Victoria ajustada, sin demasiado brillo, sin ocasiones en abundancia, sin piropos, pero con tres puntos que aúpan al equipo a la segunda posición del campeonato. Llueve menos en el Wanda cerca de Navidad tras la victoria ante el Alavés por 1-0. El gol de Fernando Torres da otra victoria más a los de Simeone y ya persiguen al FC Barcelona desde primera línea.

Sin trombo en las arterias externas

Filipe, y sobre todo Vrsaljko que volvió a asistir otro gol, demuestran la importancia de los laterales en el fútbol y sobre todo en el Atlético de Madrid

Poco a poco, el Atleti recupera su color más natural. Las constantes recuperan sus registros normales y el equipo del Cholo se va pareciendo cada vez más al equipo de Simeone.  Fiabilidad defensiva y en posesión, ocupación central, atracción interior y liberación lateral. Y es esta última opción, la posibilidad externa, la que se está recuperando en este último tramo y la que está haciendo abrir los ojos de la gran necesidad de los laterales profundos en el equipo rojiblanco.

El esquema no varía. Ante el Alavés, Simeone dispuso en la primera fase de encuentro un equipo reconocible con cuatro mediocentros en la segunda línea y dos delanteros, siendo en situaciones momentáneos un posicionamiento con un mediocentro más posicional, Gabi,  dos volantes hundidos y un centrocampista lateralizado.  En cualquiera de los casos, la naturaleza de jugar con cuatro mediocentros o del inicio lateral de uno de los delanteros, hizo liberar los costados para la aparición de los laterales.

Fotografía: La Liga
Vrslajko dio el pase de gol  |  Fotografía: La Liga

Contra el Alavés el equipo mantuvo, en ataque, las mismas pautas comunes que en los últimos tiempos. Un acertado  Gabi ayudó a que los robos se incrementaran y se produjeran más ataques rojiblancos y más posesión que un Alavés replegado y paciente buscando contras. Unas contras que no se producían a favor del Atleti que retuvo el balón por el centro, buscó, juntó, acumuló, pero no encontraba espacio vertical ni último pase. La solución estaba por fuera.

Las subidas de Filipe y sobre todo de Vrsaljko,  darían un plus de peligrosidad en el ataque rojiblanco. Si bien es cierto que un “novato” Thomas no supo arropar y ayudar la liberación del croata, en el lado de Filipe,  Saúl y Koke, más acostumbrados, se asociaron y ayudaron al brasileño.  Con todo, Simeone buscó ante la no llegada del gol, más creación de espacios con la salida de Correa en el descanso.

Con la entrada del argentino por Thomas, el Atleti pasó a un esquema con  tres en las dos últimas líneas en fase ofensiva.  Saúl y Gabi mantenían a duras penas el doble pivote y Koke con libertad por delante se unía a las entradas de Griezmann y Correa. La atracción de la última línea hacía el centro liberaba más aun el carril ya que por el centro se contaban más jugadores. Más todavía cuando Simeone optó por meter a Torres y Carrasco.

El Atleti acabaría con prácticamente dos mediocentros y cuatro delanteros. Y así llegaría el buscado gol. Vrsaljko le exige visualmente a Correa recibir por dentro, se asocia con él, y este conduce por dentro para atraer. La jugada va cuesta abajo por el centro y la inercia es central, por ello el croata recibe en buena posición lateral para poner un exquisito centro a Fernando que ataca la espalda en el área para rematar a placer.

Un gran producto técnico individual de Vrsaljko y una gran necesidad colectiva para Simeone atacar con laterales.