Vuelve la Europa League, y con ella una nueva oportunidad para el Villarreal para resarcirse de la eliminación en semifinales de la pasada edición y pelear por un trofeo que se le resiste. El conjunto castellonense se clasificó para la siguiente fase tras finalizar como segundo del grupo L, en el que militaban Osmanslipor, Steaua de Bucarest y FC Zürich. El sufrimiento seguirá acompañando al Submarino, que esta vez se las verá con la AS Roma, actual segundo clasificado de la Serie A y uno de los equipos más potentes de Europa. Los de Fran Escribá tendrán que hacer valer su condición de local para encarrilar una eliminatoria que se antoja durísima, y que sin duda dejará en la cuneta a uno de los máximos aspirantes a hacerse con el título. 

De cara al choque, el conjunto de Castellón puede ser optimista en cuanto a estadísticas contra equipos italianos y contra la propia Roma. De seis eliminatorias ante conjuntos transalpinos, los amarillos han superado todas ellas, ante Torino, Brescia, Roma, Inter y las dos frente al Nápoles. Además, los castellonenses han ganado todos los encuentros disputados en casa en eliminatorias contra combinados italianos, la última de ellas contra el Nápoles la pasada temporada en Europa League (1-0). 

Concretando en el caso de la AS Roma, el Villarreal ya se enfrentó con el conjunto romano a doble partido en los octavos de final de la Copa de la UEFA 2003-2004, primera vez que los amarillos disputaban competición europea (al margen de la Intertoto Cup). El equipo dirigido por 'Paquito' García venció por 2-0 en El Madrigal al cuadro de Fabio Capello, y certificó el pase a cuartos de final tras cosechar una derrota (2-1) en el Olímpico de Roma. La victoria en el feudo amarillo se antoja como un optimista precedente de cara al decisivo partido de mañana. 

Y David tumbó a Goliat

En su debut en la competición, el Villarreal de Riquelme, Coloccini y Jose Mari eliminó a Trabzonspor, Torpedo Moscú y Galatasaray en las tres primeras rondas. Su rival en octavos, primera ronda de la fase final, sería la poderosa Roma de Capello, que peleaba por el título de la Serie A y contaba con talentosos futbolistas como Walter Samuel, Montella, Mancini, Emerson o John Carew. Los italianos venían de eliminar al FK Vardar, Hajduk Split y Gaziantepspor, y se las prometieron muy felices cuando el sorteo les emparejó con el Villarreal, equipo que por aquel entonces no gozaba del estatus actual en Europa y que ocupaba la décima posición en La Liga (36 puntos)

El partido de ida se disputó en El Madrigal (21:30 horas), el 11 de marzo del año 2004. Debido a los atentados ocurridos a primera hora de la mañana en Madrid, tanto Villarreal como Roma pidieron a la UEFA la suspensión del encuentro, pues se jugaría en territorio nacional y no parecía adecuado la disputa de un partido de fútbol en un día tan trágico. Sin embargo, el máximo organismo europeo del deporte rey rechazó la petición y el Villarreal-Roma terminaría jugándose. Por parte del equipo local, partieron como titulares: Pepe Reina, Coloccini, Josico, Quique Álvarez, Belletti, Javi Venta, Riquelme, Roger García, Battaglia, Sonny Anderson y Jose Mari. Mientras, Capello sacó un once formado por: Carlo Zotti, Panucci, Zebina, Walter Samuel, Montella, Lima, Emerson, Tommasi, Carew, Mancini y Dellas

El Submarino Amarillo cuajó un partido sensacional. Casi perfecto. El único 'pero' fue la escasa renta del 2-0, que no reflejaba la total superioridad que ejerció el Villarreal sobre el equipo italiano. La Roma fue un muñeco en manos del conjunto levantino, y solo remató a portería en el tramo final, por mediación de Corvia. Los de 'Paquito' barrieron a su rival y acosaron la portería defendida por Zotti. Sonny Anderson batió al guardameta italiano para hacer el primero del Submarino (29'), y solo seis minutos después, Jose Mari marcó el segundo tanto local, de cabeza a la salida de un córner. Roger pudo hacer el 3-0, que hubiera supuesto un golpe definitivo para la Roma, pero su disparo salió lamiendo el palo. En la segunda mitad, los castellonenses bajaron el ritmo pero sin dejar de buscar la portería contraria y conteniendo a una Roma que no se reconoció en toda la noche. Al final, el 2-0 definitivo terminó haciendo sufrir al Villarreal en el partido de vuelta, pero otro tanto de Jose Mari, esta vez como visitante, selló el pase de los amarillos a cuartos de final, donde se las vería con el Celtic de Glasgow