La SD Zamudio parece que vuelve a sonreír. El conjunto de Gazituaga vuelve a ilusionar tras los últimos resultados cosechados y la afición zamudiarra, a pesar de lo complicado de la misión, vuelve a creer en la salvación. La respuesta a esta reacción está en las incorporaciones que realizaba el club en el mercado invernal. A pesar de la marcha de Ander Alday al Barakaldo, las caras nuevas se han adaptado a las mil maravillas a su nuevo club y cuentan con la confianza de Gorka Rueda. De esta manera, desde que llegaran estas incorporaciones, el Zamudio parece que ha reaccionado. A pesar de caer ante el Arenas, los chicos de Gorka Rueda cosechaban un importante empate a uno en Las Gaunas ante la UD Logroñés y derrotaban el pasado fin de semana por la mínima al San Sebastián de los Reyes, gracias al tanto de Gorka Luariz.

Las caras nuevas tienen nombre y apellidos. Es cierto que Oier Sarriegi no ha contado con muchos minutos desde su llegada. El futbolista, cedido por el Athletic Club, ha entrado en las últimas tres convocatorias, aunque ha tenido que esperar su turno desde el banquillo. En una situación parecida está Urtzi Urzelai, quien ha tenido que esperar para saltar al verde desde el banco. No obstante, el mediocentro fue titular en la contienda que los suyos disputaban hace un par de semanas en Logroño. 

Barahona, otra cara nueva
Barahona, otra cara nueva

Por su parte, Asier Barahona y Xabi Franco han entrado en los planes del entrenador zamudiarra desde el primer momento. Ambos han sido titulares en los tres partidos para los cuales han estado disponibles, siendo unos fijos, el primero en el ataque derecho y el segundo en el lateral. Si a esta sabia nueva se le une la calidad con la que contaba el equipo anteriormente, con nombres como Luariz, Larrazabal o Huidobro, existen razones de sobra para que la parroquia de Gazituaga crea en seguir viendo a los suyos en la categoría de bronce.

"Prueba de fuego"

Todas estas buenas sensaciones deben refrendarse este fin de semana. El Zamudio visita al Navalcarnero y los vizcaínos tienen ante sí una oportunidad de oro para estrenar su casillero de victorias a domicilio y además, acercarse un poco más a las plazas que dan derecho a continuar un curso más en la Segunda División B.