Las pretemporadas nunca son sencillas. Hay que acoplar un equipo que no está tan acostumbrado a jugar junto por las bajas y las nuevas incorporaciones, además de coger la forma necesaria después de más de un mes sin entrenar.
Al Real Oviedo le está costando arrancar en pretemporada más de lo que a muchos aficionados azules les gustaría, y es que en todos los encuentros de pretemporada que han disputado, no han podido lograr victorias más que la que lograron ante el Unionistas de Salamanca, acumulando varios empates y derrotas. La primera de todas encendió las alarmas al producirse contra el filial carbayón, el Vetusta, aunque es cierto que los de Egea venían de una carga física muy superior, y eso se notó sobre el césped.
Tampoco se pudo vencer a la Ponferradina en el partido que se disputó el pasado sábado en la localidad de Navia, en el occidente asturiano. En esa ocasión, los bercianos se impusieron gracias a un gol en propia puerta al que los de Egea no fueron capaces de contestar con un tanto. Si una conclusión se saca de esta pretemporada es que lo que más hace falta es gol, aunque hay que tener en cuenta que Joselu está apartado del grupo por problemas físicos, y que su vuelta podría dar algo de pólvora al ataque del Real Oviedo.
Finalmente, el pasado martes 31 el conjunto carbayón empató a uno ante el Club Deportivo Lugo, uno de los conjuntos a los que más se enfrenta durante las pretemporadas. El gol gallego llegó tras un fallo de la zaga oviedista, tanto a la hora de impedir el centro, como el remate de Tete con el que Nereo Champagne no pudo hacer nada. Posteriormente, el jugador del filial, Obeng, sí que pudo aprovechar la buena estrategia de Egea para igualar la contienda, quedando ese resultado hasta el final. Como era un trofeo, el destino se decidió desde el punto de penalti tras los 90 minutos. Después de unos lanzamientos impolutos de gallegos y asturianos, Ibra erró en el quinto y decisivo, dando la victoria al Lugo. Sin embargo, en ese partido se observaron detalles que dan buenas esperanzas, como un buen juego de los de Egea, con una presión alta que otorgó ocasiones de peligro, y algunos jugadores enchufados, como Marco Sangalli, Saúl Berjón y Omar Ramos.
Lo más importante a tener en cuenta, es que el equipo no está al completo, por lo que es pronto para sacar conclusiones. Al ya mencionado Joselu, se le suma la baja de Edu Cortina, quien deberá ser importante en la medular azul y se está recuperando poco a poco. Finalmente, una de las líneas que más bajas ha sufrido y que más debilidad demuestra es la defensa, pero el fichaje de Alejandro Arribas le da una nueva identidad a la zaga. El madrileño no se vistió de corto, ya que apenas llevaba un entrenamiento, pero sí que viajó a Foz con el resto del equipo para comenzar a integrarse lo antes posible en el Real Oviedo.
Los siguientes amistosos de pretemporada servirán para comprobar si ese buen juego desplegado se traduce en victorias y comienzan a verse más goles para así poder disipar las grandes dudas que crecen en el oviedismo a día de hoy. Por ahora, paciencia.