.

El conjunto verdiblanco finiquitaría el encuentro ya en el 87', de la mano de Mel. El ariete aprovechaba un servicio de Zafra para regatear a Garmendia y firmar el 0-3. Goleada para los de Juan Corbacho en un partido decidido principalmente por la diferencia de pegada entre un equipo y otro. Ya en el descuento, Olien pondría el definitivo 1-3 tras batir a Pumpido en un barullo dentro del área.

No hubo el mejor césped pero los verdiblancos se amoldaron mucho mejor al tapete que su adversario. Las numerosas lluvias caídas en días anteriores no sirvieron más que para que la victoria tuviera más hazaña y lucha posible, para que los béticos que estaban en un Ipurúa lleno disfrutaran de una gran victoria de su equipo. La única hasta el momento. El viernes, quién sabe, podría llegar la segunda del Real Betis.