Cuando se habla de un club de las dimensiones del Real Madrid, es tremendamente complicado decir cosas que no parezcan obviedades, y es que todo el mundo –casi literalmente- sabe quién son sus jugadores, su entrenador e incluso su presidente. Sin embargo, este análisis tiene el objetivo de profundizar, línea por línea, en la plantilla merengue.

Antes de empezar, es necesario destacar el buen trabajo de Zinedine Zidane al frente de un grupo tan rebosante de calidad y ego, a partes iguales. El francés parece que está sabiendo llevar las personalidades tan variadas y potencialmente conflictivas que suelen reunirse en planteles de estas características. Además, la mano del exjugador empieza a notarse en un equipo que parecía que llevaba varias temporadas sin saber muy bien a qué jugar ni cómo hacerlo. El poderío ofensivo sigue siendo la bandera del club, con ataques directos que hacen mucho daño al rival, pero ahora se puede atisbar un cierto orden táctico que se echaba de menos con otros técnicos.

Portería

Desde la llegada de Mourinho, con el cuestionamiento de la hegemonía de Iker Casillas, el puesto de guardameta ha sido probablemente el más discutido. Parecía que Keylor Navas iba a ser el titular definitivo que se asentase en esa posición; no obstante, una lesión de la que volvió con sensación de duda e inseguridad trajo el nombre de Kiko Casilla a la palestra. El debate sigue abierto, pero 'Zizou' no aparenta tener muchas dudas al respecto y todo apunta a que Keylor seguirá siendo el primer portero.

Defensa

Sin ninguna duda, en la zaga blanca se encuentran los mayores problemas del equipo. Con 20 goles encajados, se coloca por detrás de Villarreal, Atlético de Madrid y Barcelona, es decir, tres puestos por debajo de la posición que ocupa según los puntos conseguidos. Visitará el Estadio de la Cerámica con una media de un gol encajado por partido lejos del Bernabéu; hándicap que puede ser muy perjudicial contra un conjunto tan sólido como el Submarino. Los El Real Madrid promedia un gol encajado por partido fuera de casaespacios que dejan las constantes subidas de los laterales, los riesgos excesivos que toman los centrales, la desconcentración… muchos son los motivos a los que se puede achacar esta mala estadística, pero está claro que no es normal tener esos problemas con unos jugadores de la calidad de los zagueros merengues.

Marcelo. Imagen: Daniel Nieto (VAVEL)

La reciente lesión de Varane abre las puertas de la titularidad a Pepe, cuya participación estaba siendo residual por el gran estado de forma de Nacho. Así, el portugués o el canterano acompañarán al indiscutible Sergio Ramos en el centro de la línea de contención. En sus flancos estarán dos de los mejores laterales de Europa: Carvajal y Marcelo. Sus perfiles podrían responder perfectamente al estándar de un extremo, ya que la velocidad y la habilidad en el desborde y el centro al área son sus mejores armas; sin embargo, ambos han desarrollado una gran capacidad defensiva que les permite taponar las llegadas de los rivales.

Centro del campo

Hablar de la medular de este Real Madrid de la temporada 2016/2017 es hablar de un nombre propio: Carlos Henrique Casimiro, conocido por todos como Casemiro. El brasileño está siendo el eslabón que une el ataque y la defensa de un equipo que tiende a romperse y se ha erigido como uno de los hombres clave de la plantilla. Siempre bien colocado, no se adorna más de lo necesario y deja la tarea de crear a los extraordinarios pies de sus acompañantes rubios. Tony Kroos y Luka Modric llevan el timón del barco vikingo con una maestría al alcance de muy pocos, sin embargo, el tremendo protagonismo de los jugadores de ataque hace que sus figuras desaparezcan en muchos momentos, dejando al equipo sin más recursos que el centro al área.

Casemiro está siendo uno de los jugadores más importantes esta temporada

Con la llegada de Zinedine Zidane a la dirección técnica –y gracias a su gusto por el fútbol de toque- da la sensación de que se está intentando reivindicar la importancia de que el balón esté más tiempo en las botas de la pareja germano-croata; pero el hecho de tener a Cristiano Ronaldo delante dificulta mucho esa idea, ya que el estilo de juego del portugués se basa, casi únicamente, en la individualidad y la búsqueda incesante del gol.

Modric. Imagen: PhotoSilver (VAVEL)

La increíble capacidad económica del club, permite que, al lado de estos tres jugadorazos, haya cracks de la talla de Isco, Kovacic o James, además de un prometedor Asensio. Excepto el croata, el resto pueden actuar también en una posición más ofensiva, por lo que van encontrando minutos como soluciones a las diferentes ausencias.

Delantera

Las siglas BBC ya son patrimonio del Real Madrid, y es que el carácter ofensivo de los merengues hace que casi la totalidad del protagonismo del juego recaiga sobre los tres atacantes. Todo apunta a que el Villarreal será el primer equipo que sufra a Gareth Bale como titular tras casi tres meses apartado de los terrenos de juego por una lesión en su tobillo. El galés estaba siendo el mejor del tridente blanco antes de tener que ser operado, y con el gol en su partido de regreso –ante el Espanyol- demostró que ha vuelto con ganas de seguir tirando del carro.

Tras casi tres meses, Bale volvió con gol frente al Espanyol y apunta a titular

A su lado estarán Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, dos símbolos del madridismo cuya importancia está empezando a ser cuestionada, sobre todo en el caso del francés. Su estilo de juego pausado, casi pasota, se ha visto acrecentado en esta temporada, y la afición está empezando a cansarse de su parsimonia. Además, la buena relación que mantiene con el míster y las ganas con que Morata aprovecha los pocos minutos de los que disfruta hacen que aumente el murmullo en las gradas cada vez que Karim toca el balón.

El caso de Cristiano Ronaldo es más normal, ya que su principal atributo ha sido siempre el poderío físico, algo que se ve mermado de forma inevitable con el paso de los años. Ya no es capaz de desbordar por banda izquierda como antes, y su posición ha empezado a reconvertirse en la de un delantero centro muy móvil, pero más preocupado de rematar que de crear jugadas de peligro. Con todo y con eso, sus números siguen siendo astronómicos y, aunque empiezan a oírse las primeras voces afines a su salida, se mantiene como el máximo ídolo de la parroquia merengue.

Bale, celebrando el gol en su regreso tras lesión. Imagen: Daniel Nieto (VAVEL)

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Sobre el autor
Diego Delgado
Periodismo en la UCM. Apasionado del fútbol y la música.