¿Alguien duda aún de que el Pontevedra en Pasarón es intratable? Nueve victorias en nueve partidos en casa así lo demuestran. El equipo granate es el único de Primera, Segunda y Segunda B que no dejó escapar ni un solo punto de su terreno de juego en lo que va de curso. Además de él, el Poblense, bloque que compite en la Terceira División balear, es el otro que puede presumir de tener nueve triunfos como local.
Las victorias de los granates en casa vienen acompañadas de goles, la mayor parte cosechados en las segunda partes y buena parte de ellos obra de Mario Barco. El jugador lleva nueve goles esta temporada de los cuales solo dos han sido a domicilio. Y es que su equipo fuera de casa no tiene nada que ver.
Sobre el césped de Pasarón se han conseguido nueve victorias, 27 puntos y 24 goles a favor por solo cuatro encajados. Fuera de casa los números cambian. Solo una victoria en ocho partidos, ha sumado seis puntos y hecho solo cinco goles por 11 encajados. El equipo en casa es otro y a pesar de no siempre hacer el mejor partido, consigue resultados que a fin de cuentas son los que suman puntos y mantienen al Pontevedra en Playoff.
Un entrenador exigente
Buena parte del éxito de los granates viene dada por el gran técnico que tiene en el banquillo. El técnico de Teo prepara a conciencia los encuentros. Siempre que puede va a ver los partidos del Celta B, como hizo hace quince días en Barraña y esta semana en Barreiro, ya que el Pontevedra coge los rivales que deja el equipo celeste.
En las previas siempre asegura que aún no tiene claro el once de su equipo por estar visualizando videos y decidiendo como jugar según el rival. No le tiembla el pulso para hacer cambios en el minuto 30 si es necesario como hizo ante Somozas y remontar el partido. Lee bien lo que sucede sobre el campo y es buen conocedor de su plantilla y quien es mejor o peor para cada situación.
Una plantilla que sabe que es difícil contentar al míster y que el puesto se gana semana a semana. Luisito a pesar de las victorias siempre es muy crítico al final de cada partido pero también recoce la parte buena de sus chicos. Así, tras el partido ante Boiro admitió que el primer tiempo de su equipo no fue bueno, pero también que "los partidos duran 90 minutos. Estuvimos mal en la primera parte, pero en la segunda ya se vio otro equipo. Si estamos atinados de cara a portería... Pato fue el mejor del Boiro y el árbitro no nos concedio un penalti muy claro. El resultado, por lo que vimos en la segunda mitad, fue incluso corto", explicó satisfecho el técnico.
Desde un punto de vista táctico, el teense aclaró las claves del duelo. "El Boiro jugó con línea de cinco y tres centrales y no iniciaba nunca desde atrás. Cuando recuperábamos, no estuvimos bien con el balón. Con el cambio de sistema el equipo fue ouro. Los cambios le dieron un plus", dijo Luisito, orgulloso de haber igualado la mejor racha como local en un comienzo de Liga del Pontevedra. "Ni yo mismo lo creo, entrar en la historia de un club como el Pontevedra con nueve de nueve vitorias en casa".
La asignatura pendiente del míster en ganar fuera, solo lo ha logrado una vez por la mínima ante Tudelano. Con ese objetivo se trabaja esta semana antes de viajar a casa de Arandina que ayer empató con el Burgos y dice adiós a la Copa Federación.