El brillante Dr. Jekyll inventa un elixir que logra transformar a la persona que lo ingiere en su alter ego, en el caso del doctor el malvado y peligros Mr. Hyde.  La historia es una alegoría sobre el trastorno de personalidad múltiple, es decir, la convivencia de dos o más personalidades antagónicas. Y, como en la novela de Robert Louis Stevenson, el Racing de Ferrol convive con sus dos versiones: la buena, el Racing, y la mala, el Ferrol. Dos caras que se ven cada fin de semana por los campos de España, reducidas en cuarenta y cinco minutos cada una.

Dos caras, una moneda

Nos referimos al Racing como la parte buena del equipo y al Ferrol como la parte mala por mera tradición futbolística, ya que a nadie se le ocurriría preguntarle a un aficionado del Athletic o del Deportivo como ha quedado el Bilbao o el Coruña. En cualquier caso, ante el Atlético de Madrid B el conjunto verde volvió a plasmar sus dos versiones. Tras una primera parte excelente en la que se marcharon al vestuario con una ventaja de 0-2, en el segundo tiempo los errores en defensa y un apagón generalizado en el plano futbolístico sentenciaron al equipo a otro empate y a su cuarta jornada consecutiva sin ganar.

El Racing de Ferrol no ha logrado cuajar noventa minutos completos de buen fútbol

Esta situación no sería alarmante de no ser porque se ha repetido ya varias veces esta campaña. Ante la Gimnástica Segoviana, por ejemplo, el Racing se adelantó en el marcador y cuajó media hora de futbol de alto nivel, pero la gasolina no le duró más que una parte y los segovianos amarraron un empate en un partido que terminaron dominando. Ante Navalcarnero y Unión Adarve, el Ferrol se dejó ver en A Malata, en dos desastrosos partidos y seis puntos que volaron de casa ante rivales a priori menores que mostraron las vergüenzas de la escuadra departamental.

“El equipo en la primera mitad fue de lo mejor de toda la temporada. Estuvimos casi perfectos durante 45 minutos”. Así de claro se mostraba Pablo Rey al acabar el partido. El máximo goleador y capitán racinguista, autor de un doblete ante los colchoneros,  fue tajante a la hora de radiografiar los problemas del equipo, que no encuentra la regularidad necesaria para rendir al más alto nivel. Por su parte, el técnico Miguel Ángel Tena puntualizó que se trata de un tema más relacionado con el aspecto anímico de los jugadores, incapaces de cerrar los partidos. “La primera parte me encantó, pero en la segunda parte no puedes regalar un 0-2, sobre todo por falta de concentración. Un encuentro dura 90 minutos más lo que añada el árbitro y hay que competir hasta el final”, declaraba el adiestrador en rueda de prensa.

Ya se han puesto en juego treinta puntos esta campaña y al Racing de Ferrol se le han escapado diecisiete. Con trece puntos son décimoprimeros, ya bastante lejos de la zona noble de la clasificación. El sábado tiene cita en el dentista para medirse ante el Celta de Vigo B, un muy mal cliente para intentar romper la maldición en casa y dejar ver al Racing que todos queremos ver en este Grupo I. Aunque, si sale a relucir la mejor versión de los ferrolanos tiene muchas opciones de llevarse el partido. Depende de ellos. El Racing y el Ferrol: las dos caras de una misma moneda que ya está en el aire.