Hernán Santana no ha querido morderse la lengua y ha salido a dar la cara en este momento tan delicado que vive la UD Las Palmas en cuanto a resultados. El mediocentro señalaba algunas de las causas que pueden haber metido a los amarillos en esta dinámica: “Lo que nos está pasando es la sucesión de ciertas cosas: el míster diciendo que no continuaba, la salvación a falta de cinco jornadas, los partidos fuera de casa... Son cosas que psicológicamente afectan y debemos aislarnos, competiendo cada fin de semana para trabajar hasta el final; nos pagan para ello. Debemos intentar dejar a la UD lo más alto posible. Es una pena que al principio se hablará maravillas del equipo y las últimas críticas que escuchas no sean tan positivas”.

En ese sentido, el canterano amarillo reseñaba que él también creía que el la UD podía luchar por estar en Europa, aunque la competición ha puesto a la escuadra grancanaria en el lugar que realmente le corresponde: “Es verdad que al principio se podía optar a algo más, con ilusión depositada en el equipo, pero no se ha podido cumplir con las expectativas de jugar en Europa”.

Por otro lado, Hernán quería destacar que el equipo está motivado para cambiar los resultados lejos del Gran Canaria, sobre todo, después de lo sucedido ante el Atleti: “Veo al equipo con ganas sobre todo de cambiar la dinámica fuera de casa y más después de lo ocurrido el pasado sábado ante el Atlético de Madrid. Creo que hay que cambiar y estamos a tiempo. "No se ha podido cumplir con las expetativas de Europa. Quedan dos partidos fuera de casa y es nuestra asignatura pendiente”, añadiendo la dificultad que cree que tiene enfrentarse a un equipo como el Sporting: “Llega con la necesidad de sumar en casa y será un partido de mucha intensidad, de mucha presión. Saldrán desde el minuto uno muy enchufados. Debemos seguir con nuestra filosofía y estar al 200% para ganar”.

De esa manera, el futbolista nacido en La Palma habló sobre la desbandada de la afición tras la derrota ante el Atlético: “A ningún jugador le agrada que después de un mal partido vea a la afición marcharse. Es respetable, la afición es la que manda y son los que pagan para tener el derecho a animar y criticar. Me gustaría que se quedasen hasta el final porque a las buenas todo sale bien y a las malas es cuando más juntos deberíamos estar. Soy partidario de que se pueda criticar, pero desde el respeto a los jugadores, también somos personas y detrás hay familias”.

Además, incidió en que en lo personal está contento y que debe “seguir esperando oportunidades y aprovecharlas”.