Una temporada más, el Club Deportivo Toledo ha decidido no formar parte del cuadro en la histórica Copa Federación. Este trofeo se conoce a lo largo de los años como la Copa de los equipos modestos, ya que se compone de los equipos de Segunda División B y Tercera que no disputan la Copa del Rey. Este trofeo se divide en dos fases; la primera es la fase autonómica en la que los equipos no clasificados para el torneo del KO, compiten entre sus rivales de la región por un puesto en el cuadro de la fase nacional. Esta segunda fase engloba a los representantes vencedores de la fase autonómica, y a todos aquellos clubes que hayan sido eliminados de la Copa del Rey antes de los dieciseisavos de final. Los filiales también pueden participar en este trofeo siempre y cuando, no esté inscrito su primer equipo.

Se convierte en algo habitual que cuando el Toledo tiene que jugar esta competición decida renunciar siempre y cuando no se vea sancionado. En esta ocasión, a la renuncia del Toledo se suman otros equipos de Segunda División B como el Melilla, el Badalona o el Racing de Santander, entre otros. De esta manera, el rechazo por parte de los toledanos a jugar dicha competición deja al Villarrobledo como único representante castellano-manchego, ya que fue el vencedor de la fase regional tras vencer en la final a la Unión Balompédica Conquense.

El motivo principal por el que el Toledo no participa en la Copa Federación se desconoce, pero todo hace intuir que la crisis deportiva por la que está pasando el club en liga hace indicar que sea lo más razonable. Centrarse únicamente en el Grupo 1 de la Segunda División B debe ser lo más importante para el Club Deportivo Toledo en estos momentos.

Recordar que el vigente campeón de la Copa RFEF es el Atlético Saguntino, club en el que militaba la temporada pasada el delantero verdiblanco, Carlos Esteve.