El Castilla resucita en Barreiro

Todos los Santos se juntaron para reanimar a un Real Madrid Castilla en la UVI. El equipo de Solari dio la sorpresa de la jornada al imponerse en Barreiro a todo un Celta de Vigo B. Los gallegos, lanzados en la tabla, se adelantaron con un tempranero gol de Brais Méndez, pero los cachorros de la fábrica blanca dieron la vuelta al luminoso con goles de Jaume, Seoane, Quezada y Dani Gómez. Con la victoria, los blancos salvan la cabeza de un todavía cuestionado Solari mientras que los vigueses pierden la condición de invicto como locales y una oportunidad de oro para recortar puntos con los líderes del Grupo I.

Remontada en cuatro minutos

Como es habitual en Barreiro, los celestes salieron al campo en modo apisonadora y a los dos minutos Drazic ya había dado el primer aviso en un mano a mano ante el cancerbero blanco. Pronto se pusieron las cosas de cara a los locales. Un balón peinado desde la frontal del área cayó botando cerquita de Brais Méndez, que con un control orientado se zafó de su marcador y batió a Belman con un disparo fuerte y raso. La ventaja tempranera puso el partido cuesta arriba para los madrileños, aunque el cuadro vigués no supo gestionar el verse por delante del marcador tan pronto.

Brais adelantó a los locales a los seis minutos

Con el paso de los minutos y con todo a favor, los olivicos se fueron desactivando poco a poco. Esa desconexión la aprovechó el Castilla para empezar a achuchar la portería de Sotres. Superado el ecuador del primer tiempo, los cachorros madridistas reaccionaron por medio de un córner, cuando el balón rechazado lo aprovechó Jaume para colgarlo de nuevo con un cabezazo que, inexplicablemente, terminó mansamente en el fondo de la red sin que el cancerbero cántabro supiera blocarlo. El gol, no exento de polémica ya que los celtiñas pedían fuera de juego de Javi Sánchez, sirvió igualar la contienda en un momento clave.

Solo cuatro minutos después, los de Solari se pusieron por delante en el luminoso por medio de una contra que terminó con Seoane rematando en la línea de gol un pase de la muerte de un siempre activo Quezada. Los muchachos de Rubén Albés no se podían creer que los blancos fuesen capaces de remontar un partido que tenían en la mano. Los goles fueron un mazazo para los gallegos, que intentaron reengancharse por medio de los chispazos de Drazic y Eckert, pero sin fortuna.

El Celta domina, el Madrid decide

Los segundos cuarenta y cinco minutos fueron la continuación del idilio que vivieron los capitalinos con la efectividad de cara a puerta. El técnico celeste puso más mordiente arriba dando entrada a Pastrana y en el cincuenta Raí tuvo la oportunidad de poner el empate aunque sin acierto. El Celta volvía a dominar el encuentro pero el Madrid gozó de mejores oportunidades. El partido quedó visto para sentencia cuando, tras otro balón rechazado en un córner, Quezada hizo uno de los goles de la jornada enganchando una bolea imparable desde la frontal para hacer el tercer gol merengue, un tanto de bellísima factura.

Quezada y Dani Gómez sentenciaron en el segundo tiempo

Sin opciones, el cuadro celtiña intentó recortar distancias con Juan Hernández y Brais capitaneando las avanzadillas hacia el área de Belman, pero fueron los madrileños los que por medio de Dani Gómez pusieron  el 1-4 definitivo en el marcador por medio de otra contra. A falta de cinco minutos del final, Juan Hernández estrelló un balón en la madera en la última gran ocasión de un partido que el Castilla remontó con garra y buen juego.

El triunfo es el tercero del filial madridista en lo que va de curso, que se reencuentran con los tres puntos después de seis jornadas. Por otro lado, los vigueses no aprovecharon el tropiezo del Deportivo Fabril para escalar hasta la segunda plaza. Un duelo de filiales que se le escapa a un Celta B que besa la lona en Barreiro por primera vez esta campaña, pero que sirve a Solari para coger un poco de aire y aguantar, al menos, una jornada más al frente del buque vikingo.

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