Prórroga para la Arandina

El último tren con destino a la salvación pasaba este domingo por 'El Montecillo'. En él -entre otros equipos- viajaba el Boiro, al que la Arandina no le parecía un buen pasajero. Por este motivo, los de Fredi arribaban a Aranda con la idea de acabar con todas sus opciones de permanencia ganando en su terreno. Eso en lo teoríco, porque en lo práctico no fue así.

Sobre el verde del feudo blanquiazul hubo un fuerte viento -especialmente en la primera parte- que condicionó la intención de juego, pero no el fútbol. Ambas escuadras salieron con fuerza y pronto sus intentos tuvieron éxito trasformándose en ocasiones de gol. Primero fueron los visitantes quienes, con Gonzalo y Catú como avalistas, trataron de adelantarse en el marcador. Sin embargo, los locales no quisieron bajar los brazos y se encomendaron al poderío de Edgar, que también tuvo en los primeros compases la oportunidad de poner a la entidad burgalesa por delante en el electrónico.

Tras un periodo de fuerza y lucha táctica, llegaron minutos mucho más tranquilos hasta que Carlos Portero quiso. El toledano, en el ecuador del primer tiempo, cerca estuvo de sorprender a Pato. Los de Fredi tampoco quisieron quedarse atrás y se movilizaron, teniendo la oportunidad de responder en el 29' con un remate de cabeza de Pedro Beda que atajó sin problemas Zabal. Barrera quiso sumarse al carrusel, pero su disparo desde la frontal bien colocado no tuvo cabida en la portería por la aportación del guardamenta gallego.

La inseguridad de no ir por delante en el marcador comenzó a pesar a la Arandina, que imprimió un ritmo de juego mucho mayor y con excelente resultado. En el minuto 32, el propio Carlos Portero ponía por delante al cuadro ribereño tras zafarse de un defensor con un bonito recorte y definir con un disparo sutil su bonita acción. El gol trastocó al Boiro y dio tranquilidad a los blanquiazules. Sin tiempo para más llegó el fin de los primeros 45'. 

Más sufrimiento

El segundo periodo fue ligeramente diferente. El cuadro barbanzano salió más enchufado al verde aunque no dispuso de ocasiones claras de gol. La fuerza del viento había disminuido y ambos trataron de aprovecharlo para utilizar balones largos en busca de Edgar y Pedro Beda. Sin embargo, el crono pasaba y las oportunidades seguían sin darse, por lo que decidieron mover banquillo. Algo que a la postre, tampoco funcionaría en demasía.

Antes de que el goleador de la tarde abandonara el terreno de juego, cerca estuvo de sentenciar el partido. Portero logró zafarse de la presión de dos zagueros gallegos, pero Pato adivinó su intención y acabó desbaratando la acción ofensiva local. Fue la última noticia arriba de la Arandina, ya que los cambios no terminaron de arrojar lo esperado. Así, y ante el temor de perder lo ganado en los últimos minutos, los locales se echaron para atrás y permitieron a los de Fredi dar dos pasos adelante. 

La grada comenzó a impacientarse y a sufrir más de la cuenta con cada saque de esquina y balón largo rival. El Boiro empezaba a comer terreno y cerca estuvo -hasta en tres ocasiones- de lograr el empate. Sin embargo, Cano no estuvo acertado en ninguna de ellas, perdiendo por estribor toda opción de rascar algo en la visita del conjunto barbanzano a tierras burgalesas.

Con este resultado el cuadro ribereño suma 26 puntos y se sitúa a cuatro de la Mutilvera, que delimita el playout. Por su parte, la escuadra gallega baja hasta la decimoquinta plaza y con 32 delimita la salvación.

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