Quique Setién explicó en la sala de prensa del Estadio de Gran Canaria tras caer ante el Atlético de Madrid que el malestar del público por la racha del equipo forma parte del negocio, aunque recalcó con contundencia que eso le apena: "Acepto que el público me silbe con tranquilidad, lo asumo. Entiendo que ellos piensen que me he equivocado con los cambios. Yo también me equivoco y es muy respetable que la gente piense que lo he hecho mal. He salido aplaudido y silbado de los campos. Lo asumo. Me da pena que tu afición en ese momento de dificultad abandone el campo y te exija más cuando se está viendo que nos está costando. Lo respeto, pero todos los clubes pasan momentos difíciles y serían menos si tuvieses más apoyo. Creo que la situación no es tan grave como para defenestrar a los jugadores o para defenestrarme a mí".

En ese sentido, el técnico amarillo hizo una reflexión en alto sobre la manera de jugar que tiene el equipo, siendo bastante sincero a la hora de explicar por enésima vez desde que llegó a la isla, que nada ni nadie podrá cambiar su filosofía: "Yo puedo hacer cambios en el once, pero nosotros tenemos una identidad y eso no se puede cambiar de la noche a la mañana. "¿Hemos olvidado lo que este equipo hizo en el Santiago Bernabéu?" Es imposible que este equipo mejore cambiando nuestra filosofía. Yo entiendo que esta manera de jugar nos va bien y es en estos momentos donde tenemos que reforzar nuestra forma de entender el fútbol. Por una serie de partidos malos, todo el mundo ha olvidado lo que hemos estado haciendo durante este tiempo. ¿Hemos olvidado lo que este equipo hizo en el Santiago Bernabéu cuando todo el mundo nos elogiaba? El estilo es innegociable".

Asimismo, señaló que no piensa tirar la toalla a pesar del mal final de año que Las Palmas está atravesando: "No soy de los que renuncia a mitad de camino ni me lamento demasiado. En lo bueno y en lo malo trato de mirar hacia delante. Siempre me habéis visto siempre con la misma cautela, cuando íbamos bien y ahora cuando vamos mal. Quizás Las Palmas no era antes tan buena y ahora tampoco es tan mala, creo que estamos en un punto intermedio. El fútbol nos está dando ahora la amargura de los malos resultados y mala imagen. Toca levantar la cabeza y seguir caminando hasta el final de temporada".

Por otro lado, a la hora de hablar del partido, Setién quiso destacar que esos goles tan tempraneros hicieron un daño muy gordo a una confianza, la amarilla, que ya venía mermada: "Es obvio que llevamos una racha mala. Nuestro estado anímico y nuestra confianza con el balón no es igual a la que teníamos antes. "Quizás, Las Palmas no era antes tan buena" Los goles tempraneros han sido muy duros para esa confianza. Es increíble ver a este equipo ahora y compararlo con el de principio de temporada. Ha habido un cambio enorme y requiere una reflexión seria. No sé si es culpa mía o no, pero realmente no es fácil encontrar un culpable. Hace siete meses este equipo era elogiado en todo el mundo y ahora, seguimos siendo los mismos, pero se está produciendo un final de temporada desilusionante. Quedan tres partidos y no nos queda otra que seguir trabajando".

Eso sí, si algo dejó claro Quique fue el apoyo a sus jugadores: "Seguiré defiendo a los jugadores como siempre. No creo que nadie salga al campo para hacerlo más. Ellos están dando lo mejor para el momento que vivimos".