Análisis del entrenador del Real Valladolid: Luís César Sampedro

El gallego, a dar con la tecla ante el Oviedo.

Análisis del entrenador del Real Valladolid: Luís César Sampedro
La Liga
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Por Rodri Centeno Fernández

José Luís Sampedro (Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, 1966) aterrizó en Valladolid para traerle a los vallisoletanos aquello que Herrera, hoy en el Sporting de Gijón, no logró la pasada campaña, a pesar de su empeño. Proveniente de su Galicia natal, llegó a la ciudad del Pisuerga con la mejor clasificación de la historia del C. D. Lugo como uno de sus principales logros recientes, acabando noveno, precisamente por detrás de Valladolid y Oviedo (7º y 8º), equipo que dirige y conjunto al que se enfrentará este sábado. Lejos queda ya el ascenso a Primera División cosechado con el Nàstic de Tarragona en la temporada 2005/2006, éxito que, a pesar de ser distante en nuestra línea del tiempo, le da las credenciales que la Junta Directiva castellana considera necesarias para repetirlo.

Sampedro, que ya sonó como sustituto para banquillos de Primera División hace relativamente pocas jornadas, parece que ha ido perdiendo el ímpetu con el que comenzó la liga, llegando a dormir alguna que otra jornada en la verde cama del ascenso directo y haciendo lo propio también cerca del siempre confortable radiador de los playoff.

Oviedo, con los 1700 aficionados que tratarán de teñir de azul las gradas del estadio de la pulmonía, se encontrará de nuevo con caras conocidas como las de Pablo Hervías o Míchel. El primero de ellos, con el once a la espalda, ha ido perdiendo la continuidad que el entrenador gallego le otorgaba a principio de temporada, a pesar de haber saltado de inicio el pasado domingo en el Molinón. Por su parte, Míchel, seguramente no estará muy contento con su regularidad a pesar de haber firmado un gran partido en Asturias. Allí, precisamente, en la capital de la Costa Verde, el equipo dirigido por Sampedro dominó la posesión del balón de manera demasiado horizontal en la primera mitad, episodio en donde experimentó algún que otro problemilla en la salida de balón. El técnico supo dar con la tecla del matiz en el descanaso, convirtiendo esa horizontalidad en verticalidad y peligro, y ya en la segunda mitad el Valladolid asedió al Sporting de manera inconmensurable.

Quizás ese dominio viene provocado por la acumulación no sólo de hombres, sino del desparpajo tan característico en la juventud, de promesas como Ibán Salvador o Toni Villa -ambos nacidos en 1995- en el centro del campo. Además, ese talento combina a la perfección con futbolistas experimentados como Borja, Míchel, o Jaime Mata. Un entrenador experimentado, que posiblemente alinee el sábado a cinco mediocampistas y un punta tan peligroso como el propio delantero madrileño, saldrá a tratar de dominar el partido de la forma que lo hizo el pasado domingo en Gijón, manteniendo la posesión del balón y sabiendo defender con él, tratando de minimizar los posibles errores en la salida de balón que, ante una delantera peligrosa, podría costarle el objetivo al entrenador del Real Valladolid.