114 años de rivalidad

230 clásicos en 114 años de convivencia de estos dos equipos dan para mucho. Grandes goleadas, momentos tensos, grandes rivalidades y enfrentamientos.

114 años de rivalidad
Fotomontaje: VAVEL
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Por Veronica Fernandez Ramos

230 enfrentamientos, con un balance de 92 victorias blancas, por 90 azulgranas y un total del 48 empates son los datos que abalan el clásico de este sábado.

Un encuentro que llega con una ligera ventaja en la clasificación por parte de los blancos pero que como ya se sabe de ocasiones anteriores, los clásicos son totalmente imprevisibles. Los mejores partidos entre estos dos equipos, grandes goleadas, títulos, goles, pero sobre todo mucha rivalidad

El primer enfrentamiento

El primero encuentro tuvo lugar en un torneo organizado en el Hipódromo de Madrid para festejar la coronación como Rey de Alfonso XIII. Fue el 13 de mayo de 1902 y el resultado fue 3-1 a favor del por entonces llamado Foot Ball Club Barcelona ante el Madrid Foot Ball Club.

El primero en Liga llegó 27 años después, un 17 de febrero de 1929, con victoria madridista en la Ciudad Condal por 1-2. Por entonces la rivalidad no era tan encendida como ahora y los blancos sumaron los tres primeros en puntos en liga que en su momento solo supusieron una victoria pero que con el paso de los años ha supuesto mucho más.

Un 11-1 que lo cambió todo

Corría el año 1943, se jugaba la vuelta de semifinales de la Copa del Generalísimo. En la ida, celebrada en Les Corts, los azulgranas habían vencido por 3-0, en un encuentro en el que no hubo ninguna polémica más allá de los habituales pitos al rival. En la vuelta, los rotativos se encargaron de cambiar el ambiente. El partido acabó 11-1 con la dimisión del entonces presidente del Barça y la retirada del carnet de periodista a Juan Antonio Samaranch.

Lanzamiento de objetos

En julio de 1968, se convirtieron en objetos contundentes que amenazaron la integridad de los protagonistas de la final de Copa entre Real Madrid y Barça en el ya denominado estadio Santiago Bernabéu. El conjunto blaugrana ganó por 1-0, con un gol del madridista Zunzunegui en propia puerta. Pero los blancos protestaron el arbitraje de Antoni Rigo, hasta el punto que desde el sector blanco de la grada se empezaron a lanzar botellas al césped. Aquel partido pasó a la historia como 'la final de las botellas' .

Cruyff celebrando en Cibeles

El Barça pugnaba por el campeonato con el Atlético, con un Real Madrid muy alejando en la clasificación. Los de Michels se impusieron en el Bernabéu por un contundente 0-5. Asensi -con dos goles-, Juan Carlos, Cruyff y Sotil fueron los autores de cinco dianas. Cuentan las crónicas que los pocos seguidores del Barça que viajaron con el equipo acudieron a festejar aquella 'manita' al lugar habitual de las celebraciones madridistas, La Cibeles.

Las dos 'manitas' de Laudrup

Pocos futbolistas pueden afirmar que en el plazo de un año vivieron un triunfo de 5-0 en un gran partido vistiendo camisetas diferentes. Y eso puede decirlo con orgullo un futbolista danés de gran clase, miembro del recordado 'Dream Team' y posteriormente jugador del eterno rival, Michael Laudrup.

El 8 de enero de 1994, en el Camp Nou Laudrup ganaría por 5-0 con goles de Romario y uno de Koeman e Iván Iglesias. 364 días después, y en el Bernabéu ‘la manita´ fue madridista con tres goles de  Iván Zamorano, uno del actual técnico azulgrana Luis Enrique y otro de Amavisca. Laudrup vistió de blanco ese encuentro y como ocurrió el año anterior terminó por ganar la liga.

Raúl silencia al Camp Nou

Se acercaba el fin del siglo XX, el último clásico se disputaría en territorio azulgrana. Raúl marca el primero a los 28 minutos, pero enseguida empata Rivaldo. Apenas iniciada la segunda parte, Figo, que en ese momento estaba en el Barça pone en ventaja al equipo culé.

A falta de 5 minutos  Raúl protagonizaba un momento histórico que quedará en la retina de toda la afición merengue. Tras marcar el empate, “mandó a callar” a los hinchas del Barça en su festejo. El último clásico del siglo no sería para ninguno de los dos, pero con un ligero sabor a triunfo por parte del Real Madrid.

La vuelta de Figo al Camp Nou

Luis Figo había cambiado el Barça por el Madrid en 2000 y le tocaba visitar por primera vez el Camp Nou con la camiseta blanca. Fue recibido con el mayor silbatina de que se tenga constancia en el estadio del Barcelona. Los azulgrana ganaron 2-0 con goles de Luis Enrique y Simao el portugués salió aterrado de la que un día fue su casa. El Real Madrid al final se consagrará campeón de la liga, pero el partido será recordado sobre todo por el lanzamiento de una cabeza de cochinillo.

Sambla aplaudida por el respetable

Fue una noche en la que el madridismo se rindió a la evidencia, al fútbol de lujo de un Barcelona liderado por un Ronaldinho de otro planeta. El Bernabéu reconoció la clase del brasileño y le dedicó unos aplausos que han pasado a la historia del fútbol mundial. Se fue ovacionado por los hinchas del Real Madrid.

La mayor goleada en el Bernabéu

El Barcelona del triplete llegó al Santiago Bernabéu con el título de la Liga de España por disputar. Los culés golearon 2-6 con doblete de Thierry Henry y de Messi. Humillaron al Real Madrid en su estadio y posteriormente se hicieron con el título.

La última 'manita'

Los azulgranas aplastaron al Real Madrid en el Camp Nou. Messi, a pesar de no haber marcado, fue el conductor de su equipo y dio dos asistencias. El Barça culminaría otro año fantástico coronándose campeón de la Liga, la Champions League, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa. Piqué se fue del estadio saludando con sus 5 dedos en alto.

Los blancos y el idilio con la Copa del Rey

Dos de los últimos enfrentamientos que ha habido entre estos dos equipos y que han caído del lado blanco son las dos finales de Copa del Rey. La primera de ellas, el protagonista fue Cristiano Ronaldo que en la prórroga daba la victoria a los blancos tras unn gran pase de Di María. Fue la final de 2011. Tres años depués se jugaba la séptima final de Copa entre Madrid y Barça y de nuevo caía del lado blanco con un gran Gareth Bale que cogía las riendas del equipo con una gran cabalgada por la banda que tardará en olvidarse de las retinas de todos los aficionados.